Se hacen llamar «odontoruteros» y son una pareja de dentistas que inició la aventura de viajar en una camper por el norte de Chile ofreciendo sus servicios de forma completamente gratuita.
Lorena Álamo de 35 años y Felipe Viterbo de 43, son dos dentistas comprometidos con su profesión y sus pacientes. Así que decidieron llevar este compromiso más allá, fusionando un sueño personal —viajar a través de su país— con asistencia dental gratuita.
«Nos dimos cuenta que teníamos el mismo sueño de recorrer Chile en una camper y se nos alinearon los planetas y apareció una posibilidad, nos compramos la camper y armamos el proyecto», dijo Álamo al medio local El Diario de Atacama.
La planificación del viaje duró un año y estaba programada para iniciar en marzo del 2020, sin embargo, la pandemia mundial debido al virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, suspendió los planes.
La pareja se conoce desde hace 15 años y finalmente se casaron antes de iniciar el viaje, esta vez programado para enero de este año. Así que el viaje se convirtió también una luna de miel. Para hacer más completo el trayecto, la pareja va acompañada de sus 4 perros: Pipa de 10 años , Canela de 7, Félix de 6 y Mila de 5.
El plan del viaje es seguir una ruta por las costas del norte de Chile. La meta es atender a 1500 pacientes de manera completamente gratuita en lugares donde no hay dentistas locales.
La idea originalmente era cobrar lo mínimo a las personas para poder sustentar los costos del viaje. Pero después de tener reuniones con empresas, tanto grandes como pequeñas, fueron reuniendo apoyo económico y productos para la atención dental, informó Atakamaoutdoor.
«Así nació la idea de que en vez de cobrarle a las personas un mínimo, las empresas costearan esta atención para que fueran 100% gratuitas para ellos», dijo Álamo.
El proyecto de los odontoruteros ha tenido también el apoyo de familiares, amigos y simpatizantes de la causa. Han recibido para el viaje desde anestesia, agujas, pasta y cepillos dentales, hasta comida para perro, Internet móvil, jabón y bolsas biodegradables.
La pareja utiliza su camper para trasladarse, cocinar y dormir. Además, llevan una clínica dental portátil que incluye un sillón dental plegable y transportable de 40 kg y un compresor, que instalan en los lugares donde llegan. Pueden atender urgencias, hacer limpiezas, restauraciones de resina, extraer dientes y arreglar prótesis dentales. Básicamente todo lo que se puede hacer en un consultorio, compartieron al mismo medio.
La pareja se siente con la responsabilidad de devolver un poco, gracias a la vida que les tocó vivir: «Ambos hemos sido muy suertudos de las oportunidades que hemos tenido y agradecemos infinito a nuestras familias por eso».
Han puesto su corazón y están dispuestos a dar un año completo de sus vidas atendiendo a personas de escasos recursos que no pueden pagar una visita el dentista.
El viaje ha sido muy gratificante, y Álamo relata que han tenido un recibimiento cálido en las comunidades que han visitado, como Punta lobos, Barranquilla, Puerto Viejo y Los pulpos.
Cortesía de Lorena Álamo y Felipe Viterbo/Odontoruteros
Aunque la pareja tiene experiencia trabajando en el servicio público, les impresionó de manera notable atender a personas de 70 años que nunca habían visitado el dentista, «(…) Sabíamos cómo era, pero encontrarse con gente de 70 años que nunca ha ido al dentista, ha sido impresionante» dijo Álamo a El Diario de Atacama. «Básicamente por difícil acceso, el costo, o porque ellos mismos han sido dejados y un montón de cosas», agregó.
Hasta ahora, los odontoruteros han atendido a 500 pacientes, y han documentado su viaje a través de redes sociales, donde se les puede seguir y contactar para apoyar su proyecto. También, por estos medios las personas han sabido de su viaje y ya los están esperando.
«Cada día me encanta verlos haciendo de las suyas, son geniales. Solo pedirle a DIOS que les de salud fuerza mas inteligencia y mucha mas sabiduría, y lo mas importante, ¡muchas bendiciones! Un abrazo desde mi Quilicura querida», comentó una usuaria.
Durante el viaje, la pareja se queda en algunos sitios tanto por gusto personal, como por la necesidad del servicio dental de los pobladores locales. Viterbo compartió que Puerto Viejo, un lugar en el que hicieron parada, «es una hermosa región con lugares increíbles y en general poco explorada», de acuerdo al mismo medio.
Con esta experiencia de vida, la pareja reflexionó: «No ganaríamos ni un peso pero nos haríamos millonarios de experiencias y sabemos que llegaríamos con el corazón llenito de alegría y satisfacción».
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