Los investigadores estudiaron a 68.946 adultos franceses desde 2009 hasta 2016 y el estudio observó una «reducción significativa en el riesgo de cáncer entre los grandes consumidores de alimentos orgánicos».
Los participantes reportaron su consumo de 16 alimentos orgánicos etiquetados y los investigadores calcularon una puntuación de los productos. Luego estimaron el riesgo de cáncer en asociación con la valoración de los alimentos orgánicos.
Las altas puntuaciones de los alimentos orgánicos se asociaron con un menor riesgo de cáncer. El estudio concluyó que «aunque los resultados de la investigación necesitan ser confirmados, promover su consumo en la población general podría ser una estrategia preventiva prometedora contra el cáncer».
«Esperábamos encontrar una disminución, pero la magnitud de la reducción es muy importante», dijo al New York Times. Julia Baudry, autora principal del estudio e investigadora del Centro de Investigación en Epidemiología y Estadística Sorbonne Paris Cite del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica.
Baudry añadió que «una dieta orgánica podría contribuir a reducir el riesgo de cáncer«.
Solo unas pocas investigaciones examinaron la relación entre comer alimentos orgánicos y reducir el riesgo de cáncer. Uno de ellos es un estudio británico de 2014 realizaron este análisis y observaron a 623.080 mujeres británicas de mediana edad que informaron sobre su consumo de productos orgánicos durante un período de nueve años. Además, descubrieron una relación entre el consumo de estos alimentos y la reducción del linfoma no Hodgkin.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, una rama de la Organización Mundial de la Salud, clasificó en 2015 cinco plaguicidas organofosforados como probable o posiblemente cancerígenos para los seres humanos.
Productos de cultivo convencional y residuos de plaguicidas
¿Cuál es la prevalencia de los residuos de plaguicidas en los productos? Las pruebas realizadas en 2015 por el Departamento de Agricultura de EE.UU. de productos cultivados de forma convencional, encontraron que el 85 por ciento tenía residuos de pesticidas «muy por debajo» de las tolerancias establecidas por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA). Sin embargo, las pruebas demuestran que existen residuos de pesticidas en gran parte de los productos cultivados tradicionalmente.
En 2018, las pruebas realizadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de la UE, revelaron que el 44 por ciento de los productos cultivados de forma convencional tenían uno o más residuos detectables de plaguicidas. Solo el 6,5 por ciento de la producción orgánica analizada tenía residuos.
Comer alimentos etiquetados como orgánicos es la mejor manera de reducir la exposición a los pesticidas.
Gina-Marie Cheeseman es una escritora independiente apasionada por la vida sana y licenciada en periodismo. Este artículo fue publicado originalmente en NaturallySavvy.com
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