El ayudante del sheriff del condado de Yuba, Valentino Aguirre, estaba en el vecindario cuando recibió una llamada sobre un niño de un año de edad que estaba en una bañera y no respiraba.
Siendo el primero en llegar al lugar, ayudó a salvar la vida del niño.
«En realidad estaba respondiendo a una llamada diferente, y casualmente me cancelaron de una llamada para ir a la otra», dijo Aguirre a The Epoch Times. «Él estaba en la bañera, y estaba inconsciente, y los padres no sabían qué le había sucedido».
Llegó a una casa en Marysville y encontró a los padres con varias personas más en frente de la vivienda con un niño en brazos.
«Me presentaron a un niño pequeño que creí que tenía alrededor de uno o dos años, estaba completamente rígido, inconsciente, no tenía nada de conciencia, y el bebé no respiraba», recordó el policía. «Fue caótico».
Las imágenes de la tensionante situación fueron grabadas por la cámara corporal del policía, donde se ve que Aguirre actuó rápidamente para reanimar al niño mientras la familia mira angustiada, con sus esperanzas en sus manos.
«Hice la reanimación cardiopulmonar al bebé, y básicamente le despejé las vías respiratorias —los bebés o los niños pequeños tienen líquido atascado en las vías respiratorias», dijo. «Así que lo que hice fue empujar hacia atrás, y le pasé un trapo por el interior de la boca por si había algo que estuviera bloqueando las vías respiratorias».
(Cortesía del Departamento del Sheriff del Condado de Yuba)
El policía dijo que fue una situación «muy estresante».
Continuó dándole compresiones durante dos o tres minutos. Entonces, vieron que el niño volvió a dar señales de vida.
El niño volvió en sí y se puso a llorar, aliviando a todos los presentes. Sea llorando o hablando, ya respiraba.
«Finalmente, el bebé quedó consciente», dijo Aguirre. «El bebé expulsó un poco de líquido, que supuse que tal vez era agua de la ducha o de la bañera».
Más tarde recordó la inmensa presión que sintió durante la emergencia. «Uno recibe a un niño, y es el primero en responder, y uno espera salvarle la vida», compartió. «Lo único que se me pasaba por la cabeza era lograr que este niño volviera a estar consciente para que no muriera en mis brazos».
«Me quité un peso de encima, de mi pecho», dijo el policía. «Apenas lo hice, en 30 segundos, los paramédicos llegaron al lugar».
Después, la familia, el departamento, la oficina del fiscal y otros funcionarios del condado, dieron un reconocimiento al agente Aguirre por lo que había hecho, y le concedieron la Medalla de Bronce al Mérito.
«Aparentemente, no hay mucha gente en nuestro departamento que haya recibido eso», dijo. «Y me sorprendió completamente».
Añadió: «Todo lo que aparece en las redes sociales, todo lo que aparece en las noticias, uno va allí y ve algo negativo sobre la policía, algo sobre lo que algún oficial está siendo criticado. Y me sentí muy orgulloso de que me reconocieran por algo positivo, y es una sensación muy gratificante salvar una vida, especialmente la de un bebé que acaba de empezar a vivir».
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