Un contratista al que se le acercó un hombre sin hogar para pedirle trabajo quedó impresionado por su espíritu trabajador y decidió darle una oportunidad, lo que provocó una respuesta masiva en las redes sociales.
Nacido y criado en la ciudad de Lahaina, en Maui, Hawái, Kimo Clark, de 43 años, es propietario y director de Truth Excavation desde 2011. El viernes 5 de mayo, su día libre, Clark estaba en el estacionamiento de un banco de Lahaina haciendo algunos encargos cuando un hombre desaliñado de una edad similar a la suya se acercó desde una camioneta Ford roja.
«Me dijo: ‘Hola, estoy buscando trabajo'», contó Clark a The Epoch Times. «Parecía un obrero, como si estuviera listo para trabajar en camiseta y vaqueros, y solo por la mirada, sinceramente; parecía que necesitaba ayuda».
Clark creía que el hombre sin hogar había visto antes vehículos de construcción y se había acercado a ellos para decir: «Eh, quiero trabajar. Tengo hambre».
Aunque Clark está muy implicado en la comunidad, participa en limpiezas de playas, campañas de donación y eventos de la iglesia, nunca había ayudado a personas sin hogar. «Pero este tipo era diferente porque no pedía limosna», dice. «No pedía dinero, sino un trabajo».
Clark se fijó en la caja de herramientas y los objetos personales que había dentro del Ford e intuyó que el hombre, que permanece en el anonimato por petición propia, vivía en su camión. Clark decidió arriesgarse e invitó al hombre a acompañarle a casa de un cliente para hacer excavaciones manuales y manejar mangueras hidráulicas, algo que el hombre aprendió rápidamente.
Tras cuatro horas de trabajo, Clark le dio al veterano 100 dólares en efectivo, la cuarta parte de lo que había ganado por el trabajo, y le dijo que volviera el domingo o el lunes. Sin embargo, el veterano nunca apareció, por lo que Clark recurrió a las redes sociales.
El contratista lleva años filmando proyectos de trabajo y compartiéndolos en Instagram. Después de trabajar con el veterano, publicó un video en su Instagram y la publicación se hizo viral. Dos días después, había acumulado millones de visitas e innumerables peticiones de donaciones para el hombre sin hogar.
Clark intentó encontrar al veterano para poder hablar con él de toda la gente que quería ayudarle. Pero como no pudo, hizo un video de seguimiento ya que sabía que estaba cerca de Lahaina, que es una ciudad pequeña.
«Oía a la gente decir: ‘¡Ah, sí, yo vi a este tipo!'», cuenta. «Fui al albergue de personas sin hogar, fui a los campamentos de personas sin hogar, conduje por los alrededores, anduve en bicicleta.
«Pensé, hombre, voy a encontrar a este tipo, voy a mostrarle a toda esta gente que se preocupa… voy a darle un trabajo».
Una semana después, Clark respondió a un avistamiento del veterano en un restaurante de Lahaina y al día siguiente recibió un mensaje de texto del veterano. Se disculpó por no haber aparecido, pero rechazó la oferta de ayuda de Clark y también le pidió que retirara el video de las redes sociales. Para entonces, la publicación tenía 9 millones de visitas y 500,000 comentarios.
Clark conoció un poco la vida del hombre. Ex marine SEAL que sirvió en Afganistán, era de Texas y tenía un hijo y una esposa, «o tal vez exesposa», dijo Clark.
También supo que el veterano y su familia no se llevaban bien y que se había mudado para huir de ellos.
Desde que había ido a la guerra, había matado a gente y «le preocupaba que al tener su cara en Internet, la gente de Afganistán viniera a buscarlo».
«Le dije: ‘Oye, Jesús te ama, no importa lo que hayas hecho’. … ‘Tengo amigos aquí que son ex marines SEAL en Maui, necesitas hablar con alguien que ha estado en tu situación, ha estado en la guerra, ha matado a gente'», dijo Clark.
Más tarde, Clark le dio al veterano otros 300 dólares e insistió en que encendiera su teléfono para mantenerse en contacto. Esa noche, rezó y prometió «seguir intentándolo» y «tener las intenciones correctas».
«Con el tiempo sus muros se derrumbarán», dijo. «Quizá algunas palabras calen en su corazón y quiera hacer un cambio, pero realmente, como en todo, no puedes forzar a la gente».
Clark, que es creyente cristiano, dijo: «¿Cómo les ayudas cuando no quieren ayuda? ¿Qué le dices a alguien que no tiene esperanza?», dijo. «En mi caso, puedo perderlo todo; puedo perder a mi familia, puedo perder mi negocio. Puedo perder mi dinero… pero nunca perderé mi esperanza. Mi esperanza está en Jesús, y eso es lo que hace la fe».
Clark tiene la esperanza de que ambos vuelvan a encontrarse en el futuro. Mientras tanto, su buena acción en favor del trabajador sin techo ya ha provocado un efecto dominó en su propia empresa.
«Uno de mis empleados principales hizo algo realmente increíble el fin de semana», explica. «Se gastó unos 400 dólares, compró un montón de comida, fue a todos los campamentos de personas sin hogar y empezó a repartir comida y agua. Ni siquiera se lo sugerí, lo hizo él solo».
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