Uno de los artistas más conocidos en EE.UU. y Canadá tiene una historia única. Persiguió su pasión por la pintura a pesar de que le diagnosticaron ceguera legal a la edad de 6 años. A través de la fe y la persistencia, compartió su visión personal en óleo sobre lienzo durante más de tres décadas y dejó una marca indeleble en el mundo del arte.
Nacido y criado en Minnesota, el artista Jim Hansel , de 62 años, vive en Chaska, Minnesota, con su esposa, Lois, su hijo e hija. Trabajó como pintor profesional desde 1985 y hasta la fecha completó cientos de pinturas versátiles que celebran la cultura estadounidense, la naturaleza y la vida silvestre. Su obra de arte conmovedora les da a los espectadores la sensación de que realmente pueden entrar directamente en la pintura y ser parte de ella.
“No pienso en mis problemas de visión como una discapacidad, me gusta pensar en ello como descubrir las habilidades de uno”, dijo Hansel a The Epoch Times.
“Incluso desde una edad temprana, supe que era un artista. Empecé ‘pintando por números’ y simplemente fui desde allí. La primera clase que tomé, era un estudiante de primer año en la escuela secundaria. Incluso con mis problemas de visión, era algo que quería ver si podía seguir”.
Hansel ha sido el tema del documental ganador del premio Emmy sobre su vida y obra, «Visión: Ver es creer «, y continúa compartiendo su extraordinario arte en su sitio web. Y su amada esposa durante 30 años supervisa la impresión de la increíble obra de arte que ha puesto su nombre en el mapa.
Hansel creció en una zona rural donde podía pescar y cazar, cuando su visión era mejor. Asistir a una exposición local de arte «Vida salvaje y del oeste» cuando era niño plantó la semilla de un sueño: algún día, Hansel quería formar parte también de una exposición de arte.
A la edad de 6 años, a Hansel le diagnosticaron una afección ocular degenerativa llamada enfermedad de Stargardt, pero no permitió que su visión comprometida arruinara su sueño. Siguió una educación en arte, asistiendo a la Universidad de Minnesota para obtener una Licenciatura en Bellas Artes, donde conoció a sus primeros críticos.
“El tipo de trabajo que hice, algunos de los instructores que tuve ni siquiera lo consideraron una obra de arte”, explicó. “Lo llamaban más ‘ilustración’, con lo cual no necesariamente estaba de acuerdo… Dejé de tomar las clases de pintura, era más o menos autodidacta”.
Hansel probó la pintura acrílica y la acuarela, pero volvió al óleo sobre lienzo, el medio que más amaba, perfeccionando su técnica con el tiempo. Si bien Hansel admite que es su peor crítico, la pintura de la que está más orgulloso es una pieza patriótica titulada «Hogar de los valientes», un tributo a las fuerzas armadas, los bomberos y las fuerzas del orden de Estados Unidos, inspirada en el 11 de septiembre, que tardó diez meses en completarse.
“Hago mi trabajo con la ayuda de lupas y tecnología”, dijo Hansel. “Supongo que irónicamente, a medida que evolucionó, mi visión con el tiempo ha empeorado, ya que con la ayuda de la tecnología mi trabajo ha mejorado.
“Incluso antes de empezar, tenía una buena imaginación. Podía imaginarme cómo quería que se viera. A base de prueba y error… o incluso con el paso del tiempo con las cámaras de los teléfonos celulares, pude tomar una foto de [mi sujeto] y ponerla debajo de mi teléfono, debajo de mi lupa, y ver la imagen completa.
“Irónicamente, incluso con mi visión, pongo muchos detalles. Por lo general, son capas, y hay muchas veces que tendré un par al mismo tiempo. De hecho, voy a la ferretería, compro pinceles para pintar casas de 4 pulgadas para hacer el cielo, empiezo a superponer, luego vuelvo, sigo detallando y detallando y detallando”.
Las pinturas de Hansel tienen fuertes contrastes entre colores, luces y sombras, que el artista atribuye a su visión y al desarrollo de su estilo personal. Representar la gloria de la naturaleza y el estilo de vida tradicional es lo más importante para él.
A través de su arte, Hansel trata de transmitir los sentimientos que uno obtiene de los tiempos que pasó creciendo: las cosas que uno hacía cuando era niño, ir a la casa de la abuela o celebrar la Navidad.
“Siempre quise tratar de relacionarme con el espectador. Cada vez que pintaba algo, casi quería transmitir una sensación de serenidad, un lugar en el que me encantaría estar ahora mismo”, dijo Hansel, mencionando a sus artistas favoritos como Terry Redlin, un artista del Medio Oeste con un estilo similar al suyo, y Miguel Ángel, cuya obra épica visitó en la Capilla Sixtina hace algunos años.
Los lienzos de Hansel varían en tamaño desde 12 por 16 pulgadas hasta alrededor de tres por cinco pies, y promedió cinco pinturas al año a lo largo de su carrera. Ha producido más de 200 impresiones de edición limitada, muchas de las cuales recaudan fondos para grupos de conservación de la vida silvestre y el hábitat, y un calendario cada año durante los últimos 20 años.
En 2016, el ojo derecho de Hansel “empeoró”, literalmente de la noche a la mañana. Recordó haber subido a su estudio para hacer un trabajo y notó «algo mal» en su ojo.
“Todo se puso muy nublado”, dijo. “Pensé que había terminado de pintar, pero para resumir, la gente oró por mí, sobre mí, conmigo. En unos pocos días, mi visión volvió al punto que era».
“Lo consideré mi milagro. Cuando eso sucedió, pensé que ‘Hogar de los valientes’ es la pintura que había estado posponiendo; ahora es mi segunda oportunidad”.
En el último año, la visión de Hansel se ha deteriorado aún más, comprometiendo su capacidad para percibir el color. Ha retirado sus pinceles y ahora se enfoca en administrar su negocio.
“Se estaba volviendo tan desafiante hacer una pintura que fue casi un alivio, en cierto modo, porque estaba llegando a un punto en el que ya no era tan agradable”, dijo. “Bueno, el negocio sigue ahí. Me mantiene ocupado”.
Mire otras de sus obras de arte a continuación:
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