Las palabras pueden tocar corazones y hacernos elevar la moral, por eso estamos seguros que nuestros lectores se beneficiarán al leer esta historia.
¿Qué se te ocurriría si te enteras que un hombre salta a un bote salvavidas y deja a su esposa en un barco que se está hundiendo? ¿Es cruel? ¿Egoísta? Bueno, la razón detrás de sus acciones es algo que no te esperarás.
Esta es una historia que circuló por Internet sobre la lección de vida que una maestra le enseñó a sus alumnos.
La historia se centra en un crucero que se volcó en el mar, y cómo una pareja se vio obligada a tomar la decisión sobre a quién debían dejar atrás, ya que el bote salvavidas solo tenía espacio para una persona.
En ese momento crítico, el hombre se abrió paso y saltó al bote salvavidas, dejando a su esposa parada en el barco que se hundía en las profundas aguas del océano.
Ella le gritó algo a su esposo…
La maestra detuvo el cuento para preguntar a la clase, «¿Qué creen que gritó?».
La mayoría de los estudiantes dijeron que la mujer gritó, «¡Te odio!».
No nos sorprende que los estudiantes piensen así. La mayoría de nosotros pensaría lo mismo, ya que la respuesta parece lógica, considerando que el hombre la dejó atrás para que muriera sola.
Pero había un niño en la clase que no hablaba y la maestra notó su tranquilidad.
Ella le pidió su respuesta y él le dijo, «Señorita, creo que ella habría gritado: ‘¡Cuida de nuestro hijo!'».
La respuesta del niño sorprendió a la maestra.
Ella le preguntó: «¿Oíste esta historia antes?».
Él agitó la cabeza y dijo: «No, pero eso fue lo que mi mamá le dijo a mi papá antes de morir».
«Esa respuesta es correcta», dijo la maestra a la clase.
Después que el barco se hundiera con su esposa, el hombre se fue a casa para criar a su hija él solo.
Un día, mientras limpiaba, su hija encontró el diario de su padre entre sus pertenencias muchos años después de su muerte.
La joven descubrió la razón por la que su madre se quedó atrás: fue diagnosticada con una enfermedad terminal y, por lo tanto, su padre tuvo que salvar su propia vida para poder criarla.
«Cómo desearía estar en el fondo del océano contigo, pero por el bien de nuestra hija tuve que dejarte sola para siempre bajo el mar», escribió.
Todo el mundo estaba en silencio cuando la maestro terminó el cuento.
Aunque esto podría no estar basado en una historia real, nos enseña a nunca juzgar a alguien mirando las cosas desde la superficie, esto es algo que siempre debemos recordar.
Su espíritu abandona su cuerpo cuando se suicida
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