Una pareja de Illinois se apoyó mutuamente en un increíble viaje para perder peso, eliminando entre los dos más de 300 libras (aproximadamente 136 kg) y eliminando la prediabetes con un plan de alimentación baja en carbohidratos y alta en grasas. La pareja está inspirando a muchos con su asombrosa transformación.
Ethan Spiezer, de 36 años, y su esposa, Rebecca, de 41, utilizaban la comida como consuelo desde su infancia. Sin embargo, Ethan llegó a su punto álgido en 2017, pesaba más de 400 libras (aprox. 181 kg). Al ser obeso mórbido, Ethan se dio cuenta que su propia salud estaba en riesgo y decidió cambiar su estilo de vida.
A los pocos meses de la transformación de Ethan, Rebecca se unió a su esposo en su proceso para perder peso. Hasta este momento, Ethan pasó de una talla 6X a una XL.
«El trabajo en equipo hace que el sueño se cumpla», dijo la pareja en su página de Instagram.
El momento en que Ethan tocó fondo fue en unas vacaciones a San Diego, reportó Bored Panda.
«Necesitaba una extensión del cinturón de seguridad en el avión, no cabía en las atracciones del parque de diversiones y estaba sin aliento y cansado todo el tiempo», dijo al medio.
«Mi esposa también la pasó mal. Mi madre había fallecido recientemente y yo estaba muy deprimido», añadió. «Me di cuenta que era muy importante estar ahí para mis hijos, así que decidí hacer el viaje».
Ethan comenzó la dieta cetogénica —un régimen alimenticio rico en grasas, medio en proteínas y bajo en carbohidratos— con ayuno intermitente, limitando su consumo de alimentos entre el mediodía y las 8 de la noche.
Perdió más de 130 libras (aprox. 59 kg) en 10 meses, de forma saludable. Ethan dijo que su estrategia mental fue sencilla: dar un paso a la vez.
«Sabía que lo podía hacer un día, aunque no lo pudiera hacer una semana», dijo. «Así que lo hice un día, y luego continué haciéndolo una y otra vez».
Ethan integró las bandas de resistencia en una nueva rutina de ejercicios y, en poco tiempo, empezó a notar cambios radicales en su salud. Este padre casado no solo revirtió la prediabetes, sino que ya no tiene la enfermedad del hígado graso, ya no necesita inhaladores para el asma y su presión arterial volvió a ser normal, reportó Bored Panda.
Rebecca, después de adoptar sus propios hábitos alimenticios saludables, perdió 100 libras (aprox. 45 kg) en 14 meses. Redujo el dolor de su fascia plantar (un ligamento que conecta el hueso del talón con los dedos del pie) y el dolor crónico en otras partes de su cuerpo que se había agravado por la obesidad.
«Se interesó por la cocina saludable y prepara comida deliciosa para toda nuestra familia», dijo Ethan al medio. «¡Tener a una esposa que apoye hace que cualquier cosa, desde lavar los platos hasta perder 300 libras, sea mejor!».
Poco a poco, Ethan optó por reintegrar la fruta y algunos carbohidratos complejos en su alimentación, mientras que Rebecca continuó con la dieta cetogénica. A los 20 meses, Ethan había perdido 90.7 kg. Desde ese punto, decidió perder 12 kilos más, de forma lenta y constante.
«Obviamente, la confianza en uno mismo aumenta», dijo Ethan, recordando que la gente a veces evitaba sus sonrisas cuando era obeso.
«Ahora, cuando los desconocidos responden a mis sonrisas casi el 100 por ciento de las veces, es reconfortante», añadió.
Ethan dijo a Bored Panda que fue difícil mantenerse en la tarea durante las semanas en las que la báscula no indicó ningún cambio de peso. También fue difícil seguir el ritmo de los miles de comentarios que la pareja recibió tras compartir su historia en una página de Instagram dedicada, @ethanandbecky.
«Asumimos, a menudo incorrectamente, que la pérdida de grasa está directamente relacionada con los números de la báscula», dijo. «Pero no siempre es cierto».
Ethan y Rebecca se sienten muy contentos de que su viaje esté inspirando a otros a creer que también pueden perder peso y mejorar su salud.
«Me hace pensar que todos los años de dolor como una persona enorme habrán valido la pena si ahora puedo inspirar o ayudar a otros», dijo Ethan al medio.
«Intento hacer llegar mi mensaje para que la gente sepa que esto es posible sin necesidad de cirugía, esteroides, alimentación extrema u horas de ejercicio diario (…) Si nosotros pudimos hacerlo, cualquiera puede. Lo más curioso para mí ha sido que más del 99 por ciento de los comentarios han sido positivos».
Durante el periodo de cuarentena de 2020, Ethan y Rebecca engordaron 6 kilos cada uno. Pero después de cultivar la disciplina y el autoperdón crucial, en poco tiempo volvieron a la pista.
Según Bored Panda, la pareja sigue sufriendo dismorfia corporal, una afección que consiste en enfocarse obsesivamente en un defecto físico percibido. Ethan y Rebecca tienen la piel suelta tras su extrema pérdida de peso, lo que a veces les cuesta aceptar, pero ambos optan por enfocarse en sus logros.
«Intentamos decirnos a nosotros mismos que es una cicatriz de batalla, pero la cicatriz de una batalla que estamos ganando», dijo Ethan.
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