Un joven repartidor de comida en Brasil se quedó sin motocicleta para poder realizar entregas, pero eso no le impidió seguir trabajando a pie. Su gran motivación es su hija y su esposa.
José Anderson es un padre de familia que vive en Caruaru, municipio brasileño del estado de Pernambuco, en Brasil. En mayo del 2020, el joven se encontraba caminando durante la noche en la zona para realizar una entrega cuando fue abordado por unos policías militares del 1º BIEsp.
A los policías les llamó la atención que Anderson estuviera caminando con una mochila en su espalda, propia de los repartidores de comida en motocicleta o bicicleta. El joven explicó a los policías que su vehículo se había averiado, y aunque algún tiempo le prestaron una bicicleta, dejó de ser una opción.
«Cuando regresé [de una entrega], vi un vehículo del 1º BIESP que ya estaba grabando un video hablando de mí. Cuando miré hacia atrás, me preguntaron por qué estaba entregando a pie y dije que no tenía dinero para arreglar la moto y poder sacarla del taller. Fue entonces cuando dijeron que me ayudarían y me dieron una canasta básica de alimentos», dijo Anderson al medio local Periódico de TV SBT.
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Cuando Anderson contaba con la motocicleta, realizaba 10 entregas durante la noche. Ese número bajó a 5 cuando lo comenzó a hacer a pie, y llegó a recorrer hasta 5 millas para realizar una entrega.
El joven, que además tiene el sueño de algún día convertirse en policía, explicó a los oficiales que era casado y que su esposa se encontraba en casa con su pequeña hija de 6 meses. La historia quedó grabada en video, y conmovió a los usuarios cuando fue compartida en redes sociales.
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«Me detuve aquí para felicitarte, por la actitud, porque hay pocas personas que hacen lo que tú estás haciendo. Estás trabajando a esta hora, y estás entregando a pie, así que felicitaciones de antemano y que Dios te proteja y te ayude a alcanzar tu meta (…) y nunca dejes de luchar», le dijo el policía a Anderson.
Estéfane Moraes, la esposa de Anderson, se quedó sin trabajo cuando inició la pandemia mundial ocasionada por el virus del PCCh, el patógeno que causa COVID-19. Ella dijo en entrevista al mismo medio hubo días en que no tenían «nada para comer» y que se sentía orgullosa del esfuerzo que realizaba su esposo al salir a trabajar.
Con lágrimas, Anderson compartió las palabras que ha dicho a su pequeña hija: «Le digo a mi hija ‘nunca te faltará nada, hija mía, nunca faltará qué comer en la casa'».
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El caso de Anderson motivó que muchas personas quisieran ayudarlo a recuperar su motocicleta, y que además tuviera medios para alimentar a su familia. A través de la página Razões para acreditar, se organizó una recaudación de dinero para apoyarlo. La meta fue alcanzada e incluso superada, logrando un 173 % y recaudando más de USD 20,000.
El reconocimiento de unos policías a un repartidor nocturno alcanzó la generosidad de muchos brasileños, un valor muy necesario en estos días. La vida también tiene grandes sorpresas de bondad.
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