Un oficial de policía intervino como mentor cuando un niño de su distrito escolar empezó a meterse en problemas en su largo camino a la escuela. El chico no tenía bicicleta, así que el policía le planteó un reto: si no se metía en líos podría ganarse una bicicleta.
El oficial Wyatt Pulver, de Wichita, Kansas, trabaja para el Departamento de Policía de Maize desde agosto de 2022, cuando la ciudad de Maize y su departamento contrataron policías adicionales para trabajar en el distrito escolar por motivos de seguridad. En su primer día de trabajo, Pulver conoció a Brandon, de 11 años, en el patio de recreo.
«Es simpático. Todo el mundo es amistoso allí», dijo Pulver, de 41 años, a The Epoch Times. «Algunos niños llegan a conocer a los oficiales de policía y a los encargados de la disciplina en la escuela más que otros, y Brandon se metió en un poco de problemas, así que llegué a conocerlo».
Compartiendo más sobre la personalidad de Brandon, Pulver dijo que es un chico agradable al que le gusta complacer a los que le rodean. Aunque razonó que eso podría ser algo «bueno», a menos que encontrara algunos amigos de mala influencia.
«Me enteré de su situación cuando se metió en problemas por tomar la bicicleta de otro niño», dijo Pulver. «Le pregunté por qué lo hizo, y me dijo que tenía un largo camino a casa desde la escuela».
Brandon caminaba 40 minutos a la escuela y de vuelta todos los días. Por lo que sabe Pulver, todos los demás niños con el mismo recorrido iban en bicicleta. Cuando las temperaturas otoñales alcanzaron los 100 grados, Pulver empezó a dar a Brandon agua y bocadillos para su viaje de vuelta a casa, pero la necesidad de Brandon dio en el clavo.
«También me dijo que se había perdido algunas actividades con otros amigos porque no tenía bicicleta», dijo Pulver. «No podía ir muy lejos de forma segura o rápida, y eso me hizo pensar: si una pequeña cosa como esa podía cambiar su vida, y yo no lo hice, entonces ¿por qué soy un oficial de policía? ¿Por qué intento ayudar en primer lugar?».
Pulver tenía una bicicleta de repuesto en su garaje. Aclaró su idea con la escuela, el departamento de policía y la madre de Brandon y arregló la bicicleta. Luego, hizo un trato con Brandon.
«Se ganaría la bicicleta si se comportaba bien», dijo Pulver. «Estaba muy motivado desde el principio, pero creo que empezó a tomarse las cosas en serio después de cometer algunos errores… pensó: ‘Oh, esto es real. Me ha costado una bicicleta'».
Cada vez que Brandon tenía un contratiempo, Pulver se aseguraba de que lo hablaran. El preadolescente era muy receptivo y no quería cometer errores, dijo el oficial. «Quería que su vida mejorara, y eso es un trabajo duro para cualquiera de nosotros para cambiar algo en nuestra vida».
Unas tres semanas más tarde, a principios de octubre, Pulver había visto suficiente mejora en el comportamiento de Brandon como para declarar el reto un éxito. Le entregó las llaves y le dijo a un sonriente Brandon que podía abrir su nueva bicicleta en el estante frente a la escuela.
«Dijo que sus ojos estaban ‘llenos de agua’ cuando lloró un poco… para ser honesto, ¡mis ojos también estaban llorando! Fue un momento muy emotivo. Pero fue un gran momento para Brandon, y espero que pueda seguir adelante con su vida y que siempre piense en ese logro», dijo Pulver.
«Puedes darle a cualquiera un regalo y no cambiará nada», dijo el oficial. «Pero si alguien se gana algo, si es verdaderamente suyo y ha trabajado por ello, entonces será algo que atesorará y promoverá el cambio en su vida».
Pulver, que trabajó en numerosos oficios antes de encontrar su «encaje perfecto» como oficial de policía, cree en forjar relaciones con la comunidad. Brandon estuvo abierto desde el principio. El niño de 11 años se mudó con su familia poco después de ganarse la bicicleta, pero Pulver se mantiene en contacto con su madre y ella le pasa sus mensajes a Brandon.
«La última vez que tuve noticias de Brandon le dije que le echábamos de menos en el colegio, y me contestó con un mensaje de voz diciendo lo mismo… Espero tener más noticias suyas en el futuro», dijo Pulver. «Sé por lo mucho que ha trabajado para ganarse esta bicicleta, para cambiar su comportamiento, cualquier cosa que se proponga tengo una fe absoluta en que será capaz de hacerlo».
Cuando el Departamento de Policía de Maize compartió la historia en una publicación de Facebook, la respuesta fue abrumadora. Según Pulver, a la gente le gusta que ocurran cosas buenas en su comunidad y esa es la razón por la que puede haber resonado entre muchos. Sin embargo, cree que todos tenemos el poder de hacer que ocurran cosas buenas.
«No soy especial, y no hay nada que haya hecho aquí que no esperaría que hiciera cualquier otra persona en la misma situación. Así que si estás en un restaurante y ves a alguien cenando solo, o si estás en el supermercado y ves a alguien luchando por pagar algo, podemos ayudarles. Invítalo a tu mesa o ayúdale un poco con la compra», compartió.
«Solo hay que abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor, hay mucha gente que sufre y está necesitada a nuestro alrededor. Solo con cambiar nuestra forma de ver las cosas, podemos mejorarlas».
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