Una novia pretendía liberar mariposas monarca para que volaran libres en honor a su difunto padre, fallecido de cáncer. Pero lo que ocurrió en realidad dejó a todos boquiabiertos. Es un momento que recordarán toda su vida.
Amy Perry, de 32 años, y Mathew Perry, de 32, viven en Back Bay, Boston. Tuvieron su primera cita en un restaurante italiano de North End. Fue amor a primera vista.
«Supe en mi corazón que él era el indicado. Era una certeza silenciosa que se hacía más fuerte cada día», declaró al Epoch Times la Sra. Perry, que trabaja como abogada.
Cuando planearon su boda, la pareja sabía que quería incluir a toda la familia —incluido el difunto padre de la Sra. Perry, Nathaniel Machain, que falleció de cáncer hace 25 años.
Honrando a papá
El padre de la Sra. Perry falleció el 5 de agosto de 1999, cuando ella sólo tenía 7 años. En muchos sentidos, la elección de tener mariposas en la boda en honor a su padre empezó antes incluso de que la Sra. Perry conociera a su marido.
«Un año después de la muerte de mi padre, estaba de excursión con mi hermana y mi madre», cuenta. «Exactamente a mediodía, la hora en la que él había fallecido, una mariposa monarca se posó sobre cada una de nosotras».
Dice que desde entonces aparecen en su cumpleaños, el Día del Padre y otras ocasiones especiales.
«No se me ocurre nada más apropiado que estar rodeada de un símbolo de su presencia en mi casa».
Recordando el precioso tiempo que pasó con él, dijo: «Su presencia llenaba todas las habitaciones de calidez y alegría. Su risa levantaba el ánimo de todos. Tenía el don de convertir los momentos ordinarios en recuerdos entrañables».
La capacidad de su padre para cuidar de los demás y crear recuerdos significativos no terminó cuando enfermó de cáncer, y algunos creen que su influencia continuó después de su muerte.
«Su bondad no tenía límites», dijo la Sra. Perry, «y tocó las vidas de todos los que tuvieron la suerte de conocerle. Me enseñó el valor de la generosidad y la compasión, demostrando con sus acciones que la mayor alegría de la vida proviene de dar a los demás».
La gran sorpresa
El 14 de junio, el día de su boda, la Sra. Perry soltó mariposas monarca en simbólico honor a su padre. Esperaba que salieran volando pero, sorprendentemente, la mayoría revolotearon y se posaron en su vestido.
Algunas volaron luego sobre su hermana, que llevaba el ramo, y otras se posaron sobre su marido.
La Sra. Perry dice que todo el mundo estaba maravillado.
«Nuestros amigos y familiares estaban tan asombrados como nosotros. Nos expresaron su gratitud por haber participado en algo tan memorable y hermoso», afirma.
«En ese momento, sentí un torrente de emociones: gratitud por la belleza del momento y un profundo sentimiento de conexión con los que me rodeaban», dijo. «Fue como si las mariposas nos aseguraran que el amor perdura y que el recuerdo de mi padre siempre formará parte de nuestras vidas».
La Sra. Perry también sintió como si su padre participara en el matrimonio.
«Mi marido llevó a mi madre y a mi hermana a la tumba de mi padre para pedirles permiso… para mi mano en matrimonio. Ver esas mariposas posarse en mi vestido, sobre el corazón de mi marido y en el ramo de mi hermana fue un impresionante recordatorio de que mi padre está con nosotros, velando por nosotros y bendiciendo nuestra unión desde arriba».
La fotógrafa Brit Perkins, que captó el mágico momento, es amiga de la familia desde hace años. Como todos los asistentes, dice que le costó «contener las lágrimas». Se siente especialmente agradecida por formar parte de la ocasión.
(Cortesía de Brit Perkins)
«Realmente, ¿qué puede superar ese momento? Le dije a Amy en un momento del día, que esas fotos eran alguna de las mejores fotos de boda que había hecho nunca», dijo Perkins sobre la experiencia.
La magia tampoco terminó en la boda. La Sra. Perkins colgó alguna de las fotos en las redes sociales, y muchos se sobrecogieron con el símbolo del amor de su padre.
«¡Fue una locura!» dijo la Sra. Perkins. «En cuanto me di cuenta de que se estaba convirtiendo en viral, Amy y yo nos enviamos mensajes para contarnos lo loco que era. Recuerdo que le pregunté si era demasiado abrumador, y ella respondió que estaba tan conmovida que incluso extraños se conmovieron por ello».
Una persona en Instagram escribió: «En la cultura mexicana, las mariposas monarca son el espíritu de nuestros seres queridos que regresan a saludar. Cuando nos visitan, se supone que traen buena suerte, así que si esto no es una señal, no sé qué lo es».
Otro dijo: «Todas esas mariposas eran él abrazándola. Las del ramo eran él dándole las flores. La de su marido era la bendición del padre. Estas cosas no son una coincidencia. Él estaba allí y estaba orgulloso».
La Sra. Perkins resumió la experiencia para todos: «Todo el día fue realmente perfecto».
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