Un profesor de Iowa sacó su caja de herramientas y se fue a la ferretería al enterarse que muchos alumnos no disponían de suficientes espacios de trabajo en casa para facilitar el aprendizaje por Internet.
Nate Evans, profesor de literatura de 7º grado de Ankeny, se dio cuenta que algunos alumnos se conectaban a las clases en Internet desde la mesa de la cocina o la cama porque no tenían otro lugar.
Notó que algunos de estos «espacios de trabajo» no proporcionan el tipo de entorno que los estudiantes necesitan para aprender por Internet con éxito (una noción dudosa para empezar).
Según Evans, los niños necesitados no eran los únicos que carecían de espacios de trabajo adecuados en casa. Las familias no estaban preparadas para el aprendizaje por Internet y han hecho todo lo posible para que funcione con lo que tienen disponible.
«Esto es para los niños que no tienen absolutamente nada hasta los niños que tienen todo lo que han querido pero no tienen este espacio porque no estaba disponible», dijo Evans a Good Morning America el 19 de enero. «Alguien tenía que proporcionarlo y pensé: ‘¿Por qué no yo?'».
Los primeros escritorios los pagó de su propio bolsillo.
«El día que me decidí a hacerlo, fui a la tienda con unos 300 dólares para gastar», dijo Evans en una entrevista con CBS.
Sin embargo, cuando Evans publicó su proyecto en redes sociales, la comunidad empezó a apoyar.
«Cuando revisé mi cuenta de Venmo ese día, eso es casi exactamente lo que había recaudado», dijo, refiriéndose a los 300 dólares iniciales que gastó en los primeros escritorios. «Simplemente estaba destinado a que sucediera».
No solo empezaron a llegar donaciones, sino que la gente también se ofreció a ayudar a construir los escritorios. Evans y más de 50 voluntarios trabajaron juntos para construir unos 600 pupitres, haciendo realidad su visión.
Ahora, el proyecto ha producido un total de 795 escritorios, y eso es solo el principio.
Para ayudar a financiar su proyecto, Evans fundó Woodworking with a Purpose, una causa central de la CORE Foundation, Inc.
Según Good Morning America, él incluso construyó los escritorios en su propio garaje, y finalmente recurrió a una unidad de almacenamiento para obtener más espacio. Allí los educadores pueden recoger los materiales y distribuirlos a los alumnos de la zona.
«Me hice profesor para ayudar a los niños», señaló Evans. «Eso era todo. No era para las vacaciones de verano. Me ofrezco como voluntario siempre que puedo. Quiero verlos aprender y crecer… en mi aula… quiero verlos aprender y crecer también en casa».
Ahora, Evans espera construir otros 1000 escritorios en los próximos meses.
De hecho, su objetivo final es fabricar un total de 2020 pupitres, que indica el año 2020, para el final de este periodo escolar. Para alcanzar esta meta, necesita recaudar 30,000 dólares más.
Evans explicó a The Epoch Times que, además de necesitarse más fondos, la construcción de una cantidad suficiente de pupitres resultaba aún más difícil por la falta de espacio de trabajo.
Sé que podríamos ayudar a muchos más niños», dijo, «pero trabajar en mi garaje en invierno nos ha retrasado».
«Estuvimos buscando y preguntando por un espacio para trabajar en los meses de invierno, pero aún no hemos tenido suerte. Un edificio seguro y con calefacción nos permitiría organizar pequeños eventos de construcción para fabricar y almacenar más escritorios más rápido».
Evans dijo a CBS, que en el futuro planea expandir sus operaciones fuera de Ankeny.
«Sabía que si los niños de aquí en la ciudad necesitaban cosas… habrá niños en todo el condado que también las necesitan», dijo, y añadió que los voluntarios son realmente los que han hecho todo esto posible.
«Creo que todos los voluntarios, todas las personas que han lijado un escritorio, o pintado una tabla, o construido algo, o hecho donaciones, creo que todos quieren que los niños sepan que la gente se preocupa por ellos», dijo Evans.
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