Un perro rescatado que estaba al borde de la muerte ha sido el compañero perfecto para una jubilada de 69 años en pleno aislamiento.
Felicity Hollings, de Norfolk, Inglaterra, salvó a un perro mestizo, Reuben, que estaba siendo devorado vivo por ácaros microscópicos cuando estaba en las calles de Rumania.
La anciana amante de los perros, que vive sola, elogia a su canino de 2 años por hacerle compañía durante el aislamiento por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad COVID-19.
«Se me rompió el corazón cuando vi una foto de Reuben en Facebook por primera vez», dijo Hollings. «No podía creer que aún estuviera vivo».
«Tenía una sarna muy mala que lo dejó sin pelo y cubierto de costras», dijo.
Hollings dijo que luego donó algo de dinero para el tratamiento del perro. También se ofreció a albergarlo cuando llegara a Reino Unido.
«Sin embargo, me enamoré instantáneamente de sus profundos ojos marrones y no pude dejarlo ir», dijo. «Lo adopté después de una semana y estoy muy contenta de haberlo hecho».
«A pesar de todo lo que ha pasado, es tan cariñoso y confiado. Todo lo que quiere hacer es acurrucarse y jugar», añadió.
Describió a su perro rescatado como un «eterno cachorro», Hollings dijo que se habría sentido sola sin Reuben durante los duros tiempos de encierro.
«Reuben me ha mantenido alerta durante todo el encierro. No sé qué haría sin él», dijo.
Reuben le dio una «excusa para salir» de la casa en esos tiempos difíciles, dijo la mujer. Salen a caminar todos los días, lo que Hollings dijo que es un «gran ejercicio» para ambos.
El perro fue rescatado por una organización benéfica de animales con sede en el Reino Unido llamada REAN (Rescate de Animales Europeos Necesitados). La caridad depende únicamente de donaciones para cubrir los costos del refugio y el veterinario.
La piel de Reuben fue tratada en un veterinario local por 474 dólares (350 libras esterlinas). Pesaba aproximadamente 22 libras (unos 10 kg) cuando llegó al Reino Unido en diciembre de 2019.
Hollings dijo: «En Inglaterra, tienen bonitos refugios para los perros con calefacción central, agua limpia, comida y camas. Los cuidan, pero los perros en el extranjero están en las calles y son tratados como alimañas. Es inimaginable, por lo que apoyo la caridad y fomento cuando puedo».
Cada perro que se rescata de Rumania cuesta aproximadamente 396 dólares (300 libras esterlinas), dijo Hollings, añadiendo que Reuben vale cada centavo.
«No podía creer lo seguro que estaba Reuben cuando lo recibí por primera vez», dijo.
«Es como un eterno cachorro que desea ser un perro faldero. Siempre trata de sentarse sobre mí para acurrucarse. No estaría sin él».
El personal de The Epoch Times contribuyó a este informe.
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