Una organización sin fines de lucro con sede en Chicago está «iluminando las vidas» de miles de personas en todo el mundo envueltas en la oscuridad, proporcionándoles iluminación solar.
Todo comenzó cuando una madre de cinco hijos, Nancy Economou, en 2009 acompañó a su marido en un viaje de negocios a Filipinas.
«Mientras estaba allí, conocí a una joven que tenía cicatrices y quemaduras en toda la cara y le estaban aplicando pasta de dientes», dijo Nancy en una entrevista con el proyecto One Of a Million.
Ella recuerda haber preguntado qué estaba pasando y le dijeron que la joven se había quemado debido al uso de una lámpara de queroseno que los aldeanos utilizan como fuente de luz para completar su trabajo y las tareas domésticas, todo ello debido a la ausencia de alternativas.
«Volví a casa de ese viaje y me sentí llamada a llevar luces solares a la gente», comentó. Lentamente pero con seguridad su sueño ganó fuerza.
A continuación, en el verano de 2012, Nancy fundó Watts of Love en las afueras de Chicago. A pesar de no tener experiencia en iluminación o tecnología procedió a establecer su organización sin fines de lucro en colaboración con expertos en el campo.
La luz solar original de Watts of Love comprendía un panel solar junto con un MP3 y una radio para que la gente pudiera escuchar las noticias. En 2018, Nancy diseñó y patentó una nueva luz, que era más pequeña y ligera. Después de un día completo de carga al sol, según explica una reseña del producto en YouTube, la lámpara puede proporcionar hasta 120 horas de luz en su configuración más baja.
«Ellos pueden llevar físicamente esta nueva luz en su cuerpo o en su cabeza y tener las manos libres», dijo Nancy al proyecto One Of a Million. «Eso no parecía gran cosa, pero es algo enorme. Es un cambio de estrategia», añadió.
La primera ambición de Nancy era volver a Filipinas para compensar a la comunidad que la había inspirado a iniciar ese soñado proyecto. Desde entonces, como resultado de su misión, varias historias de éxito se han destacado en la familia Watts of Love como ejemplares.
El equipo conoció a Daisy, una madre de dos hijos que vive en la pobreza, cuando fue asignada como su «traductora local» en Haití. Ellos le regalaron una luz solar, pero Daisy, derrotada por las circunstancias no podía comprender su potencial.
Un año después, Watts of Love regresó. Daisy era una mujer cambiada.
«Daisy había comprado pollos», explicó el equipo mientras compartía su exitosa historia. «Pagó las facturas médicas de sus hijos y puso a sus hijos en la escuela». No dependiendo más del queroseno, Daisy había ahorrado dinero y estaba prosperando.
Sin embargo, no era solo Daisy cuya vida había cambiado para mejor. Watts of Love entregó más de 40,000 luces a personas y familias necesitadas en 46 países, impactando sus vidas de innumerables maneras.
«Una luz no es solo una luz», publicó Watts of Love en Facebook, en una de las muchas actualizaciones de las misiones en el extranjero. «Los voluntarios enseñan a los receptores de la luz solar que pueden ahorrar dinero al no comprar el peligroso queroseno para la luz», escribieron. «Pueden usar ese dinero para enriquecer la situación económica de su familia».
Recientemente, la organización sin fines de lucro también está cambiando vidas más cerca de casa. Tras el huracán Laura, el equipo de Watts of Love viajó al suroeste de Louisiana en septiembre, armado con 600 luces solares en busca de las familias e individuos afectados de Lake Charles y las comunidades circundantes.
Nancy recaudó algunos fondos y reunió un equipo de 10 voluntarios y con la ayuda de United Airlines que donó las millas para llevar al equipo a y desde Louisiana, se embarcaron en una misión para ayudar a los necesitados.
«He estado en muchos desastres, en Filipinas, Nepal, Mozambique, Puerto Rico, Bahamas y Texas», dijo Nancy, según un comunicado de prensa. «He visto mucha destrucción, pero esta fue la más extensa y severa que he visto. La gente estaba realmente necesitada».
Posted by Watts of Love on Saturday, September 12, 2020
«Allí había demasiada devastación», reflexionó Nancy, hablando con KPLC 7, «Watts of Love está realmente enfocado en la gente mayor y que vive sola».
Juntos, planearon traer luz a las vidas de aquellos en Louisiana.
Nancy declaró que sabe que hay alrededor de mil millones de personas en todo el mundo arrojadas a la oscuridad después del atardecer y que eso le da una sensación de urgencia.
«Hicimos un estudio final con la Universidad de Nueva York en enero [2018] sobre los impactos de Watts of Love en Haití», explicó al proyecto One Of a Million. «El estudio demostró que los dos factores más importantes que salieron de la distribución de la luz fueron la autoestima y la libertad económica».
«¿Quién hubiera pensado que podríamos crear esos cambios con una luz solar?», exclamó Nancy. «Literalmente podemos sacar a una familia de la pobreza en una generación».
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