Una mujer de Georgia que creía que se estaba preparando para tener su segundo bebé se llevó la sorpresa de su vida cuando una ecografía de ocho semanas reveló que eran unos raros cuatrillizos concebidos de forma natural. Los cuatrillizos, nacidos a las 28 semanas, ahora tienen 5 meses y están creciendo.
Madison Collier, de Marietta, reflexionó: «Nunca pensé que me pasaría a mí, pero me encanta».
La profesora, de 34 años, dijo que no se había sometido a ningún tratamiento de fertilidad y que no tiene antecedentes de embarazos múltiples en su familia, por lo que fue definitivamente «la sorpresa de su vida».
Madison, que pensaba que su ecografía de ocho semanas era una cita rutinaria, acudió sola, sin saber que se iba a llevar una gran sorpresa.
Dijo a The Epoch Times: «Me asusté, empecé a hiperventilar en la consulta y terminé llamando a Justin [el esposo de Madison]. Él estaba muy, muy sorprendido, al final le envié una foto porque era una locura».
La pareja, que se conoció en la escuela secundaria, le dio la noticia a su hija de 4 años, Isla.
«Ella dijo: ‘¿Tenemos un plan para cuatro bebés?'», dijo Madison, «y Justin le dijo ‘No, no lo tenemos’. Ella dijo: ‘Bueno, ¡siempre tendremos a alguien con quien jugar!».
Los cuatrillizos concebidos de forma natural son tan raros con una probabilidad de ocurrencia de 1 entre 700.000 embarazos, según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva.
Madison aseguró que su embarazo con los cuatrillizos fue saludable, aunque doloroso, debido al ritmo al que su cuerpo se estiró para darle cabida a cuatro bebés en crecimiento.
Los cuatrillizos sorprendieron a sus padres al hacer su «rápida y furiosa» entrada en el mundo a las 28 semanas, el 3 de septiembre de 2021, casi tres meses antes de su fecha prevista de parto, el 26 de noviembre.
Madison sintió una «opresión» tras regresar a casa del trabajo, y se dirigió al Hospital Northside de Atlanta con su esposo, donde los médicos confirmaron que estaba en trabajo de parto. Sin embargo, los esfuerzos por reducir las contracciones no dieron resultado.
Los bebés Callaway, Eliza, Iris y Wilder, que pesaron entre 2 libras y 5 onzas (aprox. 1.04-1.19 kg), nacieron con pocos minutos de diferencia. Luego, les pusieron tubos de oxígeno y alimentación en la UCIN para ayudarles a fortalecerse.
Los Collier aún no se han sometido a pruebas para confirmar si los bebés son idénticos.
«Las niñas me parecen muy parecidas», dijo Madison; «los niños, ahora que los conozco, parecen un poco diferentes. Es posible que todos sean fraternos, pero también podría haber sido la división temprana de un óvulo que aún podría dar lugar a gemelos idénticos».
Mientras estuvieron en la UCIN, Madison y Justin los visitaban diariamente.
«Al principio no podíamos tomarlos en brazos, pero al poco tiempo pudimos hacerlo», dijo Madison. «Después de un tiempo, pudimos empezar a ayudar a cambiarlos y alimentarlos, y luego les quitaron el oxígeno y fue genial».
Callaway fue la que lo pasó «peor», recuerda, pero todos los bebés regresaron a casa con tres días de diferencia, después de poco más de dos meses en el hospital.
Después de ser dados de alta en el hospital, la logística de cuidar a cuatro recién nacidos a la vez llegó a casa de los Collier.
Vestir y desvestir, cambiar pañales, bañar y hacer biberones dominaban su agenda —»todo requiere mucho tiempo», dijo Madison— y las tomas diarias de tres horas, de una hora cada una, alteraban la rutina de sueño de los padres, permitiéndoles dormir solo dos horas seguidas, lo que, según Madison, fue «agotador».
Sin embargo, al momento de escribir este artículo, Madison asegura que los cuatro duermen alrededor de cinco horas seguidas por noche, toman siestas y son «bebés bastante normales».
Sobre cómo gestionan eficazmente su tiempo mientras trabajan y cuidan a sus bebés, Madison reveló que Justin, consultor de marketing que trabaja desde casa, cuida a los bebés mientras Madison trabaja a tiempo parcial por las mañanas, y las niñeras le ayudan un par de veces por semana.
«Nuestra vida es diferente, pero nos hemos adaptado», reflexionó Madison. «Tenemos una especie de sistema establecido; supuse que lo lograríamos, y lo hicimos».
El único impacto que se mantiene para los Collier es el gasto que conlleva cuidar a una familia de cinco hijos. Para ayudarlos, iniciaron una página de GoFundMe, y también han recibido apoyo de su comunidad de Marietta, incluyendo una campaña de donación de pañales del preescolar de Isla, una furgoneta familiar de Beaver Toyota, y seis meses de su hipoteca pagados por la estación de radio local The Fish.
«Eso ha sido una gran bendición», dice Madison.
La orgullosa mamá afirma que sus bebés, que ya tienen 5 meses, son todos «muy dulces» y están desarrollando personalidades únicas: Iris es la más relajada, Wilder les hace saber a sus padres lo que necesita, a Eliza le encanta comer y Callaway es relajado y sonríe mucho.
Por su parte, Isla se ha adaptado a su papel de hermana mayor como un pato al agua, y es «casi como una maestra» para sus hermanos, dijo su mamá. Les lee y juega con ellos. Además, también les ayuda con los biberones, a recoger su ropa y a sostenerlos.
«Hemos sido bendecidos, son bebés muy buenos», dijo Madison. «No es algo que esperáramos, pero es maravilloso, y ahora que los tenemos, obviamente los queremos mucho y no podríamos imaginar una vida sin ellos».
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