Una hermosa novia disfrutó de la boda de sus sueños después de perder la mitad de su peso corporal.
Vicky Chaffer, de Chesterfield , Derbyshire, Inglaterra, estaba muy contenta cuando su novio, David, le propuso matrimonio en Central Park de Nueva York durante un viaje por su 30º cumpleaños.
Pero estaba tan acomplejada por su talla 22 que se negó a que le tomaran fotos para celebrar la feliz ocasión. Incluso retrasó la fecha de la boda porque estaba muy afectada por sus 378 libras (aprox. 171 kilos) de peso.
Vicky, que ahora tiene 35 años y trabaja como administradora de pensiones, contó que finalmente se casaron cuando ella perdió 204 libras (aprox. 92 kilos).
Vicky dijo: «En el fondo sabía que aún no íbamos a fijar una fecha porque estaba muy acomplejada. Solía decirle a mis amigos que no quería parecer Shrek con un vestido, cuando pasara por el altar».
«Aún me arrepiento de haber estado en esa situación por la que no tengo fotos de compromiso. No dejé que David me tomara ninguna foto mostrando mi anillo porque no me gustaba mi aspecto».
«Me habría casado con él al día siguiente si hubiera estado cómoda y segura, pero no quería casarme con ese aspecto, así que continué posponiendo los planes».
Dos años después de su compromiso, unas fotos de sus vacaciones en Newquay, en Cornualles, Inglaterra, la hicieron llorar. Y se le rompió aún más el corazón cuando se subió a la báscula en casa y apareció el mensaje de error porque pesaba demasiado.
«Nos fuimos de vacaciones en mayo de 2018 para mi cumpleaños y cuando vi las fotos de mí misma, lloré», dijo.
«Me subí a la báscula en casa y decía error: no me di cuenta que el peso máximo era de 24 piedras… Me puse a llorar».
«Pensé que si no cambiaba ahora, los próximos cinco años no vería fuera».
Vicky se apuntó a un programa de adelgazamiento y abandonó su comida habitual para llevar por otra más sana, cocinada en casa, y empezó a hacer ejercicio. Consiguió adelgazar hasta alcanzar las 174 libras y entrar en un vestido de la talla 8 para su gran día, en mayo de este año.
Y no fue la única que perdió peso. David, de 36 años, perdió 98 libras gracias a la nueva comida casera y saludable que le preparaba su prometida, y su madre también perdió 84 libras en Slimming World con ella.
Vicky dijo: «Ni siquiera recuerdo en qué momento me sentí preparada, mi confianza se fue disparando a medida que iba perdiendo peso, y entonces llegué a un número mágico y dije por fin: ‘vamos a hacerlo'».
Al principio, la boda estaba prevista para junio del año pasado, después de haber perdido 112 libras. Pero la pandemia de COVID-19 suspendió las cosas, y cuando se fijó la nueva fecha en mayo, Vicky había perdido otras 84 libras durante el bloqueo.
Tuvo que modificar su vestido de novia de la talla 14 para adaptarlo a su nueva talla 8. Incluso su anillo de compromiso ha tenido que cambiar de tamaño.
«Fue un día muy especial, definitivamente fue un día que nunca olvidaremos», dijo Vicky. «Cuando miro las fotos de nuestra boda, literalmente me hacen sonreír».
«Captan realmente lo felices que somos, que es lo que siempre quise de mis fotos de la boda, pero creía que nunca podría lograr esto antes de perder peso».
«Me habría sentido muy incómoda y avergonzada por mi aspecto, así que no habría podido relajarme y disfrutar de nuestro día. Y nunca me habría comprado el vestido de mis sueños porque antes no me habría atrevido a comprar nada tan ceñido porque no era feliz en mi propia piel en ese momento».
«Ni siquiera podía mirar las fotos de mí misma antes de perder peso porque estaba demasiado insatisfecha conmigo misma, mientras que ahora sigo pasando las tardes mirando las fotos de nuestra boda y no puedo evitar sonreír».
Vicky dijo que su peso aumentó gradualmente durante varios años después de caer en una rutina de comidas precocinadas y comida para llevar. Antes, ella y David, director de informática, se llenaban de comida para llevar tres noches a la semana y consumían comidas prefabricadas y rápidas en lugar de cocinarlas desde cero.
Decía que si David trabajaba hasta tarde, ella simplemente compraba comida rápida de camino a casa.
Decidida a darle un giro a su vida, Vicky se unió al programa de pérdida de peso Slimming World y siguió sus directrices para preparar comidas desde cero. En la primera semana en su grupo local, en noviembre de 2018, perdió 2.5 kilos, y los kilos siguieron descendiendo a un ritmo constante de unos 2 o 3 por semana.
«Estaba muy nerviosa, pero pensé en intentarlo», dijo. «Y mi madre es realmente la roca que me mantiene en el camino (…) Estaba muy nerviosa al principio y nunca lo habría hecho sin ella».
Con información del personal de Epoch Times.
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