Un nuevo dispositivo médico permite a los ciegos volver a ver

Jason Esterhuizen siempre había soñado con ser piloto. Trágicamente, un accidente de auto lo dejó ciego. Ocho años después, puede volver a ver por primera vez gracias a un nuevo dispositivo médico.

Jason tenía 23 años cuando conducía en su Sudáfrica natal en diciembre de 2011. Mientras conducía, un peatón se le cruzó por delante de él. Jason giró para evitarlo, pero perdió el control del auto.

El auto chocó contra la acera y se dio la vuelta. Jason no llevaba puesto el cinturón de seguridad y su cara chocó con el tablero del auto antes de ser expulsado del mismo.

Jason se desvaneció y perdió la conciencia, y se despertó dos semanas más tarde después de haber caído en un coma inducido médicamente.

«Tengo suerte de estar vivo», dijo Jason a La Gran Época.

Pérdida de la vista

Jason perdió su ojo derecho, se desgarró el nervio óptico de su ojo izquierdo, se rompieron ambas córneas de los ojos, su nariz, su mandíbula, su pómulo y se fracturó el cráneo.

Cuando Jason se despertó por primera vez estaba en estado de shock. De hecho, pensó que estaba soñando. El médico llegó y le dijo que había tenido un accidente automovilístico y que, como resultado de sus lesiones, nunca podría volver a ver.

Jason se estremeció, y le costó aceptar el hecho de que era ciego.

«Honestamente, me llevó unos dos años hacer las paces conmigo. Estaba aceptando el hecho de que soy ciego», explicó Jason.

Después de que Jason se hizo cargo de su ceguera, comenzó a abrazar la vida cada vez más.

Comenzó a salir de nuevo, y se ponía a andar en motocicleta mientras seguía el sonido del todoterreno de su cuñado delante de él en su granja.

Empezó a salir con amigos de nuevo, y se adaptó a los retos de no poder ver. A pesar de experimentar días frustrantes, finalmente hizo las paces con el hecho de que sería ciego por el resto de su vida.

Fuera de la Oscuridad

Hace cinco años, Jason estaba escuchando un programa llamado «Carte Blanche» en Sudáfrica. Hubo una historia sobre implantes experimentales para pacientes con retinitis pigmentaria que estaba ayudando a restaurar su visión. La Escuela de Medicina David Geffen de UCLA se había asociado con la compañía Second Sight para desarrollar un dispositivo llamado Orion.

Antes de que Jason pudiera llegar a ellos, un amigo suyo ya lo había hecho en su nombre.

Jason fue invitado a Estados Unidos para participar en la prueba experimental del dispositivo en marzo de 2018. Después de su examen médico y psicológico, Jason fue programado para ser operado el 29 de marzo de 2018.

Los médicos de la UCLA extirparon una pequeña parte del cráneo de Jason y colocaron un implante con electrodos de 6o en la corteza visual de su cerebro. Luego reemplazaron el pedacito de cráneo y sellaron la incisión. Después de un mes de recuperación, los médicos examinaron cada electrodo del implante para ver cuáles eran los más efectivos.

Jason lleva un par de gafas de sol que llevan una pequeña cámara. La cámara traduce las imágenes en pulsos eléctricos, que estimulan los electrodos del implante en su corteza visual. El implante entonces envía pulsos eléctricos a su corteza visual primaria que le permiten ver de nuevo en gran medida.

«Ese primer momento en que lo encienden es increíble, pero creo que aún más conmovedor es escuchar historias sobre cómo usan el dispositivo y cómo se convierte en una parte tan natural de lo que hacen», dijo el Dr. Nader Pouratian.

Jason ahora puede ver el movimiento, puede distinguir entre la luz y la oscuridad, clasificar la ropa, identificar los objetos a su alrededor y cruzar la calle con seguridad.

«Cada vez que enciendo esta cosa y puedo ver cosas, me pone una gran sonrisa en la cara porque puedo ver algo de nuevo», dijo Jason.

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