Una mujer compró una bolsa pañalera por 3 dólares en una tienda de segunda mano de Oregon y descubrió algo extraño: la bolsa le parecía inusualmente pesada. Cuando llegó a su casa la limpió y encontró un agujero en la bolsa, y al hurgar en el agujero, descubrió un tesoro perdido.
Sarah Thomas es dueña de una tienda de segunda mano en el sur de Oregon, y a menudo busca en otras tiendas de segunda mano artículos como ropa, zapatos o carteras que todavía se ven bien para venderlos en su propia tienda.
Un día, vio una bolsa de pañales de diseñador en una tienda Goodwill en el sur de Oregon. La bolsa se veía bien, solo necesitaba un poco de limpieza. Entonces la compró en 3 dólares para revenderla.
Cuando limpiaba la bolsa, sintió que era un poco pesada para estar vacía. Entonces la revisó para ver los materiales con los que estaba hecha. Para su sorpresa encontró un agujero en el forro que la llevó a un objeto de metal. Lo sacó y se dio cuenta por qué la bolsa se sentía más pesada de lo que debería ser, comentó Sarah a Faith it.
Un agujero de tamaño mediano, rasgado en el forro rosa, albergaba exactamente el tesoro secreto que el propietario original de la bolsa había estado buscando durante años.
Para su sorpresa, encontró la cámara fotográfica pérdida de Katie Connor. El único problema era que ninguna de las mujeres se conocía.
Sarah, preocupada por los recuerdos que esa cámara albergaba, comenzó a buscar a su dueño en las redes sociales. Publicó algunas de las fotos en su página de Facebook y preguntó si alguien conocía a la mujer y al niño de las fotos. En una hora respondió una mujer llamada Katie Conner, la propietaria de la cámara.
Resultó que Katie había perdido su cámara digital hace varios años. No recordaba haberla metido en la bolsa de pañales y nunca se le habría ocurrido que la bolsa tendría un agujero donde su cámara se deslizó.
El hijo de Katie era solo un niño pequeño cuando esas imágenes fueron filmadas, pero ahora tiene 9 años. La mamá pensó que esas fotos se habían perdido para siempre, así que cuando las dos mujeres se encontraron, Katie estaba feliz de reunirse con todos esos innumerables recuerdos, según a Funny And.
«No compré una cámara, compré una bolsa, y eso está mal», exclamó Sarah. «Vivo por la regla de oro», continúo. «Odiaría que alguien me hiciera eso», añadió Sarah a News 10.
Sarah recibió todos los elogios en las redes sociales por haber buscado a su dueña y por devolver la cámara. ¡Gracias Sarah por hacer lo correcto!
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