Un profesor argentino vivió una impactante experiencia que le “partió el corazón”, cuando dos jóvenes lo asaltaban a mano armada y de pronto se percató que uno de ellos había sido su alumno. Sin embargo, su relación hizo que la situación cambiara de rumbo y al final el joven pidió sinceras “disculpas por su error”.
Julio Ferreri es un profesor de Tucumán, una provincia de Argentina, que además de haber sido preceptor y profesor, ha trabajado más de 19 años en el área de desarrollo social. Para el docente, sus alumnos “son como unos hijos más”.
“Para mi los alumnos son como unos hijos más. En el sentido de que uno siempre los está acompañando. Uno trata de transmitir no solo lo que tiene la asignatura, si no esto de valores, cuidado, respeto y la sociedad de consumo”, explicó el Prof. Ferreri a The Epoch Times.
Sin embargo, el pasado viernes 4 de marzo, un evento totalmente inesperado impactó al docente, cuando dos jóvenes lo asaltaron con una pistola y le quitaron el celular y la mochila mientras estaba por abordar su motocicleta en la Av. Néstor Kirchner y Francisco de Aguirre.
Pero más allá del robo de sus pertenencias, donde tenía documentos valiosos, al profesor se le “partió el corazón” cuando vio que uno de los asaltantes era un exalumno.
Sin darse cuenta de la identidad del profesor, debido al casco que traía puesto, los jóvenes incluso gatillaron la pistola dos veces, pero afortunadamente no salió ninguna bala, relató en una entrevista a TN.
“Ellos me apuntaron con la pistola desde un principio, gatillaron dos veces, pero no salió la bala. Se notaba que la pistola era vieja”, detalló.
“Si su revólver estuviera andando, no la estaría contando. Esa si es una realidad”, relató a The Epoch Times.
Y ante la adrenalina y el impacto de que uno de sus exalumnos lo estuviera atracando, el profesor Ferreri actuó de cierta manera por impulso y comenzó a seguir a los jóvenes, mientras gritaba.
“¡Fuiste mi alumno, no me hagas esto por favor!”.
Al parecer, esto realmente impactó al joven de aproximadamente 19 años, quien al ver a los ojos a su expreceptor, inmediatamente soltó las cosas que traía y echó a correr.
“Yo me sacó el casco. Y le digo he sido tu preceptor, tu profesor. Tu me conoces a mi. Se da vuelta e inmediatamente tira las cosas”, recuerda el docente.
“Eso para mi es un acto que tiene mucho valor”, agregó. Pues para el docente, es un indicador de que realmente él fue alguien “significativo” en la vida de su alumno.
Ferreri recuerda que fue aproximadamente 3 años preceptor del estudiante, un preceptor acompaña a los alumnos durante los recreos, lo que lleva a que entablen una relación más cercana, donde uno acaba conociendo las problemáticas familiares y sociales de los jóvenes.
“Uno comparte mucho tiempo con ellos. La escuela es una caja de resonancia de todas las problemáticas sociales que los estudiantes viven”, explica.
“En su esencia él siempre fue un buen alumno, fue muy respetuoso. Era un grupo muy rebelde. El siempre tenía la mirada triste. Se notaba que en su situación familiar había algo”, añadió al recordar a su alumno en la escuela.
Y aunque, el hecho es que el alumno realizó un acto delictivo, este docente hizo una importante reflexión sobre la juventud que viven en contextos vulnerables. Donde muchas veces, el contexto familiar, la pobreza, el acceso al consumo de drogas y alcohol, pueden llevar a los jóvenes por los caminos incorrectos.
“Para mi no es que los jóvenes quieran ser delincuentes o nacen delincuentes. Ellos son producto del contexto de dónde viven. Lamentablemente el contexto los lleva a tomar decisiones”, relató.
Además, añade que el consumo problemático, por ejemplo del alcohol que es legal crea situaciones realmente complejas que conllevan a que los adolescentes, en ocasiones niños aún, se vean sumergidos en adicciones y actos como el que vivió recientemente.
Pero la historia del alumno y el profesor, no culminó ahí.
Pues posteriormente, el joven envió un emotivo mensaje al Prof. Ferreri, pidiéndole “perdón con todo su corazón”, pues realmente lo recordaba como “un amigo” y le prometía que “nunca iba volver a pasar”.
“Hola profesor. Buen día. Quería pedirle perdón con todo mi corazón por lo que hice, yo nunca lo reconocí. Ahora me acuerdo que usted me ayudó mucho y yo lo quiero a usted.
Porque me aconsejó, me ayudó, yo lo quería como un amigo. Le pido mil disculpas por mi error. Le prometo que nunca va a volver a pasar. Cuidese profe, disculpe de corazón”.
Un acto de valor por parte del alumno, que a pesar de haber cometido un robo pudo reconocer su error. Además el profesor, decidió ofrecerle su ayuda, recordándole que siempre hay maneras de salir adelante.
“Le mandé un mensaje, aceptando la disculpa. Diciendo que bueno que siempre ha sido un buen chico. Que yo estoy dispuesto a ayudarle, y que muchas personas lo quieren ayudar”, le respondió Ferreri. “Te invito para que tomemos un café y charlemos”, finalizó su mensaje.
“Él salió a robar a hacer un acto delictivo. Él abandonó la escuela. Por eso hago hincapié en que sigan estudiando, no dejen la escuela”, recordó el docente argentino.
Así, este noble profesor argentino continúa esperanzado en que tanto este joven, como muchos otros alumnos que cursan situaciones difíciles puedan encontrar una mejor alternativa de vida.
«Yo estoy seguro que esto va a cambiar su vida», relató Ferreri.
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