Los orgullosos padres de una niña de 12 años graduada universitaria con un promedio de 4.0 atribuyen el éxito de su hija a la tenacidad, la educación en casa y la prohibición de las redes sociales.
Roderick Currie, de 37 años, y su esposa Blanca, de 40, tienen a Fiona, una preadolescente, y a su hermana Abigail, de 3 años. Actualmente viven en Palmdale, California. Ambos padres emigraron durante su adolescencia, Roderick de Escocia y Blanca de México, en busca de éxito para ellos y sus futuros hijos.
«Creo que Fiona es un brillante ejemplo de lo que se puede conseguir con suficiente determinación y perseverancia», declaró Roderick a The Epoch Times.
El 6 de junio, Fiona se graduó de un programa de tres años en el Colegio de la Ciudad de Los Ángeles con un título asociado en Artes de Estudio en el Teatro Griego de Los Ángeles.
Roderick y Blanca sabían que su hija mayor iba muy avanzada para su edad desde que era pequeña.
«Aprendió a leer y escribir muy rápido, y tenía un talento especial para la música y el arte», dice Roderick. «Aprendió a tocar a Mozart al piano a los 4 años sin recibir clases ni instrucción musical formal. Veía vídeos tutoriales de piano en el iPad y era capaz de dominarlo en un abrir y cerrar de ojos. También tenía una habilidad increíble, a una edad muy temprana, para mirar un dibujo o una pintura y reproducirlo en papel».
Roderick, que trabaja en ciberseguridad, y Blanca, cuidadora de pacientes con discapacidad y ancianos, matricularon a Fiona en un colegio público cuando cumplió 5 años, pero se sintieron decepcionados por la incapacidad del centro para «manejar a alumnos superdotados como ella».
Fiona se incorporó entonces a un programa híbrido de escuela concertada que le permitía saltarse algunos cursos. Tras cursar cuarto y quinto de primaria en un colegio público, los padres de Fiona la sacaron de allí y buscaron respuestas en la educación en casa.
«Buscamos recursos en Internet, y fue entonces cuando nos enteramos de que el L.A. Community College District tiene un programa de doble matrícula», explica Roderick, y añade que ni él ni Blanca tenían previsto que Fiona completara una carrera universitaria a su edad.
Fiona se matriculó y empezó con una única clase universitaria de inglés online en 2020, durante la pandemia.
Roderick cuenta cómo fue el primer día de clase de Fiona: «Estaba sentada frente al ordenador, con la webcam encendida, cuando la profesora empezó a presentarse y pidió a los alumnos que hicieran sus presentaciones.
«Estábamos mirando fuera de cámara desde la puerta para asegurarnos de que Fiona estuviera bien. … Cuando le llegó el turno a Fiona, la profesora la miró en la pantalla y le dijo: ‘Pequeña, ¿es tu mami o tu papi el que está en mi clase?’ y Fiona solo soltó una risita y dijo: ‘No, ¡yo soy la alumna!'».
Fiona demostró a la profesora y a los demás estudiantes que la edad no es más que un número cuando empezó a prosperar en su curso de inglés. En poco tiempo, además de sus estudios habituales en casa, empezó a cursar de tres a cuatro asignaturas universitarias por semestre, completando 75 créditos universitarios y su título de Asociada en Artes en Artes de Estudio.
Sin embargo, a pesar de todos sus logros, sigue siendo una niña, y sus padres se han esforzado por encontrar el equilibrio adecuado entre el estudio y el ocio.
Esta entusiasta niña de 12 años dedica unas seis horas diarias a sus deberes escolares, su curso universitario y sus descansos. Se toma los fines de semana libres, y cuando no está estudiando le encanta montar a caballo, hacer senderismo, los videojuegos, leer, construir juegos de Lego y dibujar.
«Creemos que un niño debe ser constantemente desafiado lo suficiente como para mantenerlos comprometidos y aprender y avanzar, pero no demasiado desafiado de manera que se desanime y pierda la confianza», dijo Blanca. «Tampoco tenemos miedo de ser firmes cuando es necesario; hacemos uso de controles parentales en el ordenador y el móvil de Fiona para protegerla de los peligros del mundo online, pero también para evitar que se atasque con distracciones, como las redes sociales».
Los padres de Fiona establecen límites de tiempo y controlan el uso que hace del celular para asegurarse de que su participación es apropiada para su edad. Nadie de la familia tiene cuenta en redes sociales.
«En mi opinión, las redes sociales existen para hacernos perezosos e improductivos», afirma Roderick. «Cuando la mayoría de los otros niños de 12 años están perdiendo incontables horas en TikTok, Fiona se centra en sus estudios y en aficiones más productivas, como disfrutar del aire libre, o leer».
Roderick y Blanca tenían la esperanza de que su hija eligiera una vía más académica, pero más tarde decidieron que Fiona —que desde muy pequeña mostró interés por el arte— debía poder elegir su especialidad. Ahora están orgullosos de ella por haber prosperado en la asignatura que le gusta, y sus profesores no dejan de elogiarla.
Roderick dice: «Dicen que no tiene miedo de participar en clase y hacer preguntas, que siempre termina su trabajo a tiempo y que incluso ayuda a otros estudiantes cuando tienen dificultades. … Los alumnos la apoyan mucho y la tratan como a una hermana pequeña.
«Realmente la incluyeron y la hicieron sentir parte de la familia universitaria».
Mientras estudiaba en el L.A. City College, Fiona recibió varias veces el Premio del Presidente y entró en la Lista del Decano todos los semestres que cursó. Terminó su carrera como alumna sobresaliente con un promedio de 4.0 y ya está en camino de terminar su segundo título terciario, un Grado Asociado en artes generales a finales de 2023, y un tercero, en diseño gráfico, a finales de 2024.
Para cuando cumpla 14 años habrá completado tres títulos de grado medio.
En su ceremonia de graduación, celebrada el 6 de junio, Fiona fue reconocida por el presidente del colegio ante miles de personas por ser la graduada más joven en los 94 años de historia del colegio, donde recibió una gran ovación.
«Creemos que los niños pueden conseguir cualquier cosa si se les dan las herramientas y el apoyo adecuado», dijo Blanca. «Como padres, es nuestra responsabilidad reconocer los talentos de nuestros hijos y cultivarlos para que puedan alcanzar todo su potencial».
Cuando termine el colegio en 2024, Fiona planea trasladarse a una universidad para continuar sus estudios. Está considerando los programas de arte de la Universidad del Sur de California, la Universidad de California en Los Ángeles y el Colegio Otis de Arte y Diseño.
«El objetivo de Fiona es convertirse en artista digital o animadora», dice su padre, y añade que ambiciona trabajar para uno de los grandes estudios de animación.
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