Una pareja de Carolina del Norte se llevó una de las mayores sorpresas de su vida cuando recibió a su tercer hijo.
Nancy Ray, antigua fotógrafa de bodas, y su marido, Will, de Raleigh, eran padres de dos niñas, por entonces de 2 años y 8 meses, cuando se enteraron que esperaban un tercer bebé en 2018.
«Nuestro tercer embarazo fue una completa sorpresa, así que estábamos sorprendidos, anonadados y emocionados por igual», dijo Nancy a The Epoch Times por correo electrónico. «No podíamos creer que íbamos a aumentar nuestra familia de nuevo tan rápido, pero también estábamos muy agradecidos».
Durante la ecografía de Nancy, que se realizó tres meses después de que la pareja se enteró que estaba embarazada, Nancy pidió a la encargada que les diera un sobre con el sexo del niño para que la pareja pudiera enterarse al mismo tiempo.
Nancy y Will acudieron a una cita, y mientras tomaban el sobre, sin querer esperar más, descubrieron que estaban esperando una niña.
«¡Estaba encantada de tener fiestas de princesa para toda la vida!», dijo Nancy. «Mi esposo también estaba muy emocionado, pero creo que (como todos los padres) esperaba un niño».
Nancy admite que la pareja tuvo que hacer un «cambio de mentalidad» porque Will venía de una familia que tenía una línea de varones, y esperaban lo mismo para ellos. Sin embargo, tener tres niñas en una línea fue una «completa sorpresa tanto para nosotros como para nuestras familias».
Por su parte, la hija mayor de Nancy y Will, Milly, seguía adivinando el sexo del bebé y decía que era un niño. Sin embargo, cuando se enteró que iba a ser hermana de otra niña, reaccionó diciendo: «¡Oh, vaya! Quería un hermano».
«Le decíamos que Dios tenía el plan perfecto para nuestra familia y que había elegido darle una hermana. Terminó muy emocionada por otra hermana, pero seguía diciendo que quería un hermano», dijo Nancy.
Para Nancy, este embarazo fue el más duro de todos, ya que en el segundo trimestre se le hincharon mucho las piernas y los tobillos, y las varices de sus piernas se volvieron «locas».
«Dos semanas antes de la fecha del parto, me derrumbé. La falta de sueño, el agotamiento emocional, el trabajo de horas extras para terminar todo», escribió Nancy en su blog, reflexionando sobre el embarazo, «le lloraba a Will casi todas las noches».
La fecha de parto de Nancy fue el 10 de diciembre de 2018, y apenas dos días antes, cayó la mayor nevada que Raliegh había visto en años. «Raleigh se cierra completamente cuando nieva», dijo Nancy. «Las tiendas cerraron, las escuelas cerraron, la gente no sabía conducir, todo el mundo despejó las tiendas de alimentos días antes».
Al día siguiente, las contracciones de Nancy empezaron a regularse, así que Will y la pareja llamaron al partero. Sin embargo, tanto Nancy como el partero acordaron que la futura madre bebería un vaso de agua grande y dormiría una hora antes de decidir ir al centro de partos. Después que Nancy durmió tres horas, sus contracciones desaparecieron.
El 12 de diciembre, Will resultó positivo en dos cepas de gripe y tenía fiebre. A la mañana siguiente, Nancy se dirigió al centro de partos con su madre. Will, que se quedó por la gripe, tomó algunos medicamentos y llegó al centro de partos a tiempo.
«Todavía estaba enfermo por la gripe, pero Dios le dio una fuerza increíble ese día», dijo Nancy. «Estaba dispuesto a apoyarme como fuera, con mascarilla y todo».
Nancy dio a luz a su bebé en una bañera. Durante los primeros diez minutos después de que el bebé llegó al mundo, dijo Nancy a The Epoch Times, que no dejaba de decir «¡ella es hermosa!».
Sin embargo, cuando los parteros ayudaron a Nancy y a su recién nacido a subir a la cama para cortar el cordón umbilical, se encontraron con una enorme sorpresa.
«Las primeras palabras que salieron de mi boca fueron ‘¿Qué es eso? Es un bebé varón?». Mi marido corrió a verlo, levantó la pierna y ¡cayó completamente en el suelo! Fue un momento que nunca olvidaré». dijo Nancy.
No hace falta decir que todos los presentes se sorprendieron y no podían parar de reír; Will estaba «eufórico».
«Mi madre no lo podía creer, sosteniendo el peluche rosa con el que pensábamos llevar al bebé a casa», dijo Nancy. «Los parteros, en todos sus años de trabajo en este centro de partos, dijeron que nunca habían visto una predicción de género errónea. Todo fue muy cómico».
«Me puse a llorar porque fue la mayor sorpresa de nuestras vidas», añadió Nancy.
Milly, por su parte, estaba emocionada por tener un hermano y todo el tiempo decía que siempre supo que tendría un hermano.
«¡Aún hasta hoy bromeamos, diciéndole que fue la única que acertó todo el tiempo!», dijo Nancy.
Ahora, Beaufort tiene más de dos años y comparte una increíble relación con sus dos hermanas.
«¡Son uña y mugre!», dijo Nancy. «Se quieren muchísimo; es lo más gratificante como padre ver cómo crecen sus pequeñas relaciones».
¿Beaufort sabrá alguna vez la increíble historia de su nacimiento? Nancy dijo: «Absolutamente».
«De hecho, creo que para cuando tenga 16 años probablemente pondrá los ojos en blanco, harto de escuchar la historia tantas veces». añadió Nancy. «Pero me emociona mucho decirle que fue una de nuestras mayores sorpresas en todos los sentidos. Lo llamo mi pequeña bomba de alegría porque eso es. Nos da mucha alegría cada día».
Ahora que la familia espera otro pequeño integrante en su casa para el mes de julio, Nancy hace una reflexión sobre su tercer embarazo.
«¡Viendo hacia atrás, nuestro punto álgido se redujo completamente y se convirtió en uno de los momentos más altos de nuestras vidas!», dijo Nancy. «Dios estaba en cada detalle y nos sostuvo en cada paso del camino, y finalmente nos dejó boquiabiertos con este precioso niño, la sorpresa de nuestras vidas. Y sí, ¡contaremos esta historia por el resto de nuestras vidas!».
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