Destinado a liderar con fe firme y determinación, la historia de amor de un hombre paralítico de Florida se convirtió en un documental, «7 Yards», que guía a otros a descubrir bendiciones y significados más elevados en las dificultades de la vida sin perder la esperanza.
Hace casi tres años, Chris Norton recorrió con paso firme los preciosos siete metros del pasillo, del brazo de su amada alma gemela, Emily Summers, dejando a los 200 asistentes con lágrimas de alegría.
Chris, que era un aspirante a atleta, estaba confinado a una silla de ruedas después de un accidente de fútbol universitario que lo dejara paralizado por debajo del cuello. Pensó que nunca encontraría el amor, y mucho menos caminar el día de su boda. Hoy, Chris, conferencista motivacional a tiempo completo, y Emily, su bella esposa y mejor amiga, adoptaron cinco niños y han acogido a 18 en su casa de Wellington, Florida.
En una entrevista con The Epoch Times, la pareja, de 28 años, explica cómo su amor y su fe les ayudaron a superar los retos de la vida y a criar bien a sus hijos.
El golpe que le cambió la vida
Cada día, dijo Chris, «tengo que elegir la fe sobre el miedo».
«Era un chico de 18 años, crecí en un pueblo pequeño, iba a jugar al fútbol universitario al Luther College al noreste de Iowa», dijo Chris, recordando el partido del 16 de octubre de 2010, cuando juzgó mal un remate.
«Lo golpeé a toda velocidad, con toda la fuerza. Pero en lugar de golpearle con el hombro, choqué con la cabeza (…) lo siguiente que supe fue que estaba tendido boca abajo, inmóvil», recordó.
Chris fue trasladado por aire a la Clínica Mayo de Rochester (Minnesota). Se había fracturado las vértebras C3-C4 y le dieron un 3% de probabilidad de recuperar la sensibilidad o el movimiento por debajo del cuello.
«Empecé sin nada», dijo. «Mis padres y mis hermanas (…) siempre estuvieron conmigo. No estaría donde estoy hoy sin ellos. Hubo muchas noches en las que mi padre o mi madre leían la Biblia (…) No podía dormir. Estaba muy inquieto y pensando en mi futuro y muy asustado.
«A veces no tenía esperanzas (…) pero lo que me dio esperanza fue saber que tengo a Dios (…) Él puede tomar este desastre y este desafío, esta dificultad, y puede convertirlo en algo bueno».
Después de meses de duro trabajo, Chris empezó a recuperar lentamente un poco de movimiento en sus brazos; finalmente movió el dedo del pie en la mañana de Acción de Gracias. Regresó a la universidad como estudiante de segundo año en agosto de 2011.
Hoy utiliza una silla de ruedas, pero puede caminar distancias cortas con la ayuda de una persona y tiene suficiente destreza para alimentarse solo. Hace terapia física hasta seis horas al día.
Descubriendo el verdadero amor
Como cualquier joven, Chris siempre había soñado con tener una esposa e hijos, pero después de su accidente, sintió que su esperanza se había «estrellado». Sin embargo, con el tiempo, cultivó un nuevo sentido de autoestima, y fue entonces cuando conoció a Emily en 2013, tres años después de su lesión.
«Acordamos encontrarnos en este lugar público, pero justo al lado de un puesto de perritos calientes», dijo Chris. «Estaba asombrado de su belleza y solo me decía a mí mismo: ‘Chris, no lo arruines’. Ella solo quería conocerme por lo que era. Emily era esa persona con la que me sentía muy conectado (…) una persona especial con un gran corazón. Ella cree más en mí que yo mismo».
Emily llama a Chris su mejor amigo. Juntos, la pareja alimentó un vínculo inquebrantable y empezó a trabajar para conseguir una de las ambiciones de Chris: quería cruzar el escenario en la graduación de la universidad.
«De hecho, Chris me propuso matrimonio el día anterior», dice Emily. «Estaba súper nerviosa (…) pero cuando subimos y él empezó a dar unos pasos, solo recuerdo que miré hacia arriba y le sonreí».
