Una pareja quedó atónita al encontrar un pozo secreto de 200 años de antigüedad debajo del pasillo de su cabaña cuando comenzaron las renovaciones.
Victoria Ellington, de 36 años, y su esposo, Andrew, de 40, quedaron asombrados cuando descubrieron el agujero de 27 pies junto a la puerta principal.
Una vez explorado, descubrieron que el pozo, que se cree que tiene siglos de antigüedad, todavía contenía agua cristalina.
La pareja, de Redcar, North Yorkshire, no podía soportar tapar este elemento, así que decidieron buscar una manera de incorporarlo a su decoración interior.
Después de meses de arduo trabajo, lograron instalar una bomba para crear su propio pozo de los deseos, cubierto por un vidrio protector.
La pareja ahora alquila la propiedad frente a la playa, llamada Bute Cottage, a turistas que pueden disfrutar de este peculiar espectáculo acuático.
«Compramos la cabaña durante el cierre de COVID-19 de 2020 y Andrew, que es constructor, comenzó a renovarla», dijo la Sra. Ellington, madre de dos hijos. «Estábamos planeando agregar una extensión y construir una casa familiar, pero los cimientos comenzaron a resbalarse y supimos que algo estaba pasando».
Su esposo encontró un agujero y se dio cuenta de que era un pozo profundo en la parte superior de la propiedad, junto a la puerta principal. Había estado cavando en los cimientos pero descubrió que toda la tierra seguía cayendo en un agujero.
«Simplemente me envió una foto y me dijo: ‘Dios mío, ¿has visto esto?’«, dijo. «Entonces supimos que no podíamos construir una extensión, así que Andrew decidió convertirla en parte del edificio y pudimos alquilar la cabaña».
En lugar de pavimentar el pozo, la pareja lo cubrió con una pasarela de vidrio y cubrió las paredes del pozo con luces para resaltarlo.
«Nuestros hijos estaban entusiasmados por tener un pozo de los deseos, así que pensamos que deberíamos hacerlo realidad», dijo la Sra. Ellington, madre de Oscar, de 5 años, y Henry, de 9. «Hemos colocado luces en las paredes del pozo y el vidrio está templado».
Ahora pueden bombear agua del pozo e incluso instalaron una pequeña ranura para que la gente inserte monedas y pida deseos.
«Se puede ver hasta el fondo», dijo. «Andrew intentó medirlo varias veces y creo que tiene alrededor de 27 pies de profundidad».
La pareja completó las renovaciones a principios de mayo y ahora alquila la cabaña de dos habitaciones por 629 libras a la semana.
«El pozo lo hace un poco diferente», dijo Ellington. «Cuando lo vi, quedé totalmente impresionado, y cada vez que lo veo, me encanta».
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