Un padre de tres hijos de Phoenix, Arizona, adoptó un enfoque de amor duro para reprender a su hijo adolescente que robó el Range Rover de la familia para dar un paseo. El preocupado padre dejó las pertenencias de su hijo en la acera y las regaló.
Ramon Martínez insistió en que Ángel, su hijo de 14 años, se sentara en su cama en la puerta de su casa con un cartel escrito a mano que decía: «Lamento haber robado el auto de mis padres y ‘exceder el límite de velocidad'».
Para hacer un ejemplo público del delito de su hijo, Ramón se conectó a Facebook en vivo para grabar el momento en que su hijo regalaría sus pertenencias en plena calle. En el momento de escribir este artículo, 184,000 usuarios de las redes sociales habían visto y presenciado este castigo fuera de lo común.
«Hoy, su habitación está 100 por ciento vacía y estamos regalando todas sus cosas», dijo Ramón a Fox 10. «Sobre todo para disculparnos. También somos vecinos».
«Podría haber atropellado a alguien. Podría haber pasado algo muy malo», dijo el padre.
Los vecinos de la familia fueron interrumpidos por el paseo de Ángel, según el informe. El adolescente tomó el auto mientras sus padres estaban en Las Vegas, celebrando su aniversario y lo condujo a altas velocidades por el vecindario.
Ramón y su esposa, Nancy, se enteraron de la indiscreción de su hijo a través de una llamada telefónica del Departamento de Policía de Phoenix.
Angel lo perdió todo en cuestión de horas: su televisor de pantalla plana, su cama, su cómoda, e incluso el contenido de su armario.
«Solo quería conducir, pero no tengo licencia, así que lo tomé», dijo el adolescente a la agencia de noticias. «Puedo lavar el coche y yo estaba como, no tengo nada para secarlo, así que lo voy a llevar a dar una vuelta hasta que se seque».
Ramon dijo que su hijo dormirá en el sofá durante un tiempo para asegurarse que aprendió la lección.
«Es un poco raro, pero creo que es un castigo justo», dijo el adolescente.
Para algunos, el castigo poco ortodoxo de Ramón para su hijo puede parecer divertido comparado con lo que podría haber ocurrido. Sin embargo, según el abogado defensor Ave Mince-Didier, pasear en un auto robado suele ser considerado como un delito menor, pero en ciertas circunstancias puede ser acusado como un delito grave.
Mince-Didier dijo que desde que existen los coches, han habido paseos en autos robados. En los primeros tiempos, las personas que no poseían o no podían permitirse sus propios vehículos, en ocasiones «tomaban prestado» uno para experimentar la emoción de conducir; la ley respondía elaborando criterios para diferenciar a los que circulan en un auto robado por el placer de los verdaderos ladrones.
«Reconociendo que una persona que toma un vehículo para conducir por placer suele ser menos culpable y en general menos compleja que un ladrón», dijo el abogado que «la mayoría de los legisladores estatales clasifican la sustracción temporal de un vehículo como un delito menos grave que el robo, y que se castiga con menos severidad».
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