Un pequeño niño con extrema desnutrición, logró recuperarse gracias a la ayuda de una pareja de brasileños que al enterarse de su difícil situación decidió actuar.
Itamar y Fabiana Vieira, cofundadores de la ONG llamada Atos con sede en la ciudad africana de Luanda, capital de Angola, conocieron en junio de 2020 a una familia de 11 integrantes que estaba viviendo en los alrededores de la ciudad en una casa construida con tejas metálicas, sin los servicios básicos y sin tener qué comer.
Adriano, que en ese momento tenía tan solo dos años y era el más afectado por las dificultades que estaba afrontando su familia, llegó a oídos de Itamar y Fabiana cuando una persona que conocía su caso los contactó para pedirles ayuda.
«Cuando conocí a Adriano, estaba muy desnutrido, tenía tuberculosis, una historia triste», aseguró Fabiana en un posteo en Instagram. «Pero me concentré en la transformación que podíamos proporcionarle. Sabía que sería posible cambiar su vida, tal como cambiamos a otros niños».
El niño estaba muy débil, ni si quiera podía mover sus piernas. Con la aprobación de la madre, la pareja lo llevó a un hospital y se aseguró de que recibiera tratamiento médico y alimentación.
«Cuando salió del hospital, empezamos a alimentar a Adriano y a su familia, entregando cestas de alimentos básicos cada mes, y controlando la dieta de Adriano para sacarlo de la desnutrición», explicó Itamar a The Epoch Times .
La pareja también buscó la forma de ayudar a la familia. Primero le consiguieron un trabajo a la mamá del niño para que tuvieran ingresos.
«Contratamos a la mamá de Adriano en una de nuestras escuelas. Porque tiene dos hijos y cinco sobrinos a cargo, dentro de la misma casa», agregó Itamar. Sin embargo, «el dinero de su salario no es suficiente para mantener a toda la familia, pero ayuda mucho».
Además, los niños no estaban asistiendo a ninguna escuela, así que decidieron incluirlos en su programa de educación gratuita.
Para obtener recursos, Fabiana compartió la historia a través de su cuenta de Instagram, y rápidamente empezó a recibir donaciones de personas que querían ayudar. Dos meses después alquilaron una casa para él y su familia.
Gracias a la pareja y el apoyo de personas de buen corazón, Adriano sufrió un cambio increíble.
“El hambre causa tanto dolor, pero ver la transformación de un niño así hace que todo valga la pena, es inexplicable poder vivir esto (…) Lo que hacemos es una gota en medio de un océano. Pero sin eso, el océano será más pequeño”, destacó Fabiana a Razoes.
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Atos Angola, una ONG con historia
Itamar Vieira, de 40 años, nació en Patos, Brasil. Cuando era pequeño, su familia no tenía las condiciones para ofrecerle una educación de calidad. En aquel tiempo había una escuela técnica holandesa en su ciudad que ofrecía becas de estudio para jóvenes, y él fue beneficiario de una de ellas.
La escuela era principalmente para personas adineradas y tenía una alto nivel de educación, lo que le permitió acceder posteriormente a la educación profesional.
Todo el apoyo que recibió lo inspiró a crear proyectos sociales para ayudar a las personas más necesitadas. Su esposa, Fabiana Vieira, de 38 años, y otros dos fundadores ha sido fundamentales en la creación y establecimiento de la ONG que se estableció principalmente para proveer educación a las personas de Angola.
La pareja, que ya lleva 13 años en Luanda, ha desarrollado diversos proyectos de educación y ha ayudado a familias en extrema vulnerabilidad social, en especial a los niños quienes suelen ser los más afectados.
«Nuestro dinero proviene de donaciones de personas que apadrinan a nuestros niños», dijo Itamar. Algunas veces «la euforia pasa, y los gastos quedan. Por eso hay periodos en los que pasamos por dificultades financieras».
Sin embargo, su misión de ayudar se mantiene constante. Hasta ahora continúan proveyendo recursos a Adriano, a su familia, y a otros niños como él que necesitan ayuda para vivir dignamente.
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