Imagínate si alguno de nosotros, cuando éramos niños, hubiéramos sido arrojados sin contemplaciones en un refugio como un saco de cosas viejas que se donan a buena voluntad. Imagínate si hubiéramos perdido la única cama, la única casa, la única familia que conocíamos.
Bueno, eso es lo que les pasó a cerca de 6.5 millones de mascotas el año pasado en los Estados Unidos de acuerdo con la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA). Alrededor de la mitad de esa cifra eran perros.
¿Las buenas noticias? Cincuenta por ciento de ellos fueron adoptados por familias cariñosas que les dieron una nueva oportunidad de vivir. ¿Las malas noticias? La otra mitad fue sacrificada, más de medio millón cada año. Para ellos, el abandono significaba literalmente el fin de sus vidas.
Todo el mundo sabe que los refugios para perros a través de los Estados Unidos están llenos de animales asombrosos, cada uno de ellos merecedores de un hogar. Ya sea que sus dueños se sorprendieran de lo grande que crecieron, o del hecho de que no permanecieran como «cachorros lindos» toda su vida, o que estos animales necesitaran más entrenamiento, atención, ejercicio y amor del que estaban dispuestos a proporcionar, es una enorme tragedia para los perros.
Hace unos años, la High Plains Humane Society (HPHS) en Portales, Nuevo México, compartió una foto de un perrita muy triste en su refugio. Esta peludita había sido abandonada por su familia y no le quedaba nadie en su vida, excepto los amables voluntarios del refugio.
Aunque sabemos lo triste que pueden estar los perros de refugio, es difícil saber con exactitud lo que sienten. Pero a veces una imagen capta nuestra atención porque nos da una idea de lo que significa estar solo. La imagen que el HPHS compartió de esta perrita deprimida fue definitivamente una de ellas.
La perra se para en su jaula, sus patas delanteras agarran las barras, mirando directamente a la cámara. Y ahí en sus ojos están lo que parecen ser lágrimas.
Mientras que los perros no derraman lágrimas de sus ojos de la misma manera que los humanos para expresar tristeza —en lugar de eso los cachorros harán un ruido de dolor y llanto— la foto subrayó lo triste que era la situación de esta perrita. El líquido probablemente indicaba un problema con sus ojos, solo uno de los muchos problemas de salud con los que los caninos abandonados y descuidados a menudo llegan a los refugios.
Si el refugio no pudiera encontrar con rapidez una familia permanente para ella, podría convertirse en otra trágica estadística. Estas lágrimas definitivamente atrajeron la atención de los amantes de los animales en las redes sociales y al cabo de un día, las llamadas se desbordaban al preguntar por ella. Incluso llegaron ofertas de adopción.
Sorprendentemente, en tan solo un día, un amante de los perros de la zona se llevó a esta dulce cachorra. Desde el corredor de la muerte hasta un nuevo hogar, esta hermosa chica había ganado el premio gordo. Las fotos de la HPHS la mostraban excitada en dos patas para recibir abrazos de su nueva dueña, que tenía una sonrisa resplandeciente en su cara.
Pero aunque fue un final feliz para esta dulce perrita, ¿cuántos otros de sus compañeros de refugio lograron salir? La historia nos recuerda lo importante que es ser dueños responsables de mascotas y tener presente que los perros, al igual que los niños, siempre son familia. ¡No importa lo que pase!
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¡Mira las lindas reacciones de estos animales!
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