Cuando la vida te da limones, haz limonada (…) o construye un puesto de limonada.
Esta filosofía inspiró a Mike Scaglione, de 42 años, a hacer un buen uso de sus manos durante el cierre por COVID, ya que antes trabajaba en la industria de dispositivos médicos, pero se quedó atrapado en casa con mucho tiempo durante la pandemia.
Sí, limones.
Así que este padre de Georgia decidió construir una casa en el árbol para sus hijos.
Sin ninguna formación de carpintería, aparte de unos cuantos videos de YouTube, fue un día a Lowe’s y volvió con un camión lleno de madera.
Siempre había querido construir una casa en el árbol para los niños, pero nunca había tenido tiempo para hacerlo.
«Al ver que sus hijos perdían todo lo que amaban, desde la escuela hasta los deportes y el tiempo con los amigos, quiso crear un lugar que los hiciera sonreír», dijo su esposa, Kristin, de 41 años, a The Epoch Times.
Con la idea en su mente, sin planos, construyó sobre la marcha y le sorprendió al darse cuenta lo mucho que le gustaba pasar horas al aire libre trabajando allí.
Poco a poco, construyó el fuerte del árbol en seis semanas. «¡Y a los niños les encantó!» dijo Kristin.
Al mismo tiempo, llevó un registro de la construcción y publicó fotos en las redes sociales. A la vista de algunos comentarios, le dio la idea a Mike de construir fuertes para más familias.
«¡Nadie compraría esto!», respondió él, riendo.
Pero publicó una foto de su fuerte en la página de Facebook de una madre local. Y esa sola publicación pronto obtuvo 60 solicitudes.
Y así nació el negocio familiar Firefly Forts.
Mike aceptó intentarlo y llamó a su amigo carpintero, mucho más experto que él, y empezaron a construir.
Desde que empezaron en otoño de 2020, ya completaron alrededor de 50 fuertes en su área, y ahora están reservando para la construcción a principios de la primavera de 2022.
«Nuestros primeros seis meses de construcción fueron casi exclusivamente de familias de las primeras publicaciones en Facebook», dijo Kristin. «Rápidamente se corrió la voz de nuestros fuertes en nuestra ciudad y luego en toda la zona de Atlanta e incluso en todo el país».
Kristin describe la construcción de una casa en el árbol como algo diferente a una cubierta, ya que esta forja una conexión emocional con las familias, cuyos hijos, cuando está terminada, a menudo sienten que es el «mejor día de sus vidas».
Lo que empezó como un pasatiempo en el patio trasero para matar el tiempo durante una pausa en la vida se convirtió en un satisfactorio negocio familiar; la familia incluso están planeando hacer de Firefly una franquicia para poder expandirse a las familias de todo el país.
A continuación, algunos de las más notables casa de árbol de Firefly:
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