Para un perro que vivía en las calles de Argentina, encontrar un hogar fue un especie de milagro, pero cuando no cumplió las expectativas de la familia adoptiva, su destino se tornó incierto.
El pasado 27 de agosto fue publicada en Facebook una noticia que causó indignación: un perrito de raza dogo argentino fue devuelto a un refugio por ser sordo y mudo. La Guardería Canina de la Isla Jordan Cipolletti, fue la encargada de dar las malas noticias del pobre canino de 7 años.
No habían pasado muchos días desde la «exitosa» adopción del perrito discapacitado anunciada en la página oficial de la guardería con una vacilante despedida: «¿Será que el sol salió después de todo lo vivido?», junto a algunas fotografías que mostraban cómo el dogo era subido a un auto sin mucha alegría en su mirada.
Y como premonición, el perrito fue devuelto al refugio, pero como la suerte venía golpeando a su favor, no tardó en ser adoptado nuevamente. «Finalmente encontramos su lugar en el mundo», publicó el refugio con un aire de esperanza sin saber que su derrotero apenas comenzaba.
¡El dogo fue regresado otra vez al refugio!
Definitivamente, no había llegado la familia que merezca el amor de este perrito especial. Al parecer, la última familia que lo adoptó solo sabía que era sordo, y cuando se enteró que además era mudo y «no podría espantar a los posibles ladrones», decidió regresarlo, informó Publimetro.
Pero como la noticia ya se había esparcido en las redes sociales, y tocó las fibras más sensibles de los amantes de animales, no faltaron los interesados en adoptar al can. Un medio local que dio cobertura a la historia del dogo argentino, incluso tituló una de sus notas con un «Ahora hacen cola para adoptar al perrito».
De los muchos mensajes para ofrecerle un hogar al perro discriminado, seis fueron los posibles candidatos para su nueva familia, y «No es que una casa sea mejor que la otra, hay que ver dónde se adaptará mejor», comentó Sol Acosta, encargada de la guardería, según Imcipolletti.
Afortunadamente para este dogo, aunque fue rechazado dos veces, pudo tener un final feliz. No todos los perritos corren con la misma suerte.
Y la familia del dogo por fin llegó, y no eran ordinarios. De la manera más poética, el refugio anunció:
Aprendemos a amar relacionándonos y creamos vínculos afectivos que nos hacen bien.
Algunas personas en situación de discapacidad, vuelven la experiencia de amar más intensa y especial.
Con los animales pasa lo mismo.
Ellos pueden ser terapéuticos, acompañantes, guías y compañeros que potencian nuestros sentidos.
Cada uno tiene su magia y cuando encuentran en los humanos un poco de luz saben cómo encenderla.
Nuestro Doguito hoy llego a su destino, en el momento justo, con la familia indicada .
Una familia que entiende del lenguaje más allá de la palabra y convive con la hipoacusia, enseñándonos a todos que se puede escuchar con el alma.
Qué mejor lugar para un perro sordo que una familia que entendería su mundo donde no hay sonido. Y la adopción se dio justo un día después de celebrarse el día internacional de la sordera.
Solo era cuestión de esperar por la familia adecuada, ¡sí, la tercera es la vencida!
Llevaba un mes en el refugio para perros y no podía creer que sería adoptado
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