El dueño de una propiedad comercial, Bill Harrison, ha sido propietario en el centro de Royal Oak, Michigan, durante mucho tiempo. Pero mientras los negocios luchan por mantenerse a flote en medio de los cierres mundiales debido al virus, Harrison será esencialmente un propietario solamente de nombre; por el momento, solo está aceptando un dólar de renta de cada uno de sus tres inquilinos en el centro de la ciudad.
Harrison le dijo al personal de Noticias Locales WXYZ que cobró el dólar para poder cobrar los cheques de cada inquilino como prueba de que el pago del alquiler era legítimo, ya que quería hacer lo posible para aliviar la carga sustancial que la pandemia ha impuesto a las pequeñas empresas que operan en su propiedad.
«Envié un mensaje a mis inquilinos diciendo que para el alquiler de abril solo me enviaran un cheque por un dólar», dijo Harrison, explicando que notificó a los inquilinos en marzo sobre sus pagos que vencían el 1 de abril. «Cuando cobre ese cheque eso es una garantía de que he aceptado un dólar como pago. Vamos a tomarlo un mes a la vez».
Los negocios han sido golpeados, tal vez los más duramente, durante la pandemia en curso, que ha obligado a cerrar las operaciones de las tiendas, algunas para siempre, mientras que se aplican medidas de distanciamiento social en un esfuerzo por frenar la propagación del virus. Esto ha dejado a todos, desde las familias hasta los propietarios de negocios, ante la posibilidad de no poder pagar sus facturas debido a la fuerte disminución del flujo de efectivo; de ahí la decisión de Harrison de facilitar un poco las cosas a sus inquilinos por el momento.
Además de conseguir algo de publicidad, la medida también ayuda a Harrison a mantener a sus inquilinos, que se vieron afectados inadvertidamente por la repentina crisis, manteniendo así la propiedad ocupada. Se negó a dar más detalles en entrevistas con las noticias locales sobre el impacto que tendría en sus propias finanzas el no haber conseguido ingresos por el alquiler.
Sigue cobrando los servicios públicos, pero se espera que la simple decisión de cancelar el alquiler marque realmente la diferencia.
«Creo que dará [a los propietarios de las empresas] algo de esperanza y les ayudará a aguantar esta crisis», explicó Sean Kammer, que trabaja con la Autoridad de Desarrollo del Centro.
No hay una fecha límite para la amabilidad de Harrison, pero dio a entender que el alquiler seguirá siendo un tema de discusión flexible incluso una vez que los negocios empiecen a reabrirse, lo que debería ser un alivio aún mayor para sus inquilinos.
«Cuando abran, el negocio va a ser lento y tendremos que ser compasivos entonces también», explicó Harrison. Y aunque no dio detalles sobre si eso significaba un regreso gradual a los precios de alquiler completo o períodos de gracia extra y planes de pago, es seguro decir que este propietario tiene su corazón en el lugar correcto. Con suerte, su compasión ayudará a mantener a unas cuantas familias más en pie durante la pandemia, lo que debería hacer mucho más fácil volver a la normalidad cuando llegue el momento.
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