Se dice que algunos hombres “pierden” a propósito su anillo, para que otras damas no sepan que están comprometidos o casados; pero el caso de esta señora es exactamente al revés, ¡sin querer perdió su anillo de compromiso!
Como este representaba tanto para ella, de inmediato se compró otro similar, para mantener intacto el símbolo de amor y lealtad hacia su pareja. Lo que nunca imaginó es que encontraría la joya 13 años después… ¡en una zanahoria!
Un día de 2004, Mary Grams, una señora mayor oriunda de Alberta, Canadá, perdió su anillo de compromiso mientras arrancaba hierbas en la huerta familiar.
La Sra. Grams estaba profundamente afectada. Había llevado consigo la joya de diamantes desde 1951, un año antes de casarse con su esposo, Norman.
Según relató al medio canadiense CBC News, buscó desesperadamente por todos lados pero le fue imposible encontrarlo.
Mary Grams estaba tan devastada, que optó en ese entonces por no decirle nada a su marido. En cambio, fue a una joyería y compró el anillo más parecido que encontró.
«Quizá no hice lo correcto, pero me quedé tan disgustada…», dijo Mary. “Lloré tanto”, expresó.
La pareja convivió felizmente durante décadas y Norman, quien falleció ya hace 7 años, nunca notó el cambio.
En agosto de 2017, trece años después de aquella dolorosa pérdida, la nuera de la Sra. Grams, Colleen Daley, encontró algo realmente curioso mientras recogía verduras para la cena en el patio de su casa: ¡Un anillo de diamantes perfectamente insertado en una zanahoria!
«Sabía que tenía que pertenecer a la abuela o a mi suegra», señaló Daley, «porque ninguna otra mujer ha vivido en esa granja», agregó.
«Le pregunté a mi esposo si reconocía el anillo y dijo que su madre lo había perdido hace años en el jardín y nunca lo pudo encontrar», detalló. El hijo de Mary era el único que conocía la historia.
La zanahoria había crecido por el hueco del anillo y este apretaba tanto la hortaliza, que parecía que iba a explotar.
Cuando le mostraron el hallazgo a Mary, la señora no lo podía creer. Ya había perdido hace tiempo la esperanza de volver a encontrarlo.
«Lo reconocí enseguida», afirmó visiblemente emocionada en diálogo con CBC News, y agregó: «Voy a usarlo porque todavía me encaja».
Si bien hoy Mary no puede compartir la historia con su esposo, quien —según relata— era un gran bromista y «habría encontrado esta situación bastante divertida», esto demuestra que la vida muchas veces nos da sorpresas y también nos alecciona sobre las cosas que hacemos descuidadamente sin tomar precauciones.
«Voy a guardarlo en un lugar seguro. Es lo que debería haber hecho antes», aseguró Mary.
Esta conmovedora anécdota nos ayuda a valorar las cosas mientras las tenemos y no cuando las perdemos.
Puedes ver en el video a Mary contando su historia personalmente:
Un hombre encuentra un anillo de oro y diamantes y lo regresa a su dueño
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