Un joven repartidor de pizzas se detuvo al ver un incendio en una casa que tras revisar, terminó salvando a 4 niños en un esfuerzo que casi le cuesta la vida.
Poco después de la media noche del lunes de la semana pasada, Nicholas Bostic, de Lafayette, en Indiana, pasaba por una calle después de llenar el tanque del automóvil con gasolina, cuando vio un pequeño incendio, «del tamaño de una fogata», dijo, frente a una casa de dos pisos, de acuerdo a un comunicado de la Policía de Lafayette (LPD).
Cuando la policía llegó alrededor de las 12:30 la casa estaba envuelta en llamas.
De inmediato el joven ―quien es un repartidor de pizzas de 25 años― pisó los frenos y puso el vehículo en reversa para ver mejor la escena. Ya que no llevaba su teléfono, intentó detener a otro conductor haciéndole señas, pero nadie se detuvo.
Luego de eso «pensé que necesitaba concentrarme en ver si había alguien allí», dijo Bostic, y luego entró a la casa por la puerta trasera.
Sus gritos de alerta despertaron a cuatro niños entre 1 y 18 años que pudieron salir de la casa ilesos. Sin embargo, los niños alertaron al joven de que una de sus hermanas, de 6 años, aún estaba dentro. Él corrió «sin dudarlo», hacia el segundo piso en busca de la niña.
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— LafayetteINPolice (@LafayetteINPD) July 15, 2022
Comenzó a buscar en cada habitación, debajo de las camas, alrededor de los escritorios, detrás de las puertas y en los armarios, según explica Dave Bangert en su blog de noticias locales.
«En cualquier lugar que pudiera pensar», dijo Bostic, pero «comenzó a ser difícil de ver, porque el humo se estaba poniendo malo. No sé cómo explicarlo, pero fue como si aceptara que probablemente iba a morir, allí mismo, esa noche. Pero era una calma extraña. Solo tienes que trabajar lo más rápido que puedas».
Bostic perdió la noción de tiempo y no sabe si estuvo solo durante «algunos segundos, pero se sintió como una eternidad», dijo, hasta que escuchó un llanto que venía del primer piso.
Cuando bajó las escaleras no pudo ubicar dónde estaba la niña, así que se subió la camisa alrededor de la boca y la nariz, cerró los ojos y comenzó a tocar a través del denso humo negro.
«Hasta que la alcancé», recordó, luego de eso ya no pudo encontrar la puerta de salida y regresó al segundo piso, donde golpeó una ventana antes de saltar al suelo mientras se aseguraba aterrizar sin lastimar a la niña.
En el video de la cámara corporal compartidas por LPD, se ve a Bostic cargando a la niña por el costado de la casa en llamas y entregándola a los rescatistas. Poco después los médicos lo atiendan en un jardín cercano.
Aún así, Bostic sigue preguntando: «¿Está bien el bebé? Por favor, dígame que el bebé está bien», mientras los agentes le aseguran que el bebé está bien.
«Lo hiciste bien, amigo», le dice un médico.
«Las acciones heroicas de Nicholas Bostic salvaron vidas. Su entrega durante este incidente es inspiradora, y ha impresionado a muchos con su valor, tenacidad y firmeza ante un riesgo tan extremo. El Departamento de Policía de Lafayette y el Honorable Alcalde Tony Roswarski están eternamente agradecidos por la intervención de Nicholas y les gustaría reconocer públicamente sus acciones», se lee en el comunicado de LPD.
Las generosa y sacrificada acción del repartidor de pizzas inspiró a su comunidad para retribuirle de alguna manera y ayudarlo a pagar las cuentas tras la hospitalización que requirió luego del rescate.
«Este chico es un verdadero ejemplo. Lamentablemente tiene algunas lesiones graves y necesitará ayuda durante su recuperación», escribió Richard Stair, primo de Bostic, en GoFundMe. En tan solo siete días, la cuenta acumula USD 294,000 de los 100,000 iniciales.
«¡La cantidad de apoyo y donaciones está más allá de lo que podríamos haber esperado!», dijo Stair en una actualización.
Los comentarios de admiración y agradecimiento inundaron el Facebook de Bostic, con mensajes como «¡Los héroes no siempre usan capa!», y «¡lo hiciste absolutamente increíble! ¡Has hecho que tu familia y comunidad estén muy orgullosos!».
«Es irreal», dijo Bostic a Dave Bangert. «Estar aquí sentado contándolo, es simplemente irreal para mí. Es Dios, amigo. Es todo lo que puedo pensar».
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