Un niño nigeriano que fue calificado de brujo por su pueblo y obligado a beber veneno fue adoptado por una ONG donde superó los traumas de su pasado. Ahora, con 18 años, sueña con ayudar a otros como él.
Essien Emmanuel Esebre, que pronto irá a la universidad, espera estudiar derecho para poder ayudar a proteger a otros niños victimizados. Sin embargo, en 2014, en su pueblo natal de Mbokpu Oduobo, en el estado de Akwa Ibom, la vida de Essien no podía ser más diferente.
Anja Ringgren Lovén, fundadora de Land of Hope —un grupo de defensa que trabaja para salvar a niños inocentes acusados de brujería de la exclusión, la tortura y la muerte— conoció a Essien mientras filmaba un ritual de liberación en una iglesia local. Fue para un documental llamado «Los héroes del infierno», que se emitiría en la televisión nacional danesa.
Según Anja, las liberaciones son prácticas o rituales que se realizan en Nigeria por grupos para limpiar a las personas de la supuesta posesión de demonios y espíritus malignos.
«El caso de Essien es excepcional porque su rescate fue filmado», dijo Anja a The Epoch Times. «No es fácil acceder a estas liberaciones, y mucho menos filmarlas, porque los niños sufren abusos y a veces mueren durante las liberaciones».
Sin embargo, el marido de Anja, David Emmanuel Umem, encontró un pastor dispuesto a permitirles filmar una liberación. Un niño del pueblo del pastor había sido acusado de ser un brujo, y ese niño era Essien.
«La liberación comenzó con muchos cantos y bailes», dice Anja. «No vimos a Essien hasta muchas horas después, hacia las 4 de la mañana, cuando algunos de los aldeanos lo llevaron al interior de la iglesia. Estaba cansado y asustado, pero se encontraba en buen estado».
Essien recuerda su experiencia al ser acusado de brujo.
«Me sentía inseguro… estaba agresivo y sufría mental y emocionalmente», dijo. «No podía hablar con la gente… debido a las acusaciones, no se me permitía comprar en el mercado general, era como si se acabara el mundo. Incluso pensaba en el lugar donde mis padres y los aldeanos me enterrarían cuando me mataran».
Compartió que a sus padres les dijeron que después de beber veneno, sería capaz de «vomitar a la bruja».
Compartiendo más sobre la liberación, Essien dijo: «Sentí que iba a vomitar, pero después de un tiempo, me sentí incómodo y me hicieron descansar un rato. Más tarde, cuando estuve consciente, fui al baño y descubrí que estaba defecando sangre, no [una] ‘bruja'».
Essien fue entonces rescatado por Anja y se fue a vivir al hogar infantil Land of Hope, en Eket, junto a su hermana Idong, a la que también acusaron de ser bruja.
«También querían hacerle una liberación, pero lo impedimos», dijo Anja. «Fue importante para la recuperación mental de Essien tener a su hermana a su lado; tenemos muchos hermanos en Land of Hope, y los niños traumatizados por los abusos se recuperan más rápido cuando tienen un hermano o hermana a su lado».
Desde su primer día en Land of Hope, Essien pensó que le pondrían una máquina que le ayudaría a «vomitar la bruja».
«Pero, para mi sorpresa, no fue así», dijo Essien. «A partir de ese momento, mi vida se transformó».
Essien fue inscrito en una escuela, y aprendió sobre las supersticiones que habían puesto en peligro su vida. Pero el rechazo de sus padres fue doloroso, y le costó confiar en los demás.
«Antes de la acusación de brujería, solía comer con mis hermanos, pero después de la acusación, no fue así», dijo Essien. «Mis padres empezaron a ponerme apodos que me molestaban mucho. Llamaban a la gente y me pedían que detectara si eran brujas o no.
«Mis padres decían que habían sufrido para darme a luz y me pusieron el nombre de sus padres, pero en cambio me convertí en la fuente de sus problemas».
Debido a estos abusos pasados, Essien tenía mucha rabia acumulada en su interior y por eso actuaba en Land of Hope, siendo violento con los otros niños. Pero su educación y la atención profesional y el amor del personal le animaron a curarse. También encontró una salida para su ira: el deporte.
«Fue muy significativo ver ese increíble cambio en él», dijo Anja, que ha visto la evolución de Essien en los últimos nueve años. «A Essien le ha crecido la pasión por el boxeo, y practica cuatro veces por semana en el club de boxeo local. Tiene un gran talento en muchos deportes diferentes».
Siete meses después del rescate de Essien, cuando Anja dio a luz a su hijo, David Jr., Essien se vinculó rápidamente con el bebé, ayudando a Anja a alimentarlo, cambiarlo y cargarlo. Idong también echó una mano con el bebé y le encantó cuidarlo.
Essien pronto se acercó a los otros niños. Dice: «Mi vínculo con los niños de Land of Hope es fuerte. Nos queremos, nos comunicamos y, lo más importante, respetamos nuestras diferentes personalidades. Nos valoramos mutuamente».
Según Anja, más de 10,000 niños son acusados de ser brujos en Nigeria cada año. Muchos son torturados; algunos son asesinados.
«Nuestro trabajo merece la pena», dijo, «y no importa los retos a los que nos enfrentemos, nunca nos rendiremos. Somos las voces de los niños, y ellos nos necesitan para hablar y luchar por la justicia».
Hasta la fecha, Land of Hope ha rescatado a 88 niños del estigma de la brujería, el abandono y los abusos, y necesita desesperadamente donaciones para continuar su vital labor.
Los hermanos Essien e Idong ejemplifican la misión del hogar. Ahora, sanos y curados, ambos son «estudiantes brillantes», ilusionados por continuar su educación en la universidad. Essien siente que debe su segunda oportunidad en la vida a Anja y David.
«Desde el día en que me sacaron de la hostilidad del entorno en el que vivía —mi familia y mi pueblo— los quise y los sigo queriendo», afirma. «Prometo colaborar en la lucha contra las prácticas tradicionales nocivas en mi comunidad después de mis estudios universitarios».
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