Lo que comenzó como una forma en la que un niño de 7 años con un corazón de oro quiso ayudar a su anciana abuela con un paquete de cuidados durante la pandemia del virus del PCCh se ha convertido en una despensa comunitaria que ha ayudado a más de 8000 personas que necesitan suministros esenciales.
Cavanaugh Bell, un niño de gran espíritu de Gaithersburg, Maryland, pensó en su abuela de 74 años con asma cuando comenzó la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus. Preocupado por que su abuela pertenecía a la categoría de alto riesgo del virus, decidió hacer un paquete de cuidados para ella.
«Cuando mi madre y yo fuimos al supermercado a comprar cosas para ella, no dejaba de pensar en sus amigos y en los ancianos con los que convivía», dijo el excepcional estudiante de segundo grado a WJLA.
Con la intención de contribuir a su comunidad, el desinteresado chico decidió utilizar los 600 dólares que había ahorrado en tres cumpleaños y dos navidades, y preparó 68 paquetes de atención para los ancianos de su área para que se sintieran seguros. Con el dinero restante compró 31 comidas calientes para los ancianos.
Sin embargo, obligado a ayudar a más gente necesitada, Bell buscó donaciones en las redes sociales y creó una campaña en GoFundMe. Así empezó su misión: «El amor es más grande que la COVID-19», Despensa Comunitaria para ayudar al menos a 1000 personas.
Más y más gente empezó a donar, y así Bell recaudó fondos para ayudar a las personas necesitadas.
Con el éxito abrumador de la despensa, Bell decidió extender la mano y ayudar a enviar suministros esenciales en medio de la pandemia a la Reserva India de Pine Ridge en Dakota del Sur, donde se encuentra una de las comunidades más pobres de Estados Unidos durante el verano.
Bell pasó por primera vez por Pine Ridge cuando regresaba de un viaje por carretera a Colorado con su madre en 2018.
«Mi madre me explicó que la gente vive en la reserva y que algunos no tienen lo necesario para sobrevivir», dijo Bell al Washington Post. «Algunas casas no tenían electricidad ni agua corriente».
(Cortesía de Cool & Dope)
Aparte de sus condiciones de pobreza, Bell se conmovió por el aumento de las tasas de suicidio y los problemas de salud, y así supo que tenía que ayudarlos con lo esencial en estos tiempos sin precedentes.
Mientras las donaciones de personas de la comunidad llegaban a GoFundMe y Amazon Wish List, la madre de Bell, Llacey Simmons, de 35 años, contactó a Alice Phelps, directora de First Families Now, una organización sin ánimo de lucro de la reserva, con la idea de enviarles suministros esenciales como comida no perecedera, productos de limpieza y productos de higiene.
Phelps, quien ha crecido en la reserva y ha visto la situación de la comunidad de cerca, estuvo más que agradecida. Bell y su madre enviaron un semicamión de suministros por valor de 20,000 dólares el 10 de julio. Sin embargo, no desea detenerse ahí y decidió que los ayudará una vez más cuando se acerque el invierno.
«El invierno es horrible y va a ser una mezcla entre la gripe y el coronavirus, así que pensé ¿por qué no les doy ropa para que se abriguen y se aseguren (…) que puedan abrigarse como todos nosotros y tener una vida feliz como todos nosotros?», dijo a People. «Porque es el año 2020 y no creo que nadie deba vivir así».
«Él cree que puede salvar el mundo, y yo le creo», dijo Phelps. «Él solo sostiene: ‘Bueno, no hay problema, hagámoslo’, y no ve nada como un desafío, así que me encanta su inocencia».
El 22 de septiembre, Bell y su madre llenaron un remolque de 53 pies con provisiones esenciales para el invierno, comida y limpieza para enviar a la reserva de Pine Ridge.
Además de ayudar a la gente durante la pandemia, el niño de corazón magnánimo fundó a los 5 años una organización sin ánimo de lucro llamada Cool&Dope.
«Cuando tenía cinco años, me cansé de que la gente me dijera que era demasiado joven para ser voluntario», afirma el sitio web. «Y después de ser intimidado, canalicé esa oscuridad dentro de mí en una luz brillante que estoy usando para cambiar el mundo!».
La organización promueve actividades de concientización sobre la intimidación y el suicidio juvenil a través de diversas formas, que incluyen reuniones con legisladores y legisladoras, y la creación de recursos educativos necesarios para maestros, estudiantes y padres. Además, Bell y su equipo apoyan a los sobrevivientes del acoso escolar abogando por ellos.
Bell ya ha logrado algunos hitos. Asistió a una reunión del consejo de la ciudad de Gaithersburg y pidió a los funcionarios que declararan el 21 de febrero como el Día de la Concienciación del Acoso. Recientemente, el niño, que actualmente recibe educación en casa debido a la pandemia, realizó una «Reunión [virtual] de Niños contra el Acoso» para conmemorar el Mes de la Prevención del Acoso en el Condado de Montgomery, que surgió solo a causa de Bell.
El inspirador joven tiene un consejo que compartir con todos.
«Quiero que las personas sepan que pueden hacer cualquier cosa, no importa si tienen 8 u 87 años, pueden hacer cambios», dijo Bell al Washington Post. «Solo tienes que creerlo».
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