Una pareja recrea la fotografía de su boda de hace 65 años en la que saludaban a un tren que pasaba, algo que la novia hacía todos los días cuando era niña.
George y Margaret Stone celebraron su aniversario el 5 de septiembre siguiendo una tradición que se remonta a décadas atrás.
Margaret y su hermana Janet pasaron su infancia saludando a los trenes que pasaban por delante de su jardín, y los maquinistas a menudo les devolvían el saludo. Margaret se pasaba horas saludando a los trenes de vapor de Londres a Penzance, que solían pasar retumbando por delante de su casa de Wiltshire, en el suroeste de Inglaterra.
Tanto es así que incluso el día de su boda, el 5 de septiembre de 1959, Margaret y su entonces nuevo marido, George, no dejaron de saludar al tren desde la granja familiar de Easterton, cerca de Devizes. Margaret y su hermana incluso hicieron una tarta de bodas, que compartieron 300 empleados de la Región Occidental de los Ferrocarriles Británicos.
Para celebrar su 65 aniversario este año, la pareja recreó la foto especial que tomaron el día de su boda.
También recibieron un pastel especial de Great Western Railway (GWR), en agradecimiento al gesto de Margaret en 1959, la víspera de su boda.
«Era una de esas cosas encantadoras que hizo mi madre», dijo Annette, la hija mayor de la pareja, y añadió que, de niña, su madre corría al jardín para saludar a los trenes en movimiento, y los maquinistas “siempre le devolvían el saludo”.
El abuelo de Margaret era jefe de estación en la estación de tren de Saltash y su hermano era jefe de estación en Perranwell.
«Pasó su infancia saludando a los trenes», dice Annette, “y es encantador ver cómo desarrolló ese vínculo con los maquinistas y los bomberos”. «Sesenta y cinco años de matrimonio es algo realmente especial que celebrar».
Tras su boda, la feliz pareja se trasladó a Cornualles. Después de dedicarse a la agricultura y dirigir un hostal, se hicieron cargo de Payne’s Picnic Garden en Carbis Bay, que convirtieron en el Cottage Hotel. Después de 25 años, pasaron a dirigir Beck’s Fish and Chips, un restaurante de comida rápida tradicional británica muy apreciado por lugareños y turistas desde 1989.
Dan Panes, jefe de Comunicaciones Externas de GWR, declaró: «Esta historia nos cautiva cuanto más la investigamos».
«Margaret era una auténtica fanática de los trenes cuando era niña y se llevaba muy bien con los maquinistas, que hacían sonar los silbatos de los trenes al pasar». Parecía sacada de «Los niños del ferrocarril».
«El hecho que horneara un pastel de boda para sus colegas ferroviarios fue un gesto maravilloso, así que estábamos decididos a celebrar su 65 aniversario de boda devolviéndoles el favor».
La pareja, que ahora vive en Carbis Bay, Cornualles, tiene seis hijos —Annette, Nicola, Richard, Robert, Sarah y Rachel— y 18 nietos, con un bisnieto que llegará el año que viene.
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