El video del increíble momento fue visto por millones de personas. La pareja se sintió obligada a inspirar esperanza a otros repitiendo la hazaña el día de su boda. En su ceremonia al aire libre el 21 de abril de 2018, en Jupiter, Florida, la pareja lo logró.
«Fue un momento increíble, una sensación increíble. Estuve trabajando siete años para caminar siete metros», dijo Chris. «Solo sabía que, independientemente de lo que pasara, eso iba a estar bien. Incluso si me tropezaba y me caía por el pasillo, seguía teniendo a Emily».
Emily dijo que lo que más le gustaba de Chris era su determinación y su ética de trabajo. «Siempre está intentando mejorar. Hace constantemente todo lo que está en su mano y se esfuerza por conseguir los resultados que quiere (…) intentando influir en los demás y hacer del mundo un lugar mejor», dijo.
Alimentar la fe y la esperanza
Impulsado por su capacidad de ayudar a otros niños y adultos, Chris creó la Fundación Chris Norton en 2012 como una forma de apoyar a las personas con trastornos neuromusculares para que tengan acceso a opciones de recuperación. La fundación también organiza un «campamento en silla de ruedas» de verano lleno de acción para niños. La pareja también ha acogido a niños necesitados en su propia casa.
«Hasta ahora hemos acogido a 18 niños», dice Chris. «Ellos no eligieron esta vida, y lo mismo me ocurre a mí (…) podemos identificarnos. Creo que fue una elección para ellos y para nosotros».
Emily contó que, mientras trabajaba como tutora en el instituto, conoció a una chica llamada Whittley que fue apartada de un entorno familiar inseguro y ubicada en un centro de acogida. A los 17 años, Whittley abandonó el hogar y no tenía a dónde ir. Llamó a Emily y Chris, que tenían poco más de 20 años. La pareja acogió a Whittley y terminaron adoptándola.
«Whittley es nuestra hija mayor, y es literalmente la razón por la que adoptamos. Supe que esto era lo que quería hacer el resto de mi vida», dice Emily. «Quiero ayudar a los niños en estas situaciones».
Juntos, Chris y Emily adoptaron a cuatro hermanas biológicas: Ava, de 11 años; Lily, de 10; Issy, de 7; y Ariana, de 4. Actualmente tienen en acogida a dos niños de 6 y 2 años.
«Nos encanta ser padres de acogida», dice Emily. «Es increíble ver lo que el amor y la estabilidad, y el hecho de ayudar a los niños a saber que están a salvo y son especiales, y de ayudar a guiarlos hacia Dios, puede hacer en sus vidas. He visto a Dios actuar en mi vida en momentos duros y difíciles. Siempre me sorprende cómo Él lo saca a uno adelante, pase lo que pase».
«Les he enseñado a los chicos, a través de mis propias acciones, que hay que seguir adelante con una actitud positiva y que hay que dar lo mejor de uno mismo». dijo Chris. «Es posible seguir adelante, a pesar de las dificultades de la vida, e incluso utilizar esas dificultades como una fuente de bendición».
Inspirados por el increíble viaje de Chris, Fotolanthropy, una organización sin ánimo de lucro dedicada a las historias de esperanza, se puso en contacto con él para filmar un documental. «7 Yards», la historia de vida de Chris, se estrena el 23 de febrero a través de Amazon Prime, Prime Video y Apple TV.
Actualmente Chris es un marido querido y un padre cariñoso, y cree que su lesión de la médula espinal fue una bendición.
«Me ha llevado a inspirar a otras personas, me llevó a conocer a Emily, me ha llevado acoger [chicos], incluso a adoptar, a la salida de esta película (…) a mis charlas motivacionales (…) Estoy agradecido de que sucediera porque me ha hecho mejor persona», dijo.
«Las dificultades se pueden utilizar de manera que la vida tenga mucho más sentido».
Con información de Arshdeep Sarao.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.