Muchos de los famosos de hoy tuvieron que empezar de cero, como reza la expresión: «las casas nunca se empiezan a construir por el tejado». Porque antes de las alfombras rojas, las fiestas exclusivas y las portadas de revista, muchos de los actores e intérpretes más conocidos tuvieron que empezar desde abajo, luchando por hacerse un nombre y esto lo consiguieron a través de los anuncios televisivos, habitual entrada al mundo de la fama.
El contenido tal vez excesivamente intrépido, ingenioso o extravagante de estos anuncios, provoca que alguno de estos actores deseen olvidarlos para siempre; sin embargo, otros los toman con humor y los utilizan como anécdotas en sus entrevistas.
En La Gran Época, hicimos una pequeña recopilación de los trabajos que realizaron algunos de los famosos de hoy como Brad Pitt, Jennifer Lawrence o Mario Casas, esperando sean de tu agrado.
En 1983, Sarah Michelle Gellar (Buffy, cazavampiros), una niña de solo cuatro años, tuvo la oportunidad de hacer un comercial para Burger King.
Un año después, la misma cadena presentó el “Juego del Whopper”, una especie de lotería en la que se podía ganar desde una hamburguesa hasta un millón de dólares. La encargada de hacérselo saber a los espectadores, fue Meg Ryan, quien en aquel entonces, estaba muy lejos de ser considerada la reina de las comedias románticas.
Y de las hamburguesas al pollo frito. Steve Carell, nominado al Óscar en 1990, se hacía pasar por un extrovertido empleado de la franquicia Brown´s en un anuncio presentado en el multimillonario escaparate del Super Bowl. La incorporación de una harina “libre de colesterol” al cocinado de las piezas de pollo era el mensaje principal del vídeo.
El conocido “niño del anuncio”, Leonardo DiCaprio, ganador de la estatuilla al mejor actor, se convirtió en toda una celebridad de la televisión estadounidense, con sus apariciones en comerciales, promocionando, desde chicles, inflando explosivos globos, hasta lonchas de queso Kraft. Estos trabajos lo lanzarían a conseguir un papel en series como “Los problemas crecen”, que le sirvieron para dar el salto definitivo a la fama.
Mario Casas realizó los anuncios de Telepizza, Barbie, Pascual o Renfe.
La actriz Evangeline Lilly no duda en recordar su pasado como la imagen de una línea telefónica de contactos, para solteros.
Jennifer Lawrence se hizo pasar por una princesa adolescente que terminaba por los suelos para promocionar el programa Sweet Sixteen de la MTV.
Aquí está el comercial protagonizado por Brad Pitt, surfero exhibidor de abdominales, vendiendo Pringles en los años ochenta.
Elisabeth Moss (la gran diva de la ficción actual), necesitó solo 30 segundos para vender unas pastillas contra la migraña, interpretando a una paciente con un tono, perturbador.
Otras, tuvieron más suerte y se convirtieron en imagen de compañías de lujo, como Kristen Stewart, en la automovilística Porsche.
Naomi Watts y Courteney Cox en los ochenta anunciaban las ventajas de los Tampax en sus respectivos países de origen.
Mila Kunis, con 13 años, “tenía que tener” todos los coloridos artículos de las tiendas de Lisa Frank.
Nombres como Jack Black, Tobey Maguire o Paul Rudd aparecían en anuncios presentando videojuegos y consolas de Atari o Nintendo.
Pero pocos directores de casting estuvieron tan acertados como aquellos que reunieron a unos semidesconocidos Bruce Willis y Sharon Stone para promocionar la ginebra Seagram´s.
Bruce Willis, en un porche, con un aire muy tejano y ranchero, haciendo como que canta con una Seagrams Golden en mano y dos amigos más.
Entonando la canción “Summer Time”, Elijah Wood disfruta de una parrillada un tanto desastrosa en el jardín de su propia casa, junto con su familia, incluyendo a la abuela. Las chuletas se queman, el perro tiene hambre y nieto y abuela se pelean por un pedazo de carne… la salvación viene en forma de pizza, cuando sobre la mesa aparece una caja de Pizza Hut. Y todo vuelve a la normalidad de nuevo en este comercial:
A continuación, Jodie Foster en un anuncio para McDonald’s:
Matt Leblanc, con su comercial de ketchup Heinz, siempre en su papel de mujeriego, intenta conquistar a la chica de la calle que compra el perrito caliente, consigue hacer que el Ketchup caiga del cielo, negándose a que el tendero le eche otra marca que no sea Heinz.
Keanu Reeves, en su comercial de corn flakes, lucha por llenar tres enormes mesas de cajas de Kellogg’s, haciendo malabares con ellas para después rendirse a su increíble sabor y tacto crujiente.
Demi Moore, con su comercial de Coca Cola Light, en el que se juega la vida por alcanzar su bebida que va a dar a la cornisa del edificio, al caer desde el piso 20, rebotar en un toldo y caer sentada al lado de un rubio que está esperándola en la terraza de un bar.
Morgan Freeman, por su parte, aparece en un comercial de Listerine, un tanto absurdo. Dos electricistas están colgados de un poste y de pronto aparece una mano con un Listerine para que ambos den su punto de vista sobre el producto.
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