Los productores de una granja lechera de Pensilvania se unieron para encontrar una solución menos derrochadora, después que su principal distribuidor les pidiera deshacerse del exceso de leche que normalmente recogen en medio de la pandemia del virus del PCCh. El resultado de sus esfuerzos fue un triunfo de espíritu comunitario.
La lechería Whoa Nellie Dairy en Facebook, en Acme, Pennsylvania, publicó su dilema en Facebook, el 11 de abril de 2020. «Como muchos de ustedes saben, todo el exceso de leche que no embotellamos se envía a Schneider’s, en Pittsburgh, PA», escribió la empresa lechera familiar. «Acaban de contactarnos y nos han dicho que no recogerán nuestra leche el miércoles o el viernes».
Los productores de leche Ben y Mary Beth Brown explicaron que, en efecto, se les pidió que tiraran 12 ordeños de leche utilizable por el desagüe. «Estamos totalmente disgustados por este tipo de desperdicio», publicaron, añadiendo, «Tampoco nos pagan por la leche vertida, obviamente».
El equipo de Woah Nellie Dairy entonces ideó un plan alternativo. Decididos a no desperdiciar ni una gota, la lechería decidió abrir su propia tienda en la granja.
«Nosotros solo podemos pasteurizar y embotellar 30 galones a la vez», escribieron los Browns, «pero vamos a trabajar día y noche para intentar embotellar todo lo que podamos esta semana».
Ben declaró a Trib Live que la granja familiar tiene 200 vacas, 70 de las cuales están produciendo leche activamente. «No quiero que nos hundamos», explicó. «Esta granja ha estado en la familia Brown desde los años 1700».
El 14 de abril, los temores de Ben se calmaron. Una larga fila de clientes en sus coches se alineó pacientemente fuera de la tienda de la granja Woah Nellie Dairy. En la tienda había al menos unos veinte.
Muchos clientes condujeron desde lejos en el frío solo para ayudar a su granjero local a evitar tirar tanta leche. También se adhirieron a las pautas de distanciamiento social y se mantuvieron al menos a 6 pies de distancia. Esperaron pacientemente no sólo para comprar leche sino también otros productos lácteos como quesos, requesón, crema agria y otros más.
Publicando una actualización en la noche del 14 de abril, los Brown se describieron como «aturdidos», añadiendo, «el shock de los últimos dos días y la efusión de amor y apoyo es algo que no superaremos rápidamente».
En poco tiempo, el número de clientes había superado con creces la capacidad de la lechería. Al tercer día de la apertura de la tienda de la granja, sólo tomó 90 minutos para que los estantes del refrigerador se vaciaran.
«Todos ustedes lo hicieron de nuevo», publicó el equipo de Woah Nellie, «excepto que esta vez se agotaron a la 1:30 pm de hoy!».
Más tarde ese mismo día, el personal de la lechería entró en Facebook una vez más para «aclarar algunas cosas», en medio de la preocupación de que su distribuidor, Schneider’s, fuera la única compañía que pedía a los granjeros que se deshicieran del exceso de leche.
«Hace tres años, cuando empezamos a embotellar nuestra propia leche, la empresa lechera con la que estábamos en ese momento no permitía eso. Así que tuvimos 28 días para encontrar una nueva compañía de leche», explicó Woah Nellie’s. «Schneider’s Dairy dio un paso adelante y no sólo accedió a recoger nuestra leche, sino que apoyó nuestro sueño de comenzar nuestra propia operación de embotellamiento [..]».
«Descubrimos hoy que la gente piensa que Schneider’s es la única compañía que pide a los granjeros que tiren la leche», continuaron los productores. «Hay otras empresas lácteas siguiendo ese ejemplo en todo Estados Unidos».
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus, ha interrumpido las cadenas de suministro de la industria alimentaria en todo el país. Shannon Powers, secretaria de prensa del Departamento de Agricultura, citó el cierre de restaurantes, la disminución de las exportaciones de leche y el cierre de universidades y escuelas como razones de la crisis láctea, informó Trib Live.
Pensando a largo plazo, Ben y Mary Beth Brown instaron a sus seguidores a seguir apoyando a su principal distribuidor. Abrir su propia tienda en la granja, dijeron, es simplemente una forma de mantenerse fieles a su misión: no desperdiciar leche buena y utilizable.
«Nosotros sabíamos que tendríamos que cavar y trabajar duro y rezar para que la leche se vendiera», concluyeron.
El trabajo duro, la oración, y el apoyo leal de la comunidad local ciertamente valieron la pena. En las actuales circunstancias económicas, la lechería Woah Nellie de Pensilvania obtuvo un triple triunfo al encontrar una forma de hacer ventas, llegar a los clientes y evitar que la leche se desperdicie en el proceso.
Los Browns también están pagando eso por adelantado. De acuerdo con WPXI, las donaciones recaudadas de las ventas de leche de Woah Nellie se destinan al suministro de leche embotellada para familias necesitadas a través de los ministerios de Connellsville.
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