No todas las historias de amor van de acuerdo al plan, y a veces los reveses y los tiempos difíciles solo causan que el amor se destaque y parezca aún más bello. He aquí una historia de amor de una pareja del Reino Unido que te hará buscar un pañuelo de papel.
Una cosmetóloga llamada Martine Kilminster había estado sufriendo de dolor de espalda durante varios meses, que al principio, se pensaba que había sido causado por un nervio oprimido.
«Cuando perdí la sensibilidad en mis piernas el mes pasado, todos pensamos que era un nervio oprimido al principio», le había dicho Martine al Daily Mail UK. «Había estado luchando con dolor de espalda severo durante unos meses, pero los médicos pensaron que eran espasmos musculares».
«No fue hasta que volé a Benidorm a finales de agosto que las cosas se complicaron. Terminé volviendo a casa temprano porque de repente perdí la sensibilidad en mis piernas. Tan pronto como me hicieron escáneres en la columna vertebral, se reveló que había un tumor enorme que presionaba mi médula espinal».
Los médicos le diagnosticaron un glioblastoma espinal en estadio 4, un tipo de cáncer mortal.
Menos de un mes después, Martine perdió toda la sensibilidad en las piernas y quedó paralizada de la cintura para abajo, y le dijeron que le quedaban menos de dos años de vida. Por muy devastadora que fuera la noticia, ella y su prometido Christopher decidieron concentrarse en algo positivo y comenzaron a planear su boda.
La pareja de Bradford, West Yorkshire, habían estado juntos durante 10 años y habían tenido dos hermosos hijos juntos, pero de alguna manera nunca se habían casado. Ahora, las cosas habían cambiado.
«Habíamos estado comprometidos durante años, pero cuando nos enteramos de mi diagnóstico, supimos que necesitábamos planear nuestro gran día con rapidez… Fue agitado planearlo todo en tan poco tiempo, pero siempre he querido casarme con Christopher», dijo Martine via Shareably.
Después de la ceremonia, el 28 de octubre del 2017, llegó el momento del tradicional primer baile, y Christopher tuvo una sorpresa para su nueva novia. «No tenía ni idea de que Christopher iba a levantarme de mi silla de ruedas, pero fue una sorpresa increíble», dijo Martine.
La pareja había elegido la canción «I Don’t Want to Miss a Thing» de Aerosmith.
«Christopher luchó para levantarme de mi silla de ruedas al principio, pero una vez que me había sujetado correctamente pudimos disfrutar de nuestro primer baile. Todos a nuestro alrededor estaban llorando y a pesar de que fue un día emotivo, me encantó cada segundo», dijo.
Christopher estaba decidido a hacer especial el día de su novia y se convertiría en un recuerdo duradero para ellos.
«Estoy paralizada de la cintura para abajo, pero Christopher se las arregló para que tuviéramos nuestro primer baile el uno en los brazos del otro», dijo Martine.
«Nunca imaginé que pasaría el día de mi boda en una silla de ruedas, pero fue perfecto. Tengo unos hijos, un marido, unos amigos y una familia increíbles, y para mí, eso es lo único que importa».
La joven pareja hizo que Internet derramara lágrimas colectivamente mientras la escena de amor agridulce se desplegaba con las palabras de la canción:
No quiero cerrar los ojos
No quiero quedarme dormido.
Porque te extrañaría, nena,
Y no quiero perderme nada.
A pesar de su condición, Martine mantuvo un espíritu alegre.
«Trato de tomar cada día como viene y no me atrevo a pensar demasiado en cuánto tiempo me queda de vida. Trato de no sentirme triste. Estoy contenta de no haber perdido mi cabello después de toda la quimioterapia. Es tan largo y me encanta», dijo a través del Daily Mail.
Lamentablemente, Martine falleció el 13 de febrero del 2019, a los 29 años de edad.
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