Mientras millones de personas sufren por el encierro durante los cierres, un excepcional niño colombiano al que le encanta el campo está dando rienda suelta a su pasión y compartiendo en redes sociales sus experiencias como granjero, gracias a la pandemia.
Carlos Alberto Díaz es un niño colombiano que, junto a su familia, cuida diariamente de su granja ubicada en San Francisco de Sales, en la Provincia del Gualivá, en el noroccidente de Bogotá.
A su corta edad, Carlos tiene un lema que le hace “vivir con el campo” y no “vivir del campo”. Su fuerte motivación lo ha llevado a compartir consejos para lograrlo y ese es el tema de gran parte del contenido en su canal de Youtube, La Granja del Borrego, en el que se centra en “mostrar lo mejor de la agricultura”.
“Él es curioso, hablador, inquieto, inteligente. Tiene muchas cosas buenas […] siempre está pensando en ¿qué puedo hacer?, ¿cómo puedo mejorar?, ¿qué tenemos que hacer para que todo nos salga bien?”, dijo su hermano Juan David en una entrevista a Telemundo.
El joven granjero se presenta como “El Borrego”, y fue en julio del año pasado, cuando ya había avanzado la pandemia mundial por Covid-19, que publicó su primer video en Instagram, Youtube y Facebook, con la ayuda de su “hermanager” Juan David, como él lo llama.
El pequeño agricultor explica de forma clara, divertida y paciente, los procesos cotidianos en una granja, como germinar, sembrar maíz, utilizar insecticidas orgánicos y hasta cómo iniciar un huerto en casa. Esto le ha valido una gran cantidad de seguidores en Instagram y sus redes sociales continúan creciendo.
(Cortesía: Carlos Alberto Díaz)
Una de las varias labores en la granja es alimentar y cuidar a más de 300 gallinas, tarea que Carlos domina a la perfección, además de recolectar diariamente los huevos, que luego venden en su localidad.
Sin embargo, los días en la granja no son siempre iguales, y las actividades se organizan dependiendo de la estación. Un día cualquiera puede consistir en visitar el gallinero y recolectar los huevos, germinar, abonar o trasplantar y alimentar a los peces del estanque.
Cosechar lechugas podría no ser algo fácil para alguien que no lo ha hecho, pero para Carlos, que es un experto, se convierte en una labor sencilla: “Es muy fácil, lo hice como en media hora [trasplantar lechugas], nada más es hacer el hueco, sacar la planta del vaso y ponerla en el hueco y rellenarla de tierra”, dijo.
Sea un día soleado o lluvioso, el trabajo en el campo es constante, y el joven agricultor lo disfruta tanto como el proceso de aprender que todo niño ama cuando descubre el mundo.
Y sus seguidores lo animan a que continúe: «Creo que tus padres han forjado en ti el amor a la tierra. Me encantas bonito… te imagino cuando crezcas, ya tendrás más conocimientos y sabiduría», comentó un usuario.
«Wow muchacho, serás brillante, nunca dejes de hacer esto, serás el mejor granjero de las Américas», expresó uno más.
“Si quieren venir, y quieren que les enseñe y tienen preguntas, acá todos estamos aprendiendo”, indicó el niño, “Yo creo que en el día que uno no tenga nada que aprender en el campo, ese día tiene que irse, porque todos los días uno aprende de todo”, agregó.
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