Un escolar británico de 11 años ha batido un récord mundial de submarinismo a pesar de vivir a casi 160 kilómetros del mar.
El 23 de julio, Ethan Evans se convirtió en la persona más joven en completar 130 inmersiones antes de los 12 años. El anterior récord para menores de 12 años era de 102 inmersiones.
En cada inmersión alcanza profundidades de hasta 30 metros y nada habitualmente junto a tiburones tigre y mantarrayas gigantes. Su objetivo es alcanzar la increíble cifra de 150 inmersiones antes de cumplir los 12 años, en abril del año que viene.
Sus palabras fueron: «Voy a poner el récord tan alto que nadie pueda batirlo», dijo su madre, Aimee. «Se propuso batirlo. Cumple 12 años en abril, así que tiene tiempo de sobra para hacerlo».
Este intrépido joven de Worcester en Worcestershire, Inglaterra, empezó a bucear a los 9 años y un año más tarde obtuvo el certificado de buceo en aguas abiertas.
Se aficionó a este deporte con la ayuda de su padre, Paul, de 49 años, instructor de submarinismo. Todos los veranos viajan a las Maldivas, donde exploran el Océano Índico y acumulan inmersiones.
Aimee dice que a Ethan le suele sobrar oxígeno en las botellas después de bucear porque se mantiene muy tranquilo bajo el agua —suele volver con más aire que la mayoría de los adultos.
Aimee dice que la familia se enteró del récord después de que Ethan obtuviera su certificación de aguas abiertas, y él sólo quería batir ese récord.
La madre de dos niños dice: «Tiene 11 años. A esa edad, se supone que sólo se pueden hacer 10 ó 12 metros, pero él es tan avanzado —que puede llegar mucho más lejos».
«No hay reglas estrictas. Suelen medir lo bueno que eres en el agua por la cantidad de oxígeno que te queda en la botella».
«Ha bajado 30 metros antes. Ahí es donde se ve lo mejor. No se conforma con los peces pequeños».
«Su padre era guía de buceo, pero ahora dirige sus propios negocios en Dubai. A nosotros, como familia, nos encantaba Oriente Medio, y nos pasábamos por allí». Ethan hizo su primera inmersión a los 9 años y medio y se enamoró por completo.
«Ahora se va a pasar los veranos y los fines de semana buceando con su padre».
Ethan quiere ser guía de buceo cuando sea mayor y espera ayudar a limpiar el océano.
«Las inmersiones varían en tiempo, algunas pueden ser de 30 minutos, otras de 45, otras de una hora. Acaban de trasladarse a otra isla donde tienen tiburones tigre de 7 metros a su alrededor», explica. «Pueden subir cuando quieran, porque le queda mucho oxígeno, puede estar ahí abajo más tiempo… Le encanta; tiene mucha confianza y está muy tranquilo en el agua, incluso cuando nada con mantarrayas y todo tipo de tiburones.
Sobre las limpiezas oceánicas de Ethan y su padre, Aimee dijo: «Salen a buscar metales y plásticos en el océano que no deberían estar allí… Le encantan las inmersiones de limpieza porque quiere proteger el océano y cree que es algo importante».
«Le gusta mucho proteger los océanos. Se pasea por la playa y recoge la basura».
Con información de The Epoch Times.
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