En un mundo lleno de distracciones que provocan una disminución de la capacidad de atención, Andy Lewis es un caso excepcional. Este slackliner de 35 años debe concentrar cada gramo de su cerebro en su equilibrio para evitar una caída potencialmente mortal.
Al describir la sensación que experimenta al hacerse autorretratos imposibles mientras recorre las líneas entre las cimas de las montañas, Lewis dice que está presente al cien por cien.
«Sientes el latido de tu corazón, oyes tu respiración, estás viendo, actuando y reaccionando como uno solo en un momento en el que la distracción es inexistente», dijo a The Epoch Times.
«Es un momento de plena conciencia que potencia cada molécula de tu existencia. Sin un arnés de seguridad, depende de ti y del poder de tu mente y tu cuerpo mantenerte a salvo».
Originario de la zona de la bahía, Lewis trabaja en la producción de películas comerciales, haciendo montajes, diseñando escenarios y realizando acrobacias. Hombre de acción en la vida real, también practica el salto BASE y descubrió el slacklining hace 20 años.
«Lo hacía todos los días, y cuanto más practicaba, más se hacía posible», dice. «Cuanto más era posible, más imaginaba».
Para Lewis, el slacklining pasó de ser un pasatiempo a un deporte y a una profesión, y finalmente se convirtió en una especie de religión para él. En poco tiempo, la tendencia empezó a despegar de verdad; la escena de los festivales ayudó a dinamizar el deporte, y Lewis se encontró en primera línea.
Ha caminado en cables en Leviathan, entre dos de las torres de arenisca más altas de Estados Unidos, en Moab, Utah. Después de 21 días de preparación y de caminar una sola vez, Lewis afirma que Leviathan es una de las caminatas más legendarias que ha hecho. Más de 10 años después, sigue siendo la única persona que la ha repetido.
La reacción más común de la gente que ve su arriesgada afición es la incredulidad; ¿no está completamente aterrorizado a tanta altura, sin red de seguridad? Lewis dice que ese es uno de los puntos principales.
«Personalmente creo que no hay nada más infeliz que un hombre que no se enfrenta a la adversidad, porque nunca se le da la oportunidad de probarse a sí mismo», dice.
Por supuesto, se necesitan muchas, muchas horas de intenso entrenamiento para ser competente, y para mantenerse seguro en el cable.
«Incluso cuando se ha hecho el entrenamiento, se necesita la máxima concentración», admite. «A algunas personas no les gusta el estrés de ese compromiso. Y para mucha gente, confiar en sí misma es imposible».
Si eso suena a miedo —o a locura— el profesional de los deportes extremos insiste en que el slacklining también es muy divertido. Otra de las cosas que más valora es su versatilidad.
«Puede ser una tarde de relax o un reto para toda la entidad—mente, cuerpo y espíritu», dice. «Te enseña la dedicación, te enseña a creer en ti mismo, y te enseña la fuerza, tanto mental como física; y entrena todas tus reacciones. Es una filosofía de todo lo que puedo hacer en el suelo, lo puedo hacer en la línea».
A propósito de uno de sus acercamientos en Yosemite el pasado mes de septiembre, un amigo lo captó «colgando sobre el peligro con solo el último agarre que te impide caer», como subtituló en su Instagram, colgado con una sublime luna como telón de fondo.
«Este fue un momento de pura felicidad y creatividad; sin que el miedo me atara de ninguna manera», dijo el temerario.
Lewis ha ganado campeonatos mundiales, ha batido récords y ha aparecido en la televisión y en el cine; pero de lo que está más orgulloso es de haber aprendido lo que es importante en la vida.
«Nada de eso importa realmente», dijo. «Ser una buena persona y amar lo que haces es el núcleo de cualquiera que sea feliz. Hacer crecer a los que te rodean. Ganar con estilo y deportividad. Tomar la pérdida y el éxito de la misma manera».
Ya sea ayudando a los niños a aprender a hacer slacklining o actuando en directo en el espectáculo del descanso de la Super Bowl ante millones de personas, todo ha sido agradable.
«Incluso el entrenamiento, y las dificultades, han sido divertidas al final», reflexiona Lewis. «Me enorgullece decir que he vivido mi vida de la forma más espectacular, apenas me he lesionado, he visto el mundo, he ganado suficiente dinero para sobrevivir y ahora tengo una hermosa vida que he creado para mí».
Aprovechando esa misma actitud de gran energía, Lewis dirige un negocio llamado BASE Jump Moab, en el que lleva a la gente a saltar en paracaídas en tándem y a volar por paisajes escarpados.
«Es una forma estupenda de ayudar a los demás a experimentar el desierto, y me aporta energía y felicidad compartir esas sensaciones», añade.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
