Tres agentes de policía rescataron de una niña de 9 meses después de que sus cuidadores murieran en un accidente de auto en una intersección de Kentucky.
Los agentes del Departamento de Policía de Shively recuperaron a la niña herida de entre los restos y la llevaron rápidamente al hospital en la parte trasera de vehículo.
Estaban siguiendo una camioneta robada justo antes de la medianoche del 27 de julio cuando el conductor del vehículo robado se pasó un semáforo en rojo en la intersección de Dixie Highway y Crums Lane y chocó con otros dos vehículos.
Dos adultos, Stephaun Dotson, de 21 años, y su madre, Ann-Janette Senter, de 44 años, murieron en el accidente, mientras que una bebé resultó gravemente herida.
El padre de Dotson, Quantez, confirmó más tarde que la bebé estaba bajo el cuidado de su exesposa Ann-Janette.
Los agentes de la policía metropolitana de Louisville, Javar Downs, Kyle Willis y Darrell Wagner, que perseguían el vehículo, presenciaron el impacto y se detuvieron en la intersección mientras el camión robado se alejaba a toda velocidad. Salieron del vehículo y se apresuraron a ayudar.
Los rescatistas cortaron el airbag trasero y el asiento del auto para llegar a la niña. La llevaron a la parte trasera de su vehículo de policía y condujeron directamente al Hospital Infantil Norton en Louisville, bloqueando las carreteras para acelerar el viaje a medida que avanzaban. La ingresaron en la UCI.
El 30 de julio, la policía de Shively arrestó a Guy Brison, de 20 años de edad, quien enfrenta 13 cargos por delitos graves, incluyendo dos por asesinato. El pasajero de 17 años del vehículo también fue detenido.
La bebé de 9 meses sigue luchando por su vida.
«Con solo escuchar que es una luchadora, nos da energía para seguir poniéndonos este uniforme y seguir haciendo este trabajo», dijo el oficial Downs, quien es tío. «Significa mucho para mí, de verdad, que ella siga luchando».
«No solo somos policías», explicó Willis, reflexionando sobre el incidente, «somos padres, o primos, o hermanos, y tenemos corazón». Ya saben, nos derrumbamos como todos los demás».
«Si salvamos la vida de esa niña, sería la gran diferencia que significaría todo».
Downs añadió que él y sus colegas son hombres negros y también policías, y entienden lo que siente la comunidad.
«Realmente quiero que sepan que estamos aquí», imploró. «Continuaremos con nuestro compromiso de servicio y de hacer nuestro trabajo, profesionalmente y continuaremos salvando vidas, y haciendo la diferencia».
El oficial Willis, un padre, añadió: «Al ver a esta niña inocente y herida. Me hace llorar ahora, con solo de pensarlo. Es emotivo. Es de humanos. Somos policías, pero somos humanos».
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