Un pequeño argentino de dos años ha ganado grandes batallas a pesar de su corta edad: venció la neumonía, la leucemia, un trasplante de médula ósea y, por último, al nuevo virus del PCCh, que causa la enfermedad de COVID-19.
Miqueas Lionel y su familia son originarios de Tierra de Fuego, Argentina. Sin embargo, dos años atrás tuvieron que mudarse a Buenos Aires para dar seguimiento al lamentable diagnóstico que recibieron: Miqueas tenía leucemia; según informó Todo Noticias.
Brian Albarengo, el padre del pequeño y Evelin Fantoni, la mamá han cursado un largo camino en la recuperación de su hijo.
“En un control pediátrico, nos dijeron que Miqueas presentaba tres valores en sangre que no eran normales”, dijo el papá al medio local. Tras realizarle una punción medular, le confirmaron el diagnóstico de leucemia mieloide aguda. Situación que cambió por completo la vida de toda la familia.
El pequeño luchador inició sus ciclos de quimioterapia mensualmente, recibiendo un tratamiento de cinco ciclos. Durante el primer bloque de la quimio, cinco semanas después, parecía que la enfermedad estaba en remisión. Sin embargo, el 23 de noviembre las noticias fueron desalentadoras.
“Nos informaron que la enfermedad había tomado la médula en un 33 por ciento”, situación que afectaba los glóbulos blancos y las plaquetas de Miqueas. La noticia fue devastadora y desanimó a la familia. “Pasamos muy mal las fiestas, no tuvimos ánimos para festejar”, dijo el papá.
Debido al nuevo diagnóstico, la única opción de Miqueas era un trasplante de médula. Así fue como su seguimiento médico se tuvo que realizar a través del Hospital Italiano, lugar donde podían coordinar el procedimiento.
Ambos padres se sometieron en enero a análisis en el INCUCAI para determinar si podían ser potenciales donadores de médula para su hijo, obteniendo resultados negativos. A partir de ese momento comenzó la búsqueda de un donador de médula ósea.
Entre otras complicaciones de salud que vivió Miqueas, el pequeño contrajo neumonía y mucositis, como consecuencia de las defensas bajas producidas por la quimioterapia.
Así fue como la espera de un donador transcurría con algunos días buenos, donde la alegría del pequeño Miqueas motivaba a sus papás. Sin embargo, también venían los días duros y difíciles. “Hubo períodos en que levantó más de 39 grados de fiebre. Otros en los que ingresaron hongos en su sangre por las bajas defensas. La pasamos muy mal”, señaló el papá.
Afortunadamente, encontraron un donante en Alemania.
“Recuerdo cuando me llamaron y me comunicaron una de las novedades más lindas de mi vida… ‘¡Buenas noticias! ¡Salió una persona en Alemania cuya compatibilidad es 10 de 10 para el trasplante de médula!’”, dijo Brian Alvarengo a Con Bienestar de TN.
No obstante, parece que el camino del pequeño aún tenía otras pruebas para pasar. Durante el tiempo de espera para recibir un trasplante, Miqueas desarrolló una cardiopatía y sufrió una fractura en su pierna derecha. Esto aplazó la espera para realizar el procedimiento de trasplante.
La única forma para mantenerse firme ante la situación, era la fe y la esperanza, como suele escribir Albarengo en sus publicaciones con “Dios al mando”.
Afortunadamente la espera terminó y el 3 de agosto se realizó el trasplante satisfactoriamente, aunque con una alta complejidad debido a la condición cardiaca detectada. Aún así, los médicos señalaron que su médula funcionaba bien.
“Perdón mi cara, perdón mi emoción, se me infla el pecho de orgullo al saber que toleró todo su trasplante como un campeón! Siempre creímos, siempre vimos a Dios obrar sobre la vida de Miqueas y si estamos acá es por su voluntad, ya viene la recompensa. Dios tiene el control… gracias a todos, trasplante ya realizado, a esperar su recuperación”, escribió en un posteo en agosto Albarengo.
Aunque todo iba de maravilla, una última prueba surgió para el pequeño luchador. Después de salir de terapia intensiva, los doctores le diagnosticaron el virus del PCCh. “Era una cosa de no creer”, dijo su papá.
“Hoy lamentablemente nos toca a pasar a nosotros por el virus, nos dieron la noticia de que ambos dimos positivos, así que le voy a pedir que pidan más que nada por Miqueas, que a pesar de su patología se encuentra en excelente estado y asintomático gracias a Dios! No dejen de pedir por él por favor! Que Dios los bendiga”, escribió en su Facebook.
El 28 de septiembre su papá informó que había dado negativo a la prueba de Covid-19, librando de nuevo la batalla.
Afortunadamente este pequeño guerrero de dos años de edad, sigue fuerte y continúa andando este camino.
La historia de Miqueas llena a muchos de fe y esperanza. Además, impulsa a muchos a sonreír a pesar de las adversidades, confiar y pasar las duras pruebas que en ocasiones nos presenta la vida.
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