Una pareja de Sídney, Australia, que celebraba su 20º aniversario de boda en la isla de Lord Howe, en Nueva Gales del Sur, dio una grata sorpresa a una pareja de ancianos —que celebraban su 60º aniversario de boda— pagando anónimamente su comida.
En febrero, Julie y Steven McMaster celebraban sus 20 años de matrimonio en un restaurante de la isla de Lord Howe y se sentaron por casualidad junto a la pareja de ancianos que celebraban su 60º aniversario. Julie, de 45 años, se puso a charlar con la anciana y la encontró realmente simpática y encantadora.
Cuando la madre de dos hijos adolescentes le dijo a la anciana que ella y su marido celebraban ese día su 20º aniversario de boda, la mujer le contó que ellos celebraban su 60º aniversario. También reveló que habían visitado la isla de Lord Howe ocho veces y que habían estado de luna de miel allí hace 60 años.
Conmovida por su amabilidad y al ser testigo de su hermosa relación, Julie se acordó de sus propios padres, a los que estaba muy unida, dijo a The Epoch Times.
Ser testigo de su amor mutuo le tocó la fibra sensible. Le dijo a su marido que quería invitar anónimamente a la pareja de ancianos a la cena de su 60º aniversario, un gesto amable que esperaba que hiciera la celebración dulce e inolvidable.
Steven se mostró de acuerdo y consideró que era una gran idea.
«Parecen una pareja encantadora», dijo Julie. «Solo quería hacer algo que, con suerte, lo hiciera un poco más especial».
Más tarde, esa misma noche, Julie se dirigió a los camareros y se encargó de pagar la cuenta. Para su sorpresa, se enteró de que no solo era el 60º aniversario de la pareja, sino también el cumpleaños de la mujer. Pronto se encendieron las velas y la gente del restaurante cantó el «Cumpleaños feliz». No fue hasta entonces cuando descubrieron que la mujer de la tercera edad se llamaba Helen.
En una cadena de coincidencias aparentemente felices, cuando los McMaster regresaron a su habitación esa noche, Julie se dio cuenta de algo más.
«Sigo las cuentas de las redes sociales de turismo de la isla de Lord Howe en Facebook e Instagram», dijo Julie. «Se me ocurrió que recordaba haber visto un comentario de una señora que había mencionado que iba a celebrar su 60 aniversario, y rápidamente tomé mi teléfono».
Al encontrar la publicación, Julie se alegró de saber que el nombre de la mujer era Helen.
En un momento de absoluto asombro, Julie le contó a su marido la sorprendente coincidencia. Aunque en la cena no había atado cabos, le impactó saber que la mujer con cuyo comentario se había cruzado dos semanas atrás estaba sentada justo al lado de ella y su marido en la cena de esa noche.
Aunque esto no fue suficiente para dejarla boquiabierta, en ese momento el marido de Julie puso una lista de reproducción aleatoria de Spotify en su altavoz Bluetooth y la canción que escucharon fue «Happy Birthday, Helen», de un grupo australiano, Things of Stone and Wood.
Al día siguiente, aunque Helen y su marido, Robert, se habían marchado, había una nota escrita a mano esperando a los McMaster con el personal del restaurante.
Aunque Julie y su marido habían tenido la intención de pagar anónimamente la comida de la pareja, parece que Helen y Robert se habían enterado de su amable gesto.
En la nota, agradecían a la pareja su «encantadora sorpresa», en su especial velada de celebración.
Julie, viendo la belleza en los extraños acontecimientos, compartió más tarde su anécdota en Facebook, escribiendo: «Realmente sentí que había un poder superior trabajando de alguna manera».
Su publicación resonó en los internautas, que se sintieron conmovidos por la generosidad de la pareja. Desde entonces han recibido comentarios conmovedores y de felicitación de muchos. Los McMaster no querían que se les elogiara por su acto de bondad, dijo Julie a The Epoch Times, pero esperan que esto pueda inspirar a otras personas y motivarlas a hacer lo mismo.
Con todas las bendiciones que tiene en su vida, Julie considera que si puede hacer algo para conectar con otras personas y demostrar un poco de amabilidad, vale la pena el esfuerzo, especialmente en un momento en que tantas personas se han enfrentado al difícil período de estar aisladas de su familia y seres queridos.
«Solo hay que pensar que un poco de amabilidad puede llegar muy lejos», dijo Julie. «Ya sabes, nadie sabe por lo que está pasando la gente, o, ya sabes, qué batallas están luchando».
Si un simple acto de generosidad o amabilidad «aporta un poco de felicidad o un poco de alegría, entonces ¿por qué no?».
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