Una sargento de la policía de Arizona ayudó a salvar la vida de dos bebés en dos incidentes diferentes, con algunos días de diferencia. Ambas intervenciones quedaron grabadas con su cámara corporal y han conmovido a los internautas.
La sargento Courtney Fink, del Departamento de Policía de Phoenix, que también es mamá, estaba respondiendo a una llamada que no estaba relacionada con el tema el 6 de noviembre cuando se cruzó con una familia desesperada que estaba acurrucada alrededor de un bebé fuera de su complejo de apartamentos en la parte sur de Pheonix.
Cuando Fink se acercó, los familiares le dijeron que el bebé, que entonces tenía tres días de nacido, había dejado de respirar mientras lo alimentaban, según una entrevista con la sargento que se compartió en un posteo de Facebook, ahora viral, de la policía de Phoenix en enero.
Aunque Fink no tiene formación médica formal, su instinto maternal se reveló. Hizo rodar al bebé de un lado a otro, frotó su esternón y lanzó un suspiro de alivio cuando finalmente estornudó.
«En ese momento me di cuenta que las vías respiratorias estaban despejadas», explicó la sargento. «Lo que se me presentó, que es como lo más aterrador con lo que un humano puede lidiar, es un bebé que no está respirando (…) el mejor sonido de todos. Significaba que probablemente iba a estar bien».
Desde el incidente, Fink regresa al edificio de apartamentos a menudo, y conversa en español lo mejor que puede, a pesar de la barrera del idioma, siempre se asegura de preguntar por el bebé.
Días después de ayudar a reanimar al recién nacido que se asfixiaba, Fink pasaba con su vehículo por un centro comercial cuando una persona le hizo señas para que bajara. Un niño pequeño estaba sufriendo un ataque dentro de un gran almacén cercano.
Fink, que trabajó como operadora del 911 para el Departamento de Policía de Phoenix después de graduarse en la universidad, recordó que tenía que bajar la temperatura del niño quitándole el pañal y enfriando el torso, el cuerpo, las axilas, los pies y el cuello.
Al lado de los transeúntes que se acercaron a ayudar, Fink mantuvo al niño a salvo hasta que los paramédicos llegaron al lugar. Entonces se cruzó con el hombre que le hizo señas fuera de la tienda, diciéndole: «¡Ve! Estaba destinado a estar aquí, ¿cierto?».
Su respuesta fue: «Los dos estábamos [destinados]».
Después de estar en el lugar y el momento adecuados en ambos incidentes, Fink reflexionó: «No es un trabajo sencillo; definitivamente no es fácil, pero es lo que estamos destinados a hacer. Estamos destinados a ayudar a los demás».
Vea las imágenes de la cámara corporal de Fink ayudando a salvar a los dos bebés:
(Cortesía del Departamento de Policía de Phoenix)
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