Tan pronto como llegó a vivir con la familia Carpio, Moose se encariñó instantáneamente de Noah, un pequeño de 8 años que sufre de epilepsia. El cachorro, un pastor alemán rescatado, rápidamente asumió el papel de ángel guardián del niño.
Una noche, Lauren Carpio, la mamá de Noah de 25 años, estaba observando a su hijo dormir a través de una cámara especial diseñada para personas con epilepsia cuando vio a Moose entrar al dormitorio de su hijo.
«Se acercó a Noah, lo miró y luego se acostó junto a él», contó a The Epoch Times, agregando que cada noche, desde entonces, su cariñoso cachorro haría exactamente lo mismo. «Solo era un cachorro cuando comenzó a hacerlo, pero nunca dejó de hacerlo. Sabía, sin lugar a dudas, que había algo especial en Noah».
Cuando Noah tiene una convulsión, que puede durar más de tres minutos, Moose se queda a su lado todo el tiempo.
La señora Carpio, su esposo, Josh Carpio, 30, y sus hijos, Roman de 9 y Noah ahora de 8, viven en Sapulpa, Oklahoma. La familia amante de los perros ya tenía un pastor alemán de 2 años llamado Chomper cuando adoptaron a Moose.
«No estábamos buscando otro perro; Chomper todavía era bastante joven e inquieto», dijo la señora Carpio.
Pero cuando apareció un anuncio de cachorros en un grupo de internet de pastores alemanes, la joven madre, que es ama de casa, por curiosidad, preguntó por un perro. Resultó que la señora que publicó el anuncio había acogido a un conjunto de cachorros abandonados, incluido Moose. Solo dos días después, los Carpio condujeron a Texas para buscarlo.
Fue en octubre de 2022 cuando la pareja vio por primera vez al pastor alemán de raza pura, y se enamoraron de él al instante.
«La piel del cachorro de [Moose] no se veía muy bien, y tenía un aspecto sucio, no como un cachorro lindo normal. Me sentía terrible por él,» dijo la señora Carpio, quien ha adoptado animales abandonados a lo largo de su vida.
«También sabía que a Chomper le encantaría tener un amigo».
Ella tenía razón. Tan pronto como el cachorro de 8 semanas llegó a su nuevo hogar para siempre, se adaptó perfectamente. No solo se llevó muy bien con su otro perro, sino que Moose fue muy gentil con los dos niños.
Noah ya había recorrido un camino difícil para el momento en que el cachorro de 8 semanas se unió a la familia. Nació prematuramente y, un par de semanas después de su paso por la unidad de cuidados intensivos neonatales, los padres fueron informados de que su bebé tenía un soplo cardíaco importante. A los 2 meses de edad, tuvo su primera operación, seguida de una cirugía de corazón abierto cuando tenía 3 años.
Debido a que el cerebro de Noah se quedó momentáneamente sin oxígeno durante el procedimiento, desarrolló epilepsia y comenzó a tener convulsiones.
«Estuvo en bypass más tiempo del que esperaban», dijo la señora Carpio. «Su cerebro no tuvo suficiente oxígeno y eso causó algunos daños. En marzo de 2021, comenzó a tener convulsiones. Nunca había tenido una antes, así que estábamos aterrados. Simplemente nunca pararon y [los doctores] nos dijeron que probablemente no pararían. Su medicina de emergencia ha sido un salvavidas».
La condición y el tratamiento subsiguiente son difíciles para el pequeño Noah, cuya madre lo describe como «el niño más dulce». Aunque es tímido, es muy inteligente; le encanta leer y jugar videojuegos, y adora a sus dos perros.
Durante las vacaciones de Acción de Gracias el año pasado, Noah pasó una semana de pruebas en un hospital en Tennessee.
«Ha estado mucho en el hospital y se pierde de mucho», dijo su mamá, añadiendo que tener la leal presencia de Moose en casa ha sido «increíble… lo mejor de todo» para el niño pequeño y su familia.
«Le trae mucha alegría a Noah, sin duda. Es divertido. Es tonto. Pero también tiene ese lado protector que Noah necesita».
El señor y la señora Carpio creen que, para Noah, tener un mejor amigo que permanezca a su lado, observándolo y cuidándolo, lo hace sentir más cómodo; algo que ama. El querido perro incluso tiene su propia página de Facebook, «Moose Tries His Best» (Moose hace lo mejor que puede).
«Es uno de los perros más graciosos que creo haber conocido», dijo la señora Carpio. «Quiero decir, no es el perro más inteligente en otros aspectos. Ha pasado por entrenamiento, pero probablemente es el perro más tonto que he conocido en toda mi vida».
«Ama a todos los que conoce. Es el mejor perro que hemos tenido. Aparte de Chomper».
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