Una novia se sorprendió ante un sincero gesto de su padre al llevar una corbata de papel hecha a mano por ella cuando era niña, a los 5 años, en su baile de padre e hija. Ella nunca creyó la promesa de su padre de llevar la reliquia en su boda y pensó que la corbata se había perdido años atrás.
El gesto la hizo llorar en la pista de baile.
Megan Becker-Towns se casó con Travis en su ciudad natal de Appleton, Wisconsin, el 29 de octubre de 2021. Megan hizo la corbata de papel para su padre, Glenn, unos 24 años antes cuando estaba en la escuela primaria.
«El Día del Padre es en verano, así que nuestro último proyecto artístico del año fue hacer corbatas de papel», dijo Megan, que ahora tiene 29 años, a The Epoch Times. «Estaban plastificados y llevaban un cordón de hilo.
«Cuando la abrió, dijo que estaba tan orgulloso que la iba a llevar en mi boda. La colgó en el espejo de su habitación durante toda mi infancia».
«De vez en cuando, la quitaba, le retiraba el polvo y decía, de nuevo, que la iba a llevar en mi boda. Yo no creía que lo hiciera de verdad».
Las fotos del precioso momento en que padre e hija se encontraron en la pista de baile, mientras llevaba colgada la querida corbata del cuello de Glenn, muestran a Megan embargada por la emoción. Ella compartió la imagen, y su versión de la historia, en las redes sociales.
«Estaba completamente impresionada», dijo a The Epoch Times. «Las únicas dos personas que sabían lo que estaba sucediendo eran mis padres».
«Todos tenían lágrimas en los ojos; yo me puse a llorar en los brazos de mi padre».
La mamá de Megan había guardado la corbata de papel cuando ella y Glenn se mudaron a Appleton desde Oshkosh hace varios años. Megan le dijo en broma a su padre, que finalmente la corbata no llegaría a su boda.
Lo que ella no sabía en ese momento era que Travis le había pedido permiso a Glenn para proponerle matrimonio, y que Glenn había recuperado la corbata con una sorpresa en mente.
«Él la buscó», dijo Megan. «La escondió en su caja de herramientas en el garaje, y me dijo que se había ‘perdido en la mudanza'».
Megan considera que la gran revelación de su padre es uno de sus dos momentos favoritos del día de su boda. El otro, dijo, fue la expresión de su esposo cuando la vio por primera vez caminando hacia el altar, y sus palabras: «Eres muy guapa».
Megan y Travis, de 32 años, trabajador de una fábrica de plásticos, se conocieron en la empresa de catálogos en la que Megan sigue trabajando como especialista en marketing por correo electrónico. Ambos nacieron en Oshkosh y acaban de comprar una casa en Appleton.
La novia siempre ha compartido un estrecho vínculo con su papá, asegurando que él nunca se perdió un partido deportivo o un recital de baile, que la llevó a pescar, a pintar y a «arreglar cosas», y que siempre está ahí para hacerle la vida más fácil. Uno de sus mejores recuerdos es el de su padre dándole sus calcetines de invierno más cómodos para calentarle los pies después de ir a buscarla a un baile del colegio en medio del frío.
Hoy en día, el tiempo entre padre e hija se pasa mejor riendo, bromeando y reuniéndose para desayunar.
«Sinceramente, es el mejor padre», dice. «Siempre he sido su compinche. Tengo otras dos hermanas y tres hermanos, y somos los niños más afortunados».
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