Un niño que sobrevivió a pesar de los pronósticos, tras nacer sin brazos ni piernas, se está preparando para empezar la escuela en septiembre.
Jasmine Self, de 27 años, dio a luz al pequeño Rondell Wilson Jr. (RJ) a pesar de que durante el embarazo le dijeron que tendría una discapacidad grave.
A los cinco meses, una ecografía reveló que las extremidades del pequeño no se estaban desarrollando. Al enterarse de la noticia, la madre y el padre de RJ, Rondell Wilson, estaban angustiados, pero decidieron no renunciar a su bebé.
RJ padece una enfermedad denominada síndrome de tetraamelia, que se caracteriza por la ausencia de las cuatro extremidades, así como por graves malformaciones en la cara, el corazón, el sistema nervioso, el esqueleto y los genitales.
La enfermedad está causada por una mutación genética en una sección del ADN que desempeña un papel fundamental en el desarrollo. Afecta a muy pocas familias en todo el mundo y la mayoría de los bebés que la padecen mueren antes o poco después de nacer.
Sin embargo, RJ, que nació en septiembre de 2018 con un peso de apenas 2 libras y 4 onzas (1 kg) y pasó los dos primeros meses de su vida en cuidados intensivos, ha luchado contra todos los pronósticos y ahora está prosperando en su casa de Florence, en Carolina del Sur.
«Hace tres años que tomamos la mejor decisión de nuestras vidas», dice Jasmine, que tiene un negocio de cosméticos. «Es un niño tan positivo y me da tanta felicidad».
Aunque sus padres estaban preparados para los desafíos y sabían que no sería fácil criarlo y cuidarlo, estaban decididos a darle a RJ la mejor oportunidad de vida que pudieran.
«No hay absolutamente nada malo en él, aparte de su discapacidad física, y creo que se convertirá en un ser humano muy exitoso», dijo Jasmine.
Desde que RJ volvió a casa del hospital, se está desarrollando bien, convirtiéndose en un niño feliz y sano.
El niño de 3 años se desplaza por la casa rodando sobre su torso y cada día es más autosuficiente. Además, su madre explica que es como un niño común y corriente, al que le gusta la música y ver la televisión.
RJ siempre necesitará ayuda en muchos aspectos de su vida, pero Jasmine está muy satisfecha con los progresos de su hijo.
Uno de los aspectos de su desarrollo que le entusiasma especialmente es su vocabulario, ya que RJ es capaz de comunicarse con ella regularmente.
«Está creciendo muy deprisa, la verdad es que da bastante miedo. Siempre quiere intentar hacer las cosas por sí mismo antes de aceptar mi ayuda», dice Jasmine. «Cada día se comunica más, y me llena de alegría oírle hablar».
Desde la llegada de RJ, Jasmine también ha dado a luz a una niña, Jaslynn, que ahora tiene 2 años, lo que convierte a RJ en hermano mayor, un papel en el que ha destacado.
«Cuando tuve a Jaslynn, estaba súper emocionado y ha sido el mejor hermano mayor que una niña podría pedir», dijo Jasmine. «La traje a casa desde el hospital y se esforzó mucho por ayudar a sostener el biberón para ella durante sus primeros meses; fue muy dulce».
Sin embargo, Jaslynn es ahora un poco mayor y también ayuda a su hermano.
«Tienen una relación estupenda; soy una madre muy orgullosa», dice Jasmine.
La pandemia, por su parte, ha sido preocupante para la familia, ya que RJ se considera clínicamente vulnerable, pero afortunadamente han podido mantenerlo a salvo.
«Hemos estado bastante asustados por Covid porque RJ no tiene extremidades, así que no hay lugar para el goteo de FIV si se pone enfermo y tiene que ser hospitalizado», dijo Jasmine. «Hemos estado protegiéndolo, pero esto no ha afectado a su desarrollo tanto como pensaba».
RJ va a cumplir 4 años este año, lo que significa que se enfrenta a la perspectiva de empezar el colegio en septiembre.
Jasmine está deseando que se incorpore a la educación lo antes posible para que no se quede atrás, pero le da miedo presionarle si no está preparado.
El entorno escolar es muy diferente al de casa, y RJ tiene una silla de ruedas especial que necesitará para el jardín de infancia.
«Creo que, mentalmente, estará sin duda preparado para empezar el colegio con el resto de su grupo, pero es su discapacidad física la que puede frenarle», dice Jasmine. «Todavía estamos consiguiendo que aprenda a ir al baño, lo que ha sido difícil, así que tendremos que solucionar cosas como esa antes de que esté listo».
Jasmine confía en que RJ podrá ir al colegio en algún momento. Si será este año es algo que aún está por decidir.
«Sin duda será un reto tanto para él como para nosotros como padres, pero hemos afrontado todo lo demás que nos ha tocado, así que afrontaremos esto también», dijo.
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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