Cuando el pequeño hijo de Justice Smith quiso dar todo el dinero que traía a un hombre sin hogar, una avalancha de pensamientos le inundaron porque creyó que darle solo 30 centavos no harían una diferencia. Pero un giro en su pensamiento lo hizo apoyarlo y recibir una gran lección como padre, al ver el resultado del noble gesto.
Mientras esperaba en un semáforo, Justice Smith, de Nashville, Tennessee, observó a un hombre sin hogar de mediana edad. Un tanto decepcionado porque no traía efectivo para darle, el joven se limitó a saludarlo con una sonrisa.
De lo que no se percató el padre, fue que Justus Mateo, su hijo de cinco años, también estaba observando.
«Y entonces sucedió… Sin pensarlo, insistió en que le diera al hombre los 30 centavos que llevaba en el bolsillo. Es casi como si escuchara mis pensamientos y respondiera en voz alta», escribió Smith en su Facebook.
Sin embargo, Smith también dijo: «Casi meto la pata a lo grande», cuando comenzó a dudar entre apoyar al niño en su noble gesto o pedirle que esperara a que trajeran por lo menos un dólar.
En su cabeza, 30 centavos no harían la diferencia para alguien que «claramente necesitaba toda la ayuda posible».
«Mi propio orgullo y mis pensamientos sobre la desconocida reacción del indigente al recibir solo dos monedas se interponían en el camino», agregó el joven padre.
Pero Smith rápidamente dio la vuelta a sus pensamientos. Reflexionó que si le decía a su hijo que esperaran a tener un dólar, le estaría enseñando que tan solo su acción no era suficiente para marcar la vida de alguien, aunque le estuviera dando todo lo que tenía.
«Casi le enseñé que el orgullo era más importante que ayudar a otro ser humano necesitado», expresó.
Con el semáforo a punto de ponerse en verde, Smith bajó la ventanilla y le dio al hombre las monedas, explicándole que era todo lo que traía su hijo ―que acababa de cumplir cinco años―, y se las quería compartir.
En una carta enviada a Love What Matters, Smith relató que la cara del hombre sin hogar se iluminó al recibir las monedas y, al mismo tiempo, le dijo: «¡Dios te bendiga pequeño! Muchas gracias».
Y como todo acto de bondad genuina que alcanza y contagia todo lo que toca, la acción pura de Justus Mateo generó una reacción en cadena en los conductores. Aunque el semáforo pasó a verde, lejos de que sonara el claxon de los automóviles, varias personas imitaron el gesto del pequeño.
«El número de personas que bajaron sus ventanillas en el último segundo después de su gesto de dar a este hombre fue simplemente increíble», dijo Smith.
«¿Quién iba a saber que sería nuestro hijo de 5 años el que empezaría la bendición?», agregó.
Toda la situación hizo que el joven padre se cuestionara cómo es que estuvo a punto de permitir que sus «inseguridades» o su «vergüenza infundada» contradijeran la educación que hasta ese momento había dado a su hijo.
«Nuestro pequeño, sin siquiera darse cuenta, me recordó una vez más con sus acciones que siempre se trata del corazón. No importa lo mucho o lo poco que tengas; dar con amor y sinceridad a menudo bendecirá a los otros más de lo que pensamos», reflexionó.
Aunque Smith dudó en un primer momento en hacer pública la bella historia, cuando decidió compartirla en sus redes sociales rápidamente se viralizó.
En otra publicación de FB, el padre dijo que no podía estar más orgulloso de su pequeño, y de la «sinceridad de su corazón y sus acciones».
«Como el padre de Justus Mateo, no puedo hacer nada más que dar gracias a Dios por permitirme ser parte de su viaje en este mundo loco», agregó.
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