Una novia cuyo padre sufrió un ataque al corazón el día de su boda se las arregló para ir al altar con él, al trasladar la ceremonia a un hospital.
«No era lo que habíamos planeado, pero todo fue mágico, o incluso más», dijo Alesha Strycharz, de Blackstone, Massachusetts.
La directora de marketing Alesha, de 29 años, conoció al director de proyectos de construcción Bruce Baisch Jr, de 37 años, en 2011 en la asignatura de alemán 101 en la universidad, y se enamoraron a través de bromas privadas y notas escritas a mano.
Se comprometieron ocho años más tarde, después que Bruce le propuso matrimonio a Alesha en una góndola con una carta escondida dentro de una botella que flotaba en un lago.
«Cuando se arrodilló, una familia de patos y una pareja de cisnes nadaron junto a nuestro barco. Fue adorable», recuerda Alesha de la propuesta.
Sin embargo, debido a la pandemia, la fecha de la boda se aplazó hasta el 7 de mayo de 2021, y se iba a celebrar en el Briar Barn Inn de Rowley, Massachusetts.
La mañana del día de la boda, mientras el padre de Alesha, Edward Strycharz, de 59 años, estaba sentado en la habitación del hotel, empezó a sufrir dolores en el pecho.
«Pensé que solo estaba nervioso y que tenía un poco de ansiedad», dijo Alesha. «Cuando llegué a su habitación del hotel, supe que no era ansiedad y que tenía una emergencia médica».
Edward, conductor de suministros médicos, insistió en que solo era una indigestión por la cena del ensayo de la noche anterior a la boda, pero Alesha dijo que su padre se quejaba continuamente de que le dolía el brazo izquierdo, un síntoma común de un ataque al corazón.
«Mantuve la compostura mientras esperábamos a que llegaran los paramédicos, aunque estaba aterrorizada. No quería que me viera asustada y se angustiara más», dijo Alesha.
Edward fue trasladado al Hospital Beverly y los paramédicos determinaron que estaba sufriendo un ataque al corazón. Lo trataron con nitroglicerina y aspirina infantil en la ambulancia.
«Cuando se lo llevaron en ambulancia, el primer pensamiento que se me pasó por la cabeza fue cancelar la boda», dijo Alesha. «Habíamos pasado más de un año planeando este día, pero no me parecía bien celebrar la boda sin que mi padre estuviera allí».
«Mi padre sabía perfectamente todo lo que estaba sucediendo, estaba muy emocionado por poder hacer parte del día y acompañarme al altar».
Inicialmente, parecía un pequeño ataque al corazón que se podía controlar médicamente y Edward podía seguir acompañando a su hija al altar en el lugar de celebración como estaba previsto.
Sin embargo, a las 2 de la tarde, cuando llegaron las pruebas, se comprobó que tenía dos arterias obstruidas y que era necesario una operación a corazón abierto.
Los médicos dijeron que era demasiado arriesgado permitir que Edward saliera del hospital hasta después de la operación, así que las enfermeras diseñaron un plan para realizar la ceremonia de Alesha y Bruce en el Jardín Healing Ayer del hospital.
Alesha llamó al sacerdote y Bruce llamó a sus fotógrafos y camarógrafos y los redirigió a su nuevo lugar de la ceremonia.
«No trajimos mucho más que a nosotros mismos, nuestra familia más cercana y nuestros anillos», dijo Alesha. «¡Las enfermeras fueron unas auténticas superestrellas! Llevamos el traje de mi padre, su boutonniere, su corbata y sus zapatos, y lo vistieron completamente para la ocasión».
«Nos ayudaron a planificar el lugar de la ceremonia en el patio, nuestro camino de procesión y dónde haríamos la primera mirada con mi padre», añadió.
Además de ofrecer café a los novios, las enfermeras también compartieron palabras de ánimo y emoción mientras esperaban que el padre de Alesha se vistiera.
Alesha y Bruce se casaron oficialmente en el hospital después de que el orgulloso padre, Edward, pudiera entregar a su hija.
«Tuvo un papel estelar en la boda. Pudo acompañarme al altar y entregarme a Bruce como siempre habíamos planeado», dijo Alesha. «Era muy importante que estuviera allí. Mi madre falleció cuando yo tenía 7 años, y entonces mi abuela se encargó de ayudar a mi padre a criarme».
En 2015, la abuela de Alesha falleció y por tanto explicó que no tener a su padre como parte de la boda era «casi innegociable.»
Después de una emotiva despedida de su padre, los recién casados se dirigieron a Briar Barn para celebrar una segunda ceremonia con el resto de invitados.
Edward se sometió a una exitosa operación de bypass el 12 de mayo y le dieron de alta del hospital cinco días después.
Ahora descansa en casa y espera que los Boston Bruins ganen la Copa Stanley este año.
Con información del personal del Epoch Times.
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