A cualquier padre se le rompería el corazón si su hijo se sintiera excluido o no tuviera a nadie con quien ir a almorzar. Así es exactamente como Bob Cornelius, de Nueva Jersey, se sintió cuando se encontró con la respuesta de su hijo a una pregunta de su tarea.
En ese día en particular en septiembre de 2016, Bob asistió a la «noche de regreso a clases» de su hijo Christopher, que entonces tenía 11 años. Esperaba conocer a los maestros y tal vez tener una agradable charla con los otros padres presentes. En cambio, lo que vio fue una dolorosa sorpresa.
Mientras Bob caminaba por la escuela, vio todos los proyectos recientes de los niños colgados en la pared. El proyecto de Christopher era solo un pequeño recorte pegado a un pedazo de papel de construcción de color rojo brillante.
El proyecto, titulado «Primicia interior: hechos fascinantes acerca de su servidor», era un cuestionario que daba a los lectores un poco de conocimiento sobre cada autor infantil: en qué grado se encuentra, qué edad tiene, su comida favorita, deportes, programas de televisión, canciones, actividades escolares y los nombres de algunos de sus amigos.
Bob notó inmediatamente una respuesta al proyecto de clase de Christopher que le rompió el corazón. En la línea donde su hijo debería haber escrito los nombres de sus amigos, puso «nadie».
Christopher se encuentra dentro del espectro autista, explicó Bob en un posteo de Facebook. Así que, naturalmente, le destrozó el corazón saber que Christopher no tenía amigos en la escuela.
«Nunca antes cinco letras habían sido tan profundas, y ni siquiera estaban dirigidas a mí… fue una declaración demasiado simplista que lo decía todo», escribió Bob en el posteo. Y añadió: «Sé que esta desconexión lo hace sentir solo y triste».
El padre compartió que su hijo, que a veces agita los brazos, hace ruidosos sonidos roncos y hace las mismas preguntas repetidamente, nunca tuvo realmente un amigo. Christopher había preguntado si podía invitar a alguien a su casa cuando vio que sus hermanos habían tenido muchas fiestas de pijamas a lo largo de los años.
Pero tristemente, Christopher no tenía a nadie a quien invitar. «Porque no tenía un amigo. Nunca ha tenido un amigo de verdad. Nunca», escribió Bob.
Bob sintió el dolor de su hijo, y creó el posteo en Facebook esperando que difundiera la conciencia de un problema extremadamente común entre los niños con necesidades especiales: son excluidos por los otros niños de la escuela porque son diferentes.
«Hasta donde yo sé, (excepto por una vez), los compañeros de clase de Christopher nunca han sido abiertamente crueles con él», escribió el padre. «Lo que han hecho, sin embargo, es excluirlo. Y francamente, entiendo esto… porque Christopher no puede involucrarlos de una manera típica, entonces se queda atrás… excluido», agregó.
El dolor de Bob lo llevó a hacer todo lo que pudo para ayudar a Christopher y a otros niños como él. Dijo que a los niños: «Claramente no se les enseñó a abrazar y aceptar las diferencias de los demás».
Instó a otros padres a tener una conversación con sus hijos sobre la empatía y a enseñarles: «Lo increíble que es incluir a los que son un poco diferentes».
«Por favor, díganles que los niños con necesidades especiales entienden mucho más del crédito que les damos», escribió Bob.
«Se dan cuenta cuando otros los excluyen. Se dan cuenta cuando se les toma el pelo a sus espaldas (muchas veces, ‘a sus espaldas’ es justo delante de ellos porque piensan que el niño ‘diferente’ no entiende)», continuó. «Confía en mí cuando te digo que esto les hace daño», agregó.
El poderoso posteo se volvió viral, tocando profundamente el corazón de los lectores. Bob entonces publicó su dirección para cualquiera que deseara enviarle una tarjeta a su hijo. Desde entonces, tarjetas, regalos y cartas comenzaron a llegar a Christopher por cientos de personas de todo el mundo.
Christopher Cornelius, 11yr w/ autism says his friend is «no one» will find letters, pkgs waiting for him! #New12NJ pic.twitter.com/rNQ24kiop8
— Vanessa Freeman (@VanessaFreeTV) 23 de septiembre de 2016
¡Algunos niños incluso se ofrecieron a ser amigos de Christopher! ¿No es asombroso cómo el mensaje del padre amoroso ha enseñado a los niños a identificarse con los demás y a mostrar compasión por sus compañeros? Estamos seguros de que ahora Christopher tiene más amigos de los que puede contar.
Mira el video a continuación:
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