Cuando una madre de dos hijos de California vio por primera vez a su husky de ojos azules llamada Teyla saltar muy alto, se quedó atónita y asombrada ante las habilidades gimnásticas de su perro recién adoptado.
Amy O, de 36 años, vive en Los Ángeles y adora los animales; hasta ahora ha adoptado tres perros: Teyla, Kodi y Willow.
Teyla tenía 3 años cuando encontró su hogar definitivo en la familia de Amy, y durante las primeras semanas, la adorable husky siberiana se mostró de lo más tranquila. No fue hasta que Teyla empezó a ver pasar a otros perros por la puerta de casa cuando sacó a relucir sus increíbles habilidades para saltar.
Más que excitada, la joven husky empezó a saltar varios metros en el aire, una y otra vez.
«Estaba totalmente impactada», dijo Amy a The Epoch Times. «Nunca había visto a un perro saltar tan alto, aparte de los perros policía que están entrenados de esa manera.
«Sabía que podía saltar porque saltó nuestra valla un par de veces para perseguir ardillas. Pero no me había dado cuenta de que podía escalar literalmente la puerta y rebotar en ella para seguir avanzando».
En el típico estilo español de California, la puerta principal de la familia tiene barrotes de hierro adornados con una pantalla interior de seguridad, lo que significa que Teyla y los otros dos perros de Amy permanecen a salvo dentro.
Teyla tiene ahora 5 años y le encanta saltar. Tanto los seguidores de las redes sociales que ven sus videos en Facebook e Instagram como los transeúntes, todo el mundo adora a esta husky saltarina.
A mucha gente le encanta ver a Teyla en acción, sobre todo a los niños. «Se quedan boquiabiertos». dijo Amy.
«Cuando pasan por aquí, algunas personas se asustan al principio y luego empiezan a reírse porque es tan inesperado. Pero muchos clientes habituales pasan y dicen: ‘Hola, Teyla'».
Una persona especial a la que Teyla siempre se alegra de ver es la cartero de la familia, cuyas visitas le hacen saltar de alegría. «Nuestra cartero la adora», dice Amy.
Lo que realmente saca de quicio a Teyla es otro perro del vecindario, un cachorro de husky dominante. Y cuando Teyla se encuentra con él, salta por los aires al menos siete veces, haciendo gala de su atletismo.
«Me asombra la fuerza de sus patas», dice Amy. «Se le ven los músculos y la definición; es una locura».
Vea el video:
(Cortesía de typicalteyla)
Esta madre de dos hijos lleva una vida muy ajetreada, pero a pesar de la naturaleza enérgica de sus tres perros, dice que no lo haría de otra manera.
Apasionada por ayudar a los innumerables huskies que acaban en refugios de rescate, Amy ha proporcionado a sus perros un hogar feliz. Describe a Teyla como «un amor, sin duda un perro de familia».
«Teyla es muy cariñosa», dice Amy. «Adora a mis hijos y conoce mis horarios mejor que yo misma. Es muy lista».
Cualquiera que se plantee tener un husky debe ser consciente de su necesidad esencial de ejercicio diario regular. Una vez, recuerda Amy, estuvo dos semanas enferma de gripe y no pudo salir a dar paseos. Como resultado, Teyla se volvió algo hiperactiva.
«Ese día, Teyla se puso a correr y acabó saltando sobre el capó de mi coche. Me dije: ‘Dios mío, ¿qué haces? Pero cuando se cayó, me dije: bueno, es culpa mía porque no la he sacado a pasear», cuenta Amy.
Amy dice que a pesar de la tendencia de Teyla a dar grandes saltos desde el suelo, en realidad es «una husky muy tranquila».
Una cosa que Amy intenta transmitir a la gente es que no todos los huskies son iguales.
Amy dice: «A algunos les encanta el sol; a otros, el frío. A veces, cuando publico vídeos sobre el hielo, recibo muchas críticas porque la gente piensa que Teyla no debería vivir en California. Pero nació y creció aquí, así que es una chica californiana. Le encanta el sol. No son una raza estereotipada».
Lo bueno de los huskies, dice Amy, es que hay una gran variedad de tipos de personalidad. Sus otros dos perros —ambos mestizos y adoptados— son Kodi, un pitsky lanudo, y Willow, un cachorro de labsky con un ladrido fuerte. Los tres perros son diferentes y necesitan muchos paseos. A los tres les encanta chapotear en piscinas heladas cuando hace calor y comer nata montada. A Teyla, por su parte, le encanta jugar en una cama elástica.
La otra cuestión crucial es el enorme volumen de huskies en Estados Unidos y otros países que carecen de un hogar estable y definitivo.
«Intento animar a la gente a que deje de comprar a criadores y empiece a rescatar a los que más necesitan un hogar, ayudando a los refugios a encontrarles un hogar bueno y cariñoso», explica.
